El equipo conocido como Roş-Albaștrii intentará el jueves sumar sus primeros puntos de esta competición. No será una tarea nada fácil, puesto que se enfrentan a un Villarreal que, desde el 23 de agosto ante el Mónaco, no conoce la derrota. Los visitantes son serios candidatos a levantar el título tras haber llegado a semifinales el curso anterior. El Stadionul Ghencea acogerá el partido entre bucarestinos y castellonenses, duelo inédito hasta ahora en competición alguna.

El entrenador rumano, Laurentiu Reghecampf, quien lleva en el cargo desde 2011, cuando Sorin Cartu fue destituido, tratará de hacer un buen papel en la segunda competición continental. Quizá se antoje una quimera alcanzar la final, que jamás han disputado. El año en que más cerca estuvo el cuadro rumano de lograrlo fue en 2006, donde se vio apeado en semifinales por el Middlesbrough con una épica remontada. No obstante, las expectativas del club son las de superar a Osmanlispor y Zurich en la fase de grupos, y avanzar en la medida de lo posible. El Villarreal parece el claro favorito para liderar el grupo L, aunque el fútbol ha demostrado en varias ocasiones que la confianza es peligrosa.

Laurentiu muestra preferencia por un 4-2-3-1, aunque ha mostrado en ciertas ocasiones un 4-3-3 con tres centrocampistas de contención. Esta segunda opción no resultaría tan sorprendente en este duelo, pues el centro del campo de los de La Plana está dotado de un centro del campo realmente interesante y, presumiblemente, los que fuesen campeones de Europa en 1986, tratarán de contrarrestarlo con mucho físico. Bajo palos, Nita se perfila como el cancerbero de esta competición. Aunque su mal partido en tierras turcas quizá dé más opciones de las esperadas a Stancioiu. Juegue quien juegue, el cancerbero del jueves deberá tener un gran juego de pies y sangre fría. La constante presión de tenaces jugadores como Borré o Sansone podría ponerle en apuros si no calcula bien a la hora de sacar.

La línea de cuatro zagueros probablemente la compondrán Georgievski, Szukala, Gardos y Latovlevici, de derecha a izquierda. En el caso de que formen Cheryshev y Jonathan por bandas, quizá lo más factible de cara a las rotaciones, Georgievski deberá vigilar la chispa, explosividad y centros de Cheryshev; mientras que Latovlevici quizá tenga que ayudar al central izquierdo a la hora de despejar los peligrosos centros laterales del mexicano. Por su parte, los centrales no necesitarán tanto vigilar el juego aéreo, punto débil de los groguets, como los pases entre líneas y las arrancadas inesperadas.

Bourceanu y Pintilii, claves en la medular del cuadro local

Si finalmente Reghecampf apuesta por el 4-2-3-1, parece probable que sean el ´55´ y el ´6´, respectivamente, los encargados de intentar hacer fluido el juego de los suyos. A sus 31 años de edad, Mihai Pintilii es el principal icono de un club histórico como es el de Bucarest, no en vano es el capitán. Son dos jugadores que siempre presionan, característica habitual en cuadros que no practican el ´tiki-taka´

Popa, Stanciu y Tanase formarán en la mediapunta, arriba Piovaccari

Estos tres hombres formarán en la zona de tres cuartos, siendo Piovaccari, ex del Eibar, la referencia en la punta de ataque. Popa es una de las estrellas del equipo, posee desborde y regate que suele suponer quebraderos de cabeza a las defensas adversarios. Tanase y Stanciu son más técnicos, y su buen trato de balón hará esforzarse a los mediocentros amarillos más de la cuenta. Por su parte, Federico Piovaccari es el único de los jugadores de la plantilla que ya sabe lo que es enfrentarse al Villarreal. Lo hizo con el Eibar en la 2014-15, por partida doble en calidad de cedido. Su bagaje fue de un empate a 1 en Eibar y una derrota en tierras castellonenses por 1-0.

Alineación probable - Villarreal: Nita; Georgievski, Szukala, Bardos y Letovlevici; Bourceanu, Pintilii; Popa, Stanciu, Tanase; y Piovaccari.