El domingo a partir de las 12:00 horas se medirán SD Eibar y el Villarreal en el encuentro de la décima jornada de La Liga. Los vascos intentarán ganar para mantenerse en la zona noble de la tabla, mientras los amarillos intentarán hacer lo propio para seguir en puestos de Liga de Campeones.

El encargado de impartir justicia será el almeriense David Fernández Borbalán. Es un colegiado con mucha experiencia, ya que esta es la decimotercera temporada que arbitrará en la máxima categoría del fútbol español. En todas estas campañas ha dirigido 206 partidos señalando 1041 amarillas y 61 rojas. Antes pasó solamente solamente tres temporadas en la división de plata, donde llegó a arbitrar 55 partidos con el registro de 327 amarillas y 17 rojas.

La última vez que dirigió al Villarreal fue el año pasado en el empate sin goles ante la Real Sociedad. En aquel choque amonestó a Mario, Pina, Jonathan dos Santos y Adrián por parte del Villarreal, mientras que por parte txuri-urdin el damnificado fue el mexicano Carlos Vela. Al Eibar, por su parte, le arbitró por última vez el pasado 6 de febrero en la derrota  en el Vicente Calderón por 3-1. En aquel enfrentamiento amonestó por parte rojiblanca a Thomas y Griezzmann, mientras que por parte armera Lillo, Juncá y el goleador Keko fueron los amonestados.

En lo que se lleva de temporada ha dirigido cuatro partidos: Real Madrid 5-2 Osasuna, Barcelona 1-1 Atlético, Leganés 1-2 y Las Palmas 0-0 Espanyol. En estos encuentros ha señalado 24 amarillas y ha expulsado a un jugador por doble amonestación, por lo que su media está en seis tarjetas por partido, una estadística algo elevada debido a que siguiendo esta progresión más de un partido se le irá de las manos de ahora hacia adelante.

En resumen, es un colegiado con muchísima experiencia, tanto a nivel nacional como internacional, que siempre está en todas las quinielas para dirigir los mejores partidos de la Liga, como puede ser el clásico o los derbis más calientes. A buen seguro que esta experiencia, claramente demostrada a lo largo de los años, le servirá para reaccionar de manera correcta en un campo con las dimensiones tan pequeñas como es Ipúrua, ya que, como es lógico y normal en los escenarios más pequeños, la labor del árbitro se dificulta, por lo que la atención debe ser mayor y la ayuda de los jugadores también.