Si hay un conjunto que parece tener dos caras este año, ese es el Athletic Club de Bilbao. Los pupilos de Valverde llevan desde finales de agosto alternando grandes actuaciones, como el 3-1 contra el Sevilla de Sampaoli, con nefastos partidos, como en la derrota por 3-0 ante el Sassuolo. Bien es cierto que los vascos han levantado el vuelo tras un arranque realmente paupérrimo, tanto en Liga como en Europa League. Los dos primeros partidos en la competición doméstica y el debut en el viejo continente se contaron por derrotas, pero pronto encauzaron la situación en el torneo de la regularidad; cuatro victorias consecutivas los catapultaron a la zona Champions, y cinco puntos de los últimos 15 posibles los han condenado a descender hasta el séptimo puesto, empatados a 17 puntos con el Celta, a dos puntos de la Real Sociedad, sexto clasificado.

Con el pundonor por bandera

Pese al irregular bagaje de los rojiblancos hasta el momento, el equipo de Valverde siempre se ha caracterizado por ser uno de los más "fieros" de la Liga BBVA; jamás dan un balón por perdido ni se rinden cuando parece que la situación está decidida ya, siempre intentan tener la última palabra. Ésto les hace ser un equipo realmente correoso y difícil de batir, sea cual sea su circunstancia; Escribà es plenamente consciente de ello y alineará a sus mejores hombres con el fin de intentar un estadio tan complicado como es San Mamés. El cuadro de Bilbao es uno de esos a los que jamás se puede menospreciar o denostar, porque quien lo hace lo puede pagar realmente caro. Si los de Valverde ganan, alcanzarán los 20 puntos; acercándose así al Villarreal, que actualmente cuenta con 22. Por ello, se espera que la parroquia rojiblanca sea una olla a presión este domingo.

Los leones ya saben lo que es acabar satisfactoriamente un curso que comienza de forma titubeante, incluso tienen ejemplos recientes. La 2014-15 generó muchísima ilusion entre sus aficionados, por tener la oportunidad de disputar la UEFA Champions League. No obstante, el inicio fue paupérrimo; no superar la fase de grupos ante rivales relativamente asequibles y rozar las posiciones de descenso durante la primera vuelta hicieron que la afición bilbaína se temiese lo peor. La loable remontada en el segundo tramo de la temporada provocó que llegasen a la final de la Copa del Rey y alcanzasen el séptimo puesto, que les permitió participar en la Europa League.

Con Aduriz en plenitud futbolística y Aymeric Laporte recuperado por completo de su fea lesión, su equipo se vuelve a mostrar efectivo en ataque y consistente en defensa. Pese a la aparición del guardameta Kepa Arribalazaga, jugador del filial que hubo de jugar con el primer equipo y que ganó los cuatro partidos que jugó, el ¨txigurri¨ Valverde ha vuelto a confiar en Iraizoz como cancerbero titular. Otro de los motivos de la solvencia defensiva es la irrupción de otro gran zaguero de Lezama; Yeray. El ´27´ está sorprendiendo a propios y extraños, ya que se ha hecho con un puesto en el XI titular tras la retirada de Gurpegui y el decreciente rendimiento de Etxeita.

El juego directo de los bilbaínos

En contra de muchos pensamientos actuales de ilustres del deporte rey, que opinan que es incluso más importante jugar bien que ganar, el Athletic se ha mantenido siempre fiel a su filosofía de juego. Una defensa férrea, un centro del campo solidario atrás y que intenta siempre llegar arriba vertical y rápidamente, a excepción de Beñat, que parece poseer un guante en su pierna derecha, y un ataque que va bien por abajo y aun mejor de cabeza son los adalides principales del club del norte de España. No se sabe con certeza si Escribà mantendrá el esquema del 4-4-2 u optará por cambiarlo al 4-2-3-1, decisión que le salió bien en el Bernabeu pero que dejó que desear en Cornellà el Prat. Si el valenciano opta por lo segundo, Jonathan Dos Santos ocuparía la mediapunta, en detrimento de Bakambu o Sansone, uno de los dos no partiría como titular. Es bastante factible que apueste por ésto, ya que así equilibraría más el rocoso mediocampo de los locales, pero tal vez se muestre tan ofensivo como de costumbre.

Valverde entrenó al Villarreal en su día, donde no guardan muy buen recuerdo de él, más por su mala fortuna en la localidad castellonense que por incompetencia. El juego directo y aguerrido que siempre ha propuesto el cacereño no cuajó demasiado bien allí, y se vio destituido tras la jornada número 20, cuando acumulaba 26 puntos. Parece más que probable que alineará a los hombres habituales, con la duda de los renqueantes Beñat y De Marcos. Etxeita tampoco llegará, aunque Yeray ya le ha ganado ese puesto. Si Beñat y/o De Marcos no llegasen, los sustituirían San José o Bóveda respectivamente.

Una de las tácticas más habituales en el Athletic Club es la de la persistencia; cansan a sus rivales con una asfixiante presión constante para poder atacarlos con menor dificultad según el transcurso de los minutos. La solidaridad defensiva de los interiores del Villarreal, Castillejo y Roberto Soriano habitualmente, dificulta bastante esta tarea, ya que debilita el juego por las bandas de los locales, que deberían pasar a controlar el centro.

Claves Athletic

Centros al área: es uno de los equipos que más goles anotan de cabeza, son expertos dominadores del juego aéreo. Sus principales bazas en este sentido son Aduriz y Raúl García, que ya demostró en el pasado curso que su efectividad con la testa puede decidir partidos clave. Han ganado muchos duelos que estaban atascados gracias a una acción puntual que acababa con un centro al área.

Balón parado: aspecto que va ligado al anterior, ya que la mayoría de córners y bastantes faltas se ejecutan con un centro al área. Los leones disfrutan provocando saques de esquina, ya que saben que tienen bastantes posibilidades de anotar un tanto.  Además, sus corpulentos jugadores son una garantía a la hora de defender este tipo de jugadas.

Presión ambiental: en la mayoría de los deportes, pero especialmente en el fútbol, es clave el factor psicológico. Multitud de partidos, quizá la mayoría, se han decidido por el apoyo del público, este factor se intensifica en estadios tan míticos como San Mamés. En los momentos complicados, la grada eleva la moral de los jugadores, y ya los ha llevado en más de una ocasión a obtener puntos que parecían perdidos.

Contraataques: una de las principales características del juego directo, hombres rápidos como Muniaín o Williams pueden originar ocasiones propicias de gol a partir de ataques frustrados del rival. Saben que el Villarreal es uno de los cuadors que mejor se repliegan, pero es un arma que dominan y que puede darles el partido.