Este fin de semana en Leganés, Mario Melero López se estrenará al dirigir un partido de groguets y pepineros en esta temporada, ya que aún no lo ha hecho con ninguno de los dos conjuntos. De hecho, en el caso del Leganés, será la primera vez que compartan terreno de juego. Para el Villarreal es algo más conocido, aunque tampoco mucho; solo se han cruzado en cuatro ocasiones: una la temporada pasada, dos en la 2014/2015 y una en la 2012/2013, esta última en Segunda División. El balance es muy favorable, ya que los castellonenses no han perdido ninguno de esos encuentros, cosechando dos victorias (ante Eibar y Racing de Santander) y dos empates (ante Athletic de Bilbao y Valencia).

Melero López es un árbitro del colegio andaluz, cuya carrera como colegiado profesional empezó en la temporada 2009/2010 en Segunda División. Su debut tuvo lugar, curiosamente, en Vila-Real, dirigiendo un derbi de la Comunidad Valenciana entre Villarreal B y Levante. Estuvo cinco campañas en la división de plata hasta que, un 24 de agosto de 2014, debutó en la categoría reina pitando un Celta-Getafe en Balaídos. Desde entonces se ha mantenido en Primera División y, a sus 37 años, parece que va a terminar su carrera en lo más alto del fútbol español.

Lo más reseñable en sus estadísticas de esta temporada liguera es la gran cantidad de penaltis que ha señalado. De hecho, es el árbitro con la media de penas máximas por partido más alta del campeonato, con casi un penalti por encuentro (0.8). Si a esto le sumamos la facilidad con la que el Villarreal -y especialmente Sansone- está consiguiendo que le piten faltas dentro del área en esta campaña, el Leganés tendrá que tener mucho cuidado cuando el balón ronde los dominios de Iago Herrerín. Por lo demás, está muy cerca de los datos medios en aspectos como el número de faltas, tarjetas amarillas y tarjetas rojas por partido. No es un árbitro que destaque por ninguna característica en concreto.