El Villarreal afrontaba el mes de enero con la voluntad clara de reforzar su delantera con un ariete de referencia que pudiese paliar la carencia de gol que viene sufriendo el equipo de Fran Escribà de unas semanas a esta parte. Una sequía anotadora tan evidente, que de hecho, el Submarino ha anotado en lo que llevamos de temporada, menos goles que el Valencia, que marcha nueve puestos por debajo en la clasificación liguera. Es por eso, que Escribà necesitaba urgentemente un nueve clásico que se complementase con jugadores más desequilibrantes y móviles como Sansone, Soldado, Pato (antes de su marcha) o Bakambu.
Caicedo, la primera opción
Ya desde los primeros días de mercado, un nombre irrumpía con fuerza en la primera línea de los rumores: Felipe Caicedo. El punta ecuatoriano buscaba salir del Espanyol y se adecuaba a las exigencias marcadas por el club para reforzar la delantera: un delantero con olfato, potente, luchador y mucho gol. Y pese a que no pasa actualmente por su mejor estado de forma, no dejaba de ser objeto de deseo por parte del club groguet. El interés del Villarreal era que llegase en calidad de cedido para lo que resta de temporada con una opción de compra voluntaria en caso de que el rendimiento del ecuatoriano fuese satisfactorio. Mientras que por su parte, el Espanyol sólo aceptaría ofertas de compra o de cesión con opción de compra obligatoria. El interés del Submarino era total, el acuerdo con el propio jugador era total, pero la intransigencia de los pericos terminó por haciendo que el Villarreal desistiese en su intento por cerrar la incorporación, de forma que el último día de mercado comunicaron al agente del ecuatoriano que buscarían otras alternativas.
La sorpresa de Adrián
Cuando más fuerza cobraba el rumor de la llegada de Felipe Caicedo, el club hizo un anuncio inesperado: el regreso del delantero asturiano Adrián López a la disciplina del Villarreal, tras haber pasado los últimos seis meses en el Oporto sin contar con apenas oportunidades. La llegada de Adrián no terminaba de solucionar el problema de la carencia de un killer de referencia, ya que su perfil se asemeja considerablemente al de los delanteros que ya tenía en nómina el Submarino, y pese a que aportará nuevas soluciones a Fran Escribà, la puerta a la llegada de un nuevo jugador seguía abierta, más incluso cuando empezaba a cobrar importancia la posible salida de Alexandre Pato del equipo, así como se intentaría buscar un nuevo alojamiento para Rafael Santos Borré, sin suerte en Castellón.
Bastón y Azmoun, los últimos para suplir a Pato
Finalmente y contra todo pronóstico, se confirmó la salida de Alexandre Pato del club rumbo a los millones del Tianjin Quanjian chino, donde será entrenado por Fabio Cannavaro y coincidirá con el centrocampista belga Axel Witsel. Es por esto, que en un frenético fin de mercado, y tras desestimar la llegada de Felipe Caicedo, y por imposible, el club se lanzó a por un delantero a la altura de lo que ofreció Pato.
Pronto dos nombres saltaron a la palestra: el de Sardar Azmoun y el de Borja Bastón. El primero, desconocido por el gran público, es iraní, milita en el FC Rostov ruso y a sus 21 años fue recientemente declarado "Mejor Jugador de Asia en 2016". Un jugador desequilibrante, veloz y con gol, mucho gol, tanto que fue capaz de anotar gol tanto al Atlético de Madrid como al Bayern de Múnich en la fase de grupos de la Champions League. Un jugador que por sus magníficas condiciones ha despertado interés en toda Europa, incluyendo equipos como el Liverpool, lo cual ha hecho que su operación se complique y por tanto, se descarte.
El otro nombre sobre la mesa, es de sobra conocido por el público español: Borja Bastón, quien milita en el Swansea galés desde el pasado verano, pero sin gozar de mucha continuidad, y es que sólo ha podido partir de titular en cuatro ocasiones hasta la fecha. En los dos últimos días de mercado, el Villarreal apostó fuerte por Bastón, solicitando una cesión con opción de compra que el propio jugador veía con buenos ojos, pero no se pudo cerrar. Finalmente, tras todo un mercado transcurrido, la "Operación delantero" en el Villarreal ha resultado fallida, de forma que la nómina de arietes con la que cuenta Fran Escribà para lo que queda de temporada la componen: Soldado (lesionado), Bakambu, Sansone, Adrián y Santos Borré.
