Vuelve La Liga, y esta vez la cita es de muchos quilates. Después del triunfo europeo en el Olímpico ante la Roma (0-1) y como consecuencia, la eliminación en dieciseisavos, el Villarreal disputará únicamente la competición doméstica en lo que resta de temporada 2016-2017. La clasificación para Europa de cara a la campaña próxima pasa por ganar el domingo al poderoso Real Madrid. Los chicos de Fran Escribá consiguieron superar a la Real Sociedad en Anoeta (0-1), después de una mala racha de resultados, y buscarán este domingo un triunfo ante el líder para acercarse a la cuarta plaza y no perder la estela del conjunto 'txuri-urdin'. Por su parte, los blancos pelearán por reponerse después de la derrota en Mestalla (2-1) para consolidarse en el liderato y abrir brecha con sus perseguidores Barça y Sevilla. Partidazo en el Estadio de la Cerámica.
En el enfrentamiento de la primera vuelta, disputado en el Santiago Bernabéu, el Villarreal arañó un punto (1-1) después de una gran actuación en un partido muy igualado. Bruno Soriano adelantó a los castellonenses desde los once metros, pero Sergio Ramos empató el encuentro al inicio de la segunda mitad. Ese punto cosechado en la capital se uniría a los sumados ante Atlético (3), Sevilla (2), Real Sociedad (6) y Barça (1) para conformar un total de 13 puntos conseguidos ante los cinco primeros de La Liga, quedando todavía por disputarse el duelo ante los colchoneros en el Vicente Calderón, la visita al Camp Nou y el encuentro de este domingo ante los de Zidane en La Cerámica. El gran rendimiento de los levantinos ante los grandes de la competición, un dato muy optimista a tener en cuenta para el partido del domingo.
Además, el último Villarreal-Real Madrid supuso una gran alegría para los amarillos. Fue en la temporada pasada, en las últimas jornadas de la primera vuelta. El Madrid de Rafa Benítez llegaba a El Madrigal con la esperanza de sumar tres puntos que le acercaran a Barça y Atlético, pero se encontró con un Villarreal muy práctico y efectivo, que marcó pronto un gol por mediación de Soldado y defendió su renta con una solidez encomiable. La victoria de los castellonenses fue un importante impulso moral, después de un mes de noviembre aciago, con escasez de victorias, y luego del desastre de Pilsen (3-3), que condenó al conjunto de Castellón al segundo puesto del grupo E en la UEFA Europa League. El triunfo sería el inicio de una enorme racha que duraría hasta finales de enero y que consolidaría al equipo de Marcelino en la cuarta plaza de Champions.
El fortín de El Madrigal
Después de tocar el cielo a finales de septiembre, el Villarreal se vio inmerso en una crisis de resultados durante los meses de octubre y noviembre, especialmente en La Liga, con solo una victoria en siete partidos. Tras ganar en Europa League al Rapid de Viena (1-0), los amarilos superaron al Rayo Vallecano (2-1) luego de una sufrida remontada. Pocos días después, el tropiezo a domicilio ante el Viktoria Pilsen (3-3) clasificó a los amarillos como segundos de grupo, echando por tierra el liderato en la última jornada europea. El Villarreal solo pudo entrenarse durante dos días antes de recibir al Real Madrid, pues tuvo que regresar el viernes de la República Checa por irregularidades meteorológicas y problemas en el Aeropuerto de Castellón. En cambio, los de Rafa Benítez tuvieron cuatro días para preparar el choque. La diferencia, sin embargo, no se notó en absoluto.
El encuentro se disputó el pasado domingo 13 de diciembre de 2015, jornada 15 de La Liga 15-16, arbitrando Undiano Mallenco, con El Madrigal (20:30 horas) como telón de fondo. Marcelino aparcó las rotaciones y alineó a todos sus titulares para el partido, repitiendo algunos jugadores que ya jugaron el jueves como Soldado, Bruno, Trigueros o Víctor Ruíz. El Villarreal salió con: Aréola, Bailly, Musacchio, Ruíz, Jaume Costa, Bruno Soriano, Manu Trigueros, Jonathan, Denis Suárez, Soldado y Bakambu. Mientras, Rafa Benítez alineó a: Keylor Navas, Danilo, Pepe, Ramos, Marcelo, Modric, Casemiro, James, Bale, Benzema y Cristiano Ronaldo. El resultado final fue de 1-0 favorable a los locales.
El Villarreal fue muy superior al Real Madrid. Especialmente en la primera mitad. Los amarillos comenzaron como un tiro, avasallando a los blancos y dominando la pelota y las ocasiones. Jonathan Dos Santos remató al poste en el minuto 4, y poco después llegaría al primer y único tanto del partido. Bruno presionó a Modric, robó el esférico y entregó para Bakambu, que asistió a Soldado para que este batiera a Keylor Navas por bajo. Era el 1-0 (8'), y se esperaba una inmediata reacción visitante. No fue así. Cédric Bakambu fue una auténtica pesadilla para los madridistas, inquietando a la pareja de centrales Ramos-Pepe y siendo el principal protagonista del conjunto castellonense. Los amarillos pudieron marcar varios goles más, pero Navas evitó una mayor debacle del Madrid.
Ya en los segundos 45 minutos, el equipo blanco reaccionó, gozando de la posesión del balón y controlando el juego. Aún así, el guardameta Aréola apenas tuvo que intervenir, pues el dominio del Real Madrid resultaba estéril y sin consecución en ocasiones claras. Benzema y Bale fueron las dos esperanzas blancas de la noche, pero ninguno acertó ante Alphonse y una clara ocasión de Bakambu para el 2-0 puso fin al encuentro. De nuevo, otra derrota del Real Madrid, que lo alejaba de sus competidores en la pelea por el título de Liga. Mientras, el Villarreal encadenaba dos triunfos consecutivos en competición doméstica después de mucho tiempo y comenzaba a soñar con una cuarta plaza que finalmente lograría alcanzar.