El partidazo vivido el pasado domingo en el Estadio de la Cerámica se ha visto tremendamente ensombrecido por la gran polémica que se ha creado alrededor de Gil Manzano; primero, por el dudoso penalti a favor que supuso el 2-2 para el Real Madrid y, más tarde, por una serie de declaraciones en las que Fernando Roig afirmaba que el equipo arbitral había salido del campo del Villarreal con bolsas de plástico decoradas con el escudo del equipo blanco. Ante esto, Escribá ha querido incidir en que no se le debe dar más importancia a unos hechos que son ajenos al fútbol. “Yo creo que se exagera todo, creo que hay que dar más normalidad y no llevar al extremo las cosas. En todos los partidos ocurren errores de entrenadores, jugadores y árbitros, pero debería de quedar ahí”. No obstante, reconoció que las reacciones en caliente son difíciles de evitar, y habló de ellas como algo normal, “siempre y cuando, como fue mi caso, no pasen a ser una falta de respeto”. De hecho, habló de aceptar las sanciones que estos arrebatos puedan acarrear horas antes de que la suya se hiciese pública, y es que el mismo martes se conoció que el valenciano deberá cumplir dos partidos fuera del banquillo por la expulsión del domingo.

Con respecto a la visita a Pamplona del próximo miércoles, el míster tiene muy claro que el contexto que rodea a Osasuna es uno de sus mayores peligros. Quiso destacar la necesidad de ganar que tienen los rojillos; así se refirió a lo que cree que les esperará en el norte de la península: “Un campo muy difícil, ante un equipo en una situación complicada y que va a dar todo para sacar buenos resultados. Cada partido menos que les queda es una dificultad para ellos”. De hecho, Escribá llegó a reconocer que esta situación es lo que le preocupa, el hecho de que el de Vasiljevic sea “un equipo al límite”.

Conoce bastante bien El Sadar, por lo que no dejó pasar la oportunidad de poner de relieve las dificultades que los suyos encontrará allí. “En casa tienen el apoyo de la gente; es un campo que aprieta mucho. Sin ir más lejos, no hace mucho, el Real Madrid resolvió su partido allí a última hora y sufriendo”.

Para terminar, y como no podía ser de otra forma, quiso hacer alusión a la que posiblemente sea la peor noticia de la Liga Santander en los últimos meses, la cuarta rotura del ligamento cruzado anterior de Sergio Asenjo. “Es el mayor daño que nos deja el partido del otro día. Yo conocí a Sergio antes de su primera lesión y ahora es mejor persona y mejor portero. Estoy seguro de que va a seguir en esa evolución”. La consecuencia más inmediata es el paso de Andrés Fernández a la primera línea de fuego, y Escribá sabe que necesita tenerle al 100% para suplir al Zamora del campeonato. “Yo estoy muy tranquilo con los porteros. Es verdad que Sergio estaba jugando porque considerábamos que era el que mejor estaba, pero estoy tranquilo. Andrés salió en una situación muy difícil ante un rival que atacó mucho, y estuvo bien; estoy convencido de que el miércoles, en un campo que él conoce bien y donde le respetan mucho porque lo hizo muy bien allí, va a responder con el mejor nivel”.