Este próximo domingo, el Villarreal volverá a enfrentarse al Celta (18.30 horas), en uno de los duelos más atractivos de la siguiente jornada liguera, con los gallegos tratando de aproximarse a la plaza defendida por el equipo amarillo en busca de su participación europea la próxima campaña, por lo que el partido del domingo se antoja capital para la consecución de ese objetivo, ya que derrotar a los de Escribá en Balaídos supondría acercarse a ellos, y reducir la distancia con la sexta plaza, a falta de que se concrete si la séptima dará derecho a participar en Europa League la próxima campaña.

No obstante, los amarillos partirán con una gran ventaja, que solo podría perderse en dos escenarios: o que el Villarreal perdiera por 5-0, y luego el Celta mejorara su goal average con respecto al club de Vila-real; o bien que los de Berizzo vencieran por 6-0, ganándole el registro de duelos particulares, provocando en ambos escenarios que el conjunto vigués, en caso de empate, se clasificaría por delante del Villarreal.

Y es que la goleada que recibieron los celestes en la jornada ocho de esta temporada supuso un gran paso adelante para el Villarreal, dándole una considerable ventaja sobre uno de sus posibles rivales por plazas europeas esta campaña. Además, fue un golpe de moral para un grupo que continuaba invicto en la competición, y sirvió para que la parroquia local disfrutara de uno de los mejores encuentros del Villarreal esta temporada.

Tal vez fuera casualidad, pero los primeros goles del actual "amuleto" del Submarino, Roberto Soriano, llegaron el día de la manita al Celta, ambos en los primeros instantes de partido, cuando aún había gente que no había llegado a su asiento. El centrocampista marcó en el minuto 2 y posteriormente en el 12, asestando un duro golpe al equipo visitante, que apenas pudo enchufarse al partido, a causa de ese doblete tan tempranero. A partir de aquí, el Villarreal fue amo y señor del duelo, sin dejar apenas opciones a los de Berizzo, que conservaban la posesión pero no sabían qué hacer con ella.

Antes de llegar al descanso, Bakambu anotaba el tercero en la cuenta del equipo local, que noqueaba duramente a su rival, generando mucho peligro en cada aproximación, y con la sensación de que podrían llegar más tantos si seguían con esa intensidad. Y así sucedió, ya que en la reanudación, a la salida de un córner, llegó el 4-0 para el Villarreal, empujado sin querer por el jugador visitante Daniel Wass, que anotaba en su propia portería, para seguir con el infortunio de su equipo. La manita se cerró en el descuento final del partido, cuando Trigueros recogió dentro del área un rechace tras el cabezazo de Alexandre Pato al palo, poniendo la guinda a un encuentro prácticamente perfecto del Submarino.

Muchas cosas han pasado tras esa jornada, pero las ambiciones europeas de ambos conjuntos persisten, y el Villarreal buscará en Vigo una nueva victoria que le siga manteniendo en una de las primeras plazas de la clasificación, y de paso aleje a un perseguidor todavía más, acercando más si cabe su participación en Europa la próxima temporada. 

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