Pese a las vacaciones de Semana Santa de las que disfruta nuestro país, el fútbol no descansa y tampoco lo harán Alavés y Villarreal, a pesar de ser los últimos en saltar al campo para disputar la trigésimo segunda jornada de LaLiga Santander, por lo que el duelo de este lunes cerrará la misma. Es más, los amarillos volverán a jugar tras más de una semana de parón, tras derrotar con autoridad al Athletic Club el pasado viernes día 7. Por su parte, el Alavés buscará reencontrarse con el triunfo, ya que desde que volvió la competición tras el parón de selecciones, los albiazules han perdido todos los partidos que han jugado, por lo que el enfrentamiento ante los amarillos se postula como una gran oportunidad de brindar un nuevo triunfo a su hinchada, y coger confianza para el tramo final de temporada que, aunque no se prevé muy movido, debe ser lo más activo posible para llegar enchufados de cara a la gran final que tiene el conjunto vasco ante el Fútbol Club Barcelona a finales de mayo.

Poco más puede hacer el Alavés para mejorar el gran regreso a la máxima categoría. Tras un verano en el que se realizaron casi veinte incorporaciones y se cambió de técnico pese al gran trabajo de Bordalás en la Liga Adelante, cualquiera hubiera apostado por los vascos como uno de los finalistas del torneo copero, y que se salvaría sin apuros, con una ventaja holgada con respecto a las posiciones de descenso. Al comienzo de esta jornada, el equipo albiazul se situaba undécimo con 40 puntos, 18 más que la antepenúltima posición, ocupada por el Sporting. Una renta que permite encarar la recta final de campaña con total tranquilidad, y disfrutar de los últimos partidos del equipo en este curso, que deben servir para ganar confianza y moral ante el reto de vencer al conjunto azulgrana en la final del torneo del KO. Cuatro visitas tendrá la plantilla vitoriana de aquí a final de liga, y los de Pellegrino buscarán ofrecer el máximo número de triunfos posibles a su parroquia, para terminar el año de la mejor forma posible.

Precisamente, el primero de los cuatro que visitarán Mendizorroza en esta parte final de la 2016/2017 es uno de los mejores visitantes de LaLiga. El Villarreal de Fran Escribá es el quinto equipo que más puntos consigue lejos de su estadio, además de ocupar esa misma posición en la tabla clasificatoria del campeonato nacional, en busca del objetivo, que no es otro que participar en Europa la próxima temporada. Revitalizado tras el varapalo en el primer duelo de este mes de abril ante el Eibar, los amarillos buscan prolongar la racha de victorias y continuar sumando para alejarse de unos perseguidores que no quieren tirar la toalla todavía, curiosamente, todos del País Vasco. La victoria de los armeros en Vila-real abrió más si cabe la pelea por las plazas de Europa League, y ataron al Villarreal a la realidad, alejándole del sueño de obtener la cuarta posición que da derecho a disputar la ronda previa de Champions League, algo que se antoja bastante complicado, a falta de siete fechas para la conclusión del campeonato y con ocho puntos de distancia entre ellos y los de Sampaoli. No obstante, hasta el rabo todo es toro, y aunque la empresa es difícil cuanto menos, el primer paso podría ser la victoria en Mendizorroza, un estadio que precisamente no ha visto muchos triunfos locales esta temporada.

Un monte no tan afilado

Katai se lamenta en el duelo ante Osasuna | Fuente: laliga.es
EKatai se lamenta en el duelo ante Osasuna | Fuente: laliga.es

Curiosamente, pese a que la temporada del Alavés está siendo excepcional, no lo es tanto en sus encuentros como local. De los 40 puntos obtenidos hasta ahora por los albiazules, 21 los han conseguido jugando lejos de la ciudad vasca, y 19 en su feudo. Solo han derrotado a cuatro de los quince equipos que se han pasado por el estadio albiazul: Granada (jornada 6, 3-1), Betis (jornada 16, 1-0), Valencia (jornada 24, 2-1) y Real Sociedad (jornada 28, 1-0). Los otros once duelos se han saldado en siete empates y cuatro derrotas. Unos números que no son los mejores para un equipo que ascendió este verano de categoría, pero que se camuflan debido a los excelentes obtenidos como visitante, que no son propios de un equipo que hace un año jugada en la división de plata del fútbol español. Pero es que este Alavés no es un equipo corriente, y no lo es desde su conversión estival.

Tras un ascenso muy destacado, manteniéndose en posiciones de ascenso directo desde el 5 de diciembre de 2015, y acabando primeros en la clasificación, lo lógico era pensar en dar continuidad al cuerpo técnico y a piezas clave del bloque del curso anterior, y buscar reforzar aquellas posiciones en las que más se necesitaran nuevos jugadores. Nada más lejos de la realidad. A comienzos de verano, Pellegrino era el elegido para sustituir a Bordalás, técnico que ascendió brillantemente a los vitorianos a la máxima categoría, y a partir de ahí, comenzó la revolución. Con Pacheco, Toquero o Laguardia como supervivientes al cambio, se conformó una plantilla con más de la mitad recién llegados, algunos con experiencia en la máxima categoría, otros con ninguna. Lo increíble de este Alavés es que esa transformación no ha pasado factura a un equipo que buscaba como primer objetivo salvarse cuanto antes, y que en febrero se ganó una plaza para la final de la Copa del Rey, tras un recorrido que, aun no siendo el más difícil de todos, no le quita ni un ápice de mérito, dado que muchos otros conjuntos más potentes que los vitorianos, o con mejores plantillas, al menos a priori, quedaron fuera durante el transcurso de la competición. Con una idea clara de juego, con un técnico que ha sabido exprimir al máximo a los suyos y sacarles todo el jugo, el Alavés se ha convertido en una de las revelaciones de esta temporada 2016/2017. Y, como era de esperar, aunque el mérito es colectivo, también aparecen nombres propios a destacar.

Empezando por la portería, defendida por Fernando Pacheco, que es uno de los porteros más fiables del campeonato, continuando por la zaga, con un Theo Hernández como principal protagonista en los medios de comunicación las últimas semanas, pasando por el centro del campo con dos jugadores claves como son Marcos Llorente y Víctor Camarasa, terminando en la línea de ataque con Ibai Gómez y Deyverson, sin olvidar al hombre que le dio el pase a la final del torneo copero, Edgar Méndez. Todos estos nombres y más han catapultado al Alavés a una temporada que la mayor parte de los entendidos del mundo del fútbol no podrían haber previsto al comienzo de esta campaña. Es normal que muchos de los nombrados ya hayan recibido los habituales cantos de sirena que empiezan a sonar cuando se hacen las cosas bien durante el curso y se aproxima su inevitable final.

La tarea no era sencilla, pero el técnico argentino ha sabido formar un bloque compacto y difícil de derrotar, y que ya dio la sorpresa en El Madrigal hace una vuelta, o en el mismísimo Camp Nou, pero que en su estadio no termina de dar con la tecla. Mendizorroza significa monte afilado o monte en pico, pero el Alavés este año no ha convertido del todo su estadio en su mejor arma. Villarreal, Eibar, Athletic y Celta serán sus rivales de aquí a final de campaña, y tras el último triunfo del equipo, en casa ante la Real Sociedad hace casi un mes, los vitorianos tratarán de lograr el mayor número de puntos posibles en su estadio, y seguir dando guerra allá donde vayan.

Mirando hacia delante, pero sin olvidar el retrovisor

Los jugadores del Villarreal celebran el tanto de Adrián contra el Betis | Fuente: laliga.es
Los jugadores del Villarreal celebran el tanto de Adrián contra el Betis | Fuente: laliga.es

Tan cerca, y a la vez tan lejos. Eso piensan muchos aficionados del Submarino Amarillo y también miembros de la plantilla y el organigrama del equipo de la Plana. A comienzo de temporada, el objetivo no era otro que tratar de repetir el éxito obtenido el año anterior, y durante una parte del campeonato parecía que se iba a lograr. Pero poco a poco, el Villarreal fue perdiendo fuelle, y sus competidores lo ganaban. El Atlético de Madrid, pese a un comienzo de campaña más irregular que el de anteriores temporadas, ha vuelto a colocarse en el podio de LaLiga, posición habitual para los colchoneros desde la llegada de Simeone. El Sevilla, pese a meterse entre Real Madrid y Barcelona durante buena parte del campeonato, tras la eliminación en Champions ante el Leicester ha perdido el rumbo, y como consecuencia, la ventaja con respecto al Atlético y las posiciones de privilegio de la clasificación que le permitía soñar con pelearle a merengues y azulgranas el trofeo liguero. Con todo, ocho puntos separan al Villarreal de los hispalenses, que empezaban cuartos esta jornada y son los que marcan las plazas Champions, con las que sueñan los amarillos.

Pero mirar hacia delante tiene sus riesgos, y es que descuidas la retaguardia. El tropiezo ante el Eibar tras el parón de selecciones ha dado vida a los armeros, que de perder en Vila-real prácticamente se hubieran borrado de la lucha por las plazas europeas que aseguran, a día de hoy, la participación en Europa el próximo curso. Pero los de Mendilibar derrotaron a los de Escribá y demostraron que no habían dicho la última palabra esta campaña, provocando que los amarillos despertaran abruptamente del sueño Champions, y empezaran a preocuparse por los que vienen detrás, que no renuncian a la Europa League. La victoria ante el Athletic, precedida por el triunfo ante el Betis, proporcionó al Villarreal una cierta ventaja con respecto a los de Valverde, que tienen perdido el goal average frente a los amarillos, aunque la goleada a Las Palmas de este viernes demuestra que tampoco renuncian a cazar al Submarino, que deberá poner los cinco sentidos en su visita a Mendizorroza, y seguir demostrando que lejos de su estadio es un rival a tener en cuenta.

Y es que el Villarreal de Fran Escribá, es uno de los conjuntos más duros de la categoría cuando juega de visitante, ya que ha obtenido 24 puntos lejos de Vila-real, por 30 que ha conseguido en su feudo. Es más: el Villarreal ha recibido más goles en su estadio (16 en 16 partidos) que lejos de éste (8 en 15 partidos), una estadística que explica cómo el Submarino era el conjunto menos goleado de LaLiga hasta hace pocas fechas, al recuperar el Atlético su media habitual. Además, ha caído derrotado en el actual Estadio de la Cerámica en cuatro ocasiones, y en solo tres como foráneo. Desde que comenzó la segunda vuelta, ha jugado seis partidos como visitante, obteniendo cuatro victorias (ante Osasuna por 1-4 y ante la Real Sociedad, Celta y Betis por 0-1), un empate (en Sevilla, 0-0) y una derrota (contra Las Palmas, 1-0), lo que sin duda ha dado un impulso al Villarreal tras un arranque de 2017 algo dubitativo, en el que perdió fuerza en su estadio y cayó eliminado de la Copa del Rey y la Europa League.

Todo esto, sin tener una referencia clara en ataque. Cierto es que a estas alturas de campaña, ha superado los tantos conseguidos en toda la pasada por el Villarreal de Marcelino (en la 2015/2016 marcaron 44 y antes de este encuentro han conseguido 45), pero no hay un goleador claro entre las filas amarillas. Los 45 tantos obtenidos por los de Escribá se reparten entre 14 jugadores, y uno que fue en propia puerta (Wass del Celta, jornada 8), siendo su máximo goleador un futbolista que no es un delantero, Roberto Soriano, que ha anotado ocho veces durante esta temporada. El atacante amarillo que más tantos ha logrado este curso es Sansone, con siete, pero lleva sin ver puerta tres meses, desde el 8 de enero ante el Barcelona. El máximo anotador el pasado curso, Cedric Bakambu, entre las lesiones que ha padecido y su ausencia durante buena parte del mes de enero como consecuencia de la Copa de África, ha reducido a la menos de la mitad su aportación goleadora para los suyos: 12 goles en la 15/16 por solo cinco que ha conseguido hasta el momento este curso. La irrupción de Soldado y Adrián en este inicio de 2017 se traducen en dos goles anotados por cada uno, aunque a la faceta ofensiva han aportado muchas soluciones que antes Escribá no tenía. Precisamente el ariete valenciano no podrá estar este lunes en Vitoria por acumulación de tarjetas amarillas. Lo más llamativo es que cumple ciclo de sanciones con apenas cinco partidos disputados tras su regreso a los terrenos de juego, es decir, ha visto una amarilla por encuentro jugado. Buena prueba de la intensidad con la que vive el jugador amarillo cada duelo.

Pese a la baja de Soldado en el partido de mañana, además de las de Víctor Ruiz (sancionado y lesionado), Jonathan dos Santos (no recuperado de sus molestias frente al Betis), Rukavina (padece un cólico biliar) y Castillejo (lesionado), unidas a las ya conocidas de Asenjo y Cheryshev, el Villarreal deberá continuar en la senda del triunfo para certificar cuanto antes las plazas europeas, porque cada vez que mira por el retrovisor, sigue viendo a sus perseguidores muy de cerca, y cada error puede pagarse muy caro.

Una sola victoria en Mendizorroza

Hasta el momento, el Villarreal se ha enfrentado en seis temporadas al Alavés en la máxima categoría del fútbol español, debido en buena parte a las diez campañas que el conjunto vitoriano permaneció alejado de la primera división de nuestro país. El precedente más reciente es sin duda el de hace una vuelta en El Madrigal, cuando los de Pellegrino se impusieron por 0-2, dando una gran imagen en el estadio amarillo.

Para encontrar el último encuentro en el estadio albiazul, hay que remontarse a la séptima jornada de la temporada 2005/2006, que terminó en empate a uno, siendo el segundo mejor resultado que los amarillos han obtenido en tierras vascas. Esa misma campaña, el duelo de la segunda vuelta cayó del lado villarrealense, al imponerse los de Pellegrini por 3-2 en la vigesimosexta fecha del campeonato.

El resumen de los duelos entre albiazules y amarillos se traduce en cinco victorias del Villarreal, cinco del Alavés, y tan solo un empate, por lo que hay máxima igualdad entre ambos conjuntos. Para encontrar la única victoria del conjunto de la Plana en Mendizorroza, hay que remontarse al 16 de septiembre del año 2000, en la segunda jornada, cuando los de Víctor Muñoz ganaron por 0-1, con gol de otro Víctor, Fernández en esta ocasión, en el minuto 68.

Locales débiles, visitantes fuertes

Mendizorroza albergará el duelo entre el quinto peor equipo como local y el quinto mejor equipo como visitante. La temporada del Alavés en su estadio no está siendo la mejor, pero sus buenas estadísticas como visitante le han sostenido a lo largo de esta campaña. Por su parte, el Villarreal vive un buen momento como equipo foráneo y buscará aumentar sus estadísticas lejos del Estadio de la Cerámica.

Como local, el Alavés ha jugado quince encuentros, con un balance de cuatro victorias, siete empates y cuatro derrotas, con 13 goles a favor y 19 en contra, aunque de esos diecinueve encajados, seis se los endosó el Barcelona en su visita hace unos meses, por lo que los datos goleadores del conjunto albiazul son bastante igualados como local.

Por su parte, el Villarreal ha disputado también quince partidos lejos de Vila-real, que se resumen en seis victorias, seis empates y solo tres derrotas, con 15 goles marcados y tan solo ocho goles recibidos, por lo que el Submarino es uno de los más difíciles de batir de todo el campeonato, con una media de menos de un gol recibido por partido como visitante.

EQUIPO PARTIDOS JUGADOS VICTORIAS EMPATES DERROTAS GOLES A FAVOR GOLES EN CONTRA GOL-AVERAGE PUNTUACIÓN

Alavés como local

15 4 7 4 13 19 -6 19
Villarreal como visitante 15 6 6 3 15 8 +7 24

Declaraciones previas al encuentro

El técnico argentino del Alavés, Mauricio Pellegrino habló en rueda de prensa sobre el duelo de mañana, contra un Villarreal que el míster no dudó en destacar. "Para mí el Villarreal es un equipo de Champions. El del lunes será un partido muy importante y tenemos muchas ganas", explicó el preparador albiazul, que también alabó las virtudes de los amarillos. "Tiene muy buenos jugadores en todas las líneas: defensas de garantías, un medio de campo de mucha calidad y delanteros peligrosos. Es un equipo muy competitivo", indicó el entrenador del equipo vitoriano. Preguntado sobre la posibilidad de lograr la permanencia matemática esta jornada también se pronunció "Si lo conseguimos, será algo para celebrar, más allá de que sigamos buscando mejorar y hacerlo lo mejor posible en este tramo final", sentenció el míster.

Por su parte, Fran Escribá, entrenador del Villarreal, tiene presente que esta jornada, el encuentro es de "máxima dificultad", y no dudó en destacar la gran campaña de los albiazules, equipo que ya les venció en la primera vuelta. "Espero un partido muy igualado, de máxima dificultad, que se acabará resolviendo por pequeños detalles. El Alavés es un equipo muy completo, fuerte físicamente, con una identidad muy definida, que en su campo aprieta mucho y que nos va a poner las cosas muy difíciles, como ya hizo en la primera vuelta de la temporada", explicó el míster amarillo, que también  se refirió a las bajas que tiene el Submarino para esta jornada. "Estamos un poco cortos en las bandas, pero también es verdad que tenemos alternativas y soluciones importantes, como Sansone o Adrián, que ya han jugado en esa posición; o el mismo Leo Suárez. Víctor Ruiz también es un jugador importante que no lo tendremos en los próximos partidos, pero confiamos plenamente en los demás, porque se lo han ganado con su rendimiento esta temporada", explicó el valenciano. 

El colegiado será Álvarez Izquierdo

El colegiado del encuentro, en un partido de LaLiga | Imagen: Raúl Pajares (VAVEL.com)
El colegiado del encuentro, en un partido de LaLiga | Imagen: Raúl Pajares (VAVEL.com)

El árbitro catalán Alfonso Javier Álvarez Izquierdo ha sido designado para dirigir el enfrentamiento entre albiazules y amarillos que tendrá lugar mañana lunes 17 de abril a las 20:45 horas en Mendizorroza.

Veterano en la categoría, lleva arbitrando en LaLiga Santander desde hace diez campañas, siendo éste su undécimo curso. Esta temporada ha dirigido quince encuentros en la competición española, además de tres en Copa del Rey, dos de ellos precisamente a los dos equipos: el Alcorcón-Alavés, correspondiente a la ida de cuartos de final, con resultado de 0-2 para los vitorianos, y el Villarreal-Toledo, partido de vuelta de dieciseisavos, que finalizó con empate a uno.

Al Alavés en primera división no le ha arbitrado aún, mientras que al Villarreal le ha dirigido veinte encuentros, uno de ellos esta campaña ante el Granada en la jornada 20, con resultado favorable para los amarillos de 2-0. El balance con este colegiado para el Submarino en la categoría es de 12 victorias, dos empates y seis derrotas.

Convocatorias

Alavés: Pacheco, Ortolá, Ely, Raúl García, Alexis, Laguardia, Theo Hernández, Kiko Femenía, Vigaray, Marcos Llorente, Camarasa, Óscar Romero, Ibai Gómez, Sergio Llamas, Daniel Torres, Manu García, Krsticic, Santos, Toquero, Deyverson y Katai. 

Villarreal: Andrés Fernández, Barbosa, Mario Gaspar, Mateo Musacchio, Daniele Bonera, Álvaro González, Jaume Costa, Bruno, Rodrigo, Manu Trigueros, Roberto Soriano, Leo Suárez, Aitor Cantalapiedra, José Carlos Lazo, Adrián, Bakambu, Sansone, Santos Borré y Mario González.

El Alavés tiene las bajas por sanción de Zou Feddal y Edgar Méndez, además de no poder contar con Rubén Sobrino, que se ha recuperado de su lesión pero Pellegrino no le ha incluido al no tener aún ritmo de competición. Toquero se ha entrenado con normalidad con los suyos y está disponible para el duelo de mañana. 

Por su parte, el Villarreal pierde para este partido a cinco jugadores, algunos de ellos de sus hombres más importantes: Soldado por sanción, Víctor Ruiz también sancionado pero además cayó lesionado ante el Athletic, Jonathan dos Santos que no se ha recuperado de la lesión padecida al final del duelo ante el Betis, Rukavina padece un cólico biliar y Castillejo también con problemas musculares, producidos igualmente frente a los vascos. Se añaden a las de Asenjo y Cheryshev, de larga duración. Destaca la presencia en la convocatoria de los jugadores del filial Leo Suárez, Aitor Cantalapiedra, José Carlos Lazo y Mario González.

Posibles alineaciones