Blanquiazules y amarillos tenían dos sueños, y uno de ellos se ha desvanecido  en esta noche de lunes Santo en Mendizorroza. La ilusión de "tot un poble" como dice el himno del Villarreal, la ilusión por luchar la cuarta plaza hasta el final. La derrota ante el Alavés baja a la tierra a un Villarreal que luchó on más corazón que fútbol. Los locales acertaron en los momentos claves para encarrilar un partido que dominaron durante gran parte, pero el arreón final del Submarino puso contra las cuerdas a los pupilos de Pelegrino, que acabaron pidiendo la hora. 

El conjunto vitoriano llegaba al choque sin conocer la victoria desde el pasado 18 de marzo, con este triunfo suman 43 puntos y consiguen la permanencia de forma matemática. Con el sueño y todas las esperanzas puestas en  la gran final de la Copa del Rey ante el FC Barcelona. Por su parte, el Submarino Amarillo mantiene la quinta plaza con 54 puntos en una  apasionante pugna junto al Athletic Club y la Real Sociedad en los puestos que dan acceso a la Europa League. 

Primer acto azulón

Sin embargo, las aspiraciones no se vieron reflejadas en el arranque sobre  césped de Mendizorroza. El Deportivo Alavés impuso su ritmo desde el primer minuto, incomodando la posesión del Submarino y llegando con claridad a la meta defendida por Andrés Fernández.  

Alrededor del minuto siete, Ibai Gómez desperdició una gran ocasión cuando los aficionados ya celebraban su disparo potente desde el borde del área tras una brillante acción individual. El balón fue por la esquina inferior izquierda de la portería, pero Andres Fernández hizo una parada salvadora. Excepto algún tímido arañazo de Roberto Soriano,  el conjunto de Escribá no mostraba su mejor versión. 

En los últimos 10 minutos del primer tiempo, el Deportivo Alavés puso tierra de por medio en el marcador. Ni la solidez defensiva sostuvo al conjunto "groguet". Ibai Gómez abrió el marcador con un auténtico golpeo desde la frontal del área, imparable para Andrés Fernández. Tras el gol, intentó reaccionar el Villarreal con un par de tímidas llegadas sin aparente peligro. Lejos de llegar la igualada, una magnífica triangulación iniciada en el costado derecho del ataque blanquiazul desbordó la defensa grogueta. Kiko Femenía la puso perfecta y Ely remató de cabeza plácidamente en la meta de gol para convertir el segundo tanto. La afición del Glorioso enloqueció al borde del descanso. Dos tantos que encarrilaron el partido y dejaron muy tocados a los amarillos.

Arreón insuficiente del Submarino

El inicio del segundo acto continuó con la misma tónica, la intensidad azulona pasaba por encima de un Villarreal sin alma y sin fútbol. No tardó Escribá en dar entrada a Trigueros, uno de los mejores futbolistas esta temporada en el conjunto castellonense. Con el paso de los minutos, el terreno de juego se fue inclinando sobre la meta de Pachecho, que había pasado desapercibido durante la primera hora de partido.

Jaume Costa despertó a los suyos con actitud y fuerza por el carril zurdo, muy cerca estuvo de provocar la pena máxima tras un robo sobre Toquero. Eran los mejores minutos del Submarino, que empezó a triangular con un mayor dinamismo en la zona de tres cuartos.

La verdadera reacción llegó en los últimos veinte minutos. Bakambu recortó distancias con un disparo que rebotó en Ely para acabar en el fondo de las mallas. Un tanto que cambió el partido por completo en el tramo final del encuentro. Dos minutos después, el congolés tuvo el empate en un disparo franco que no cogió portería. Sufría el Alavés y quedaban más de quince minutos.

Al todo por el todo, Roberto Soriano asumió galones e hizo mucho daño a la defensa del Alavés partiendo desde la izquierda. En una de sus inclusiones, asistió a Bakambu que remató con la puntera, Pacheco salvó de forma milagrosa. Todavía dispuso de un último cartucho el Submarino para salvar un punto de su visita a Mendizorroza. En el minuto 92, un error defensivo habilitó a Bakambu que encaró a Pacheco totalmente solo, el disparo se marchó ligeramente desvíado, y el goleador amarillo lamentó la oportunidad perdida.

De esta forma, el Alavés sumó los tres puntos de forma agónica. En el lado contrario, el Submarino reaccionó en el tramo final sin ser suficiente para conseguir puntuar en el templo blanquiazul. Con 43 y 54 puntos respectivamente, los locales volvieron a la senda de la victoria, mientras los visitantes dicen adiós al sueño de la Champions League.