El Villarreal ha cerrado la temporada 2016-2017 de la mejor forma posible. Los amarillos llegaban al especial encuentro de Mestalla dependiendo de si mismos y así fue. Los de Fran Escribá ganaron 1-3 a un Valencia que opuso resistencia y tuvo contra las cuerdas a su rival en multitud de ocasiones, especialmente en la primera mitad. Sin embargo, una gran reacción tras el descanso propulsó al Villarreal a la victoria, y como consecuencia, el billete directo para disputar la próxima Europa League

Pese a que Escribá renunció a dar la convocatoria en el día de ayer, debido a las molestias que sufrían cinco futbolistas, al final solo Víctor Ruíz se quedó fuera de la lista, mientras que Soldado, Bruno, Trigueros y Soriano fueron de la partida en la tarde de hoy. El Villarreal salió con su habitual 4-4-2, conformando la alineación los siguientes futbolistas: Andrés Fernández, Mario, Bonera, Álvaro, J.Costa, Bruno, Trigueros, Jonathan Dos Santos, Soriano, Bakambu y Soldado. Así, el técnico valenciano apostaba por su once de gala en las últimas jornadas, con la única excepción de Bonera por Ruíz. Por su parte, el Valencia partió con un 4-5-1 conformado por: Jaume, Montoya, Santos, Mangala, Gayá, Parejo, Soler, Cancelo, Rodrigo, Nani y Zaza. 

Ante lo que podía esperarse como una táctica 'amarrategui' ante un Valencia dominador, desde el primer momento vimos a un Villarreal que quiso la pelota, haciéndose fuerte desde la defensa pero sin recurrir en exceso al contraataque. Pese a que las cosas empezaron de la mejor forma posible, a los amarillos se les iban a complicar mucho las cosas en la primera mitad. Fernández Borbalán pitó el inicio del encuentro, sacó el Valencia y llegó el primer gol, el más rápido de toda la historia de derbis entre ambos conjuntos. Santos y Mangala no se entendieron y Soldado aprovechó un taconazo del primero para efectuar un fuerte disparo a puerta que acabó besando las mallas. El 0-1 calmó durante unos pocos minutos el partido, con un Villarreal dominador que buscaba rápidamente el segundo tanto. Pero las cosas iban a cambiar. 

El Valencia despertó, y de que manera. Durante más de media hora agitó a su rival y gozó de claras ocasiones para poner el empate en el marcador, pero Andrés Fernández se hizo enorme bajo los palos. Las constantes subidas de Gayá y las internadas de Cancelo, así como la electricidad de Nani (que fue el mejor de los ches) hicieron a temblar una sólida defensa como es la del Villarreal. Pero ambos muros, zaga y defensa visitantes, aguantaron el chaparrón hasta el descanso. 

La segunda mitad supuso una importante reacción para los visitantes. El mediocampo amarillo se hizo dueño de la posesión, y la conexión Bruno-Trigueros calmó el ímpetu local. La presión alta de Soldado y Bakambu casi ocasiona el 0-2, pero la zaga che solventó el problema. Poco después, cuando mejor estaba plantado el Submarino, llegó el empate. Un gran centro de Rodrigo fue aprovechado por Nani, que cabeceó de forma impecable para batir a Andrés y poner el 1-1 en el electrónico. Acto seguido, sin tiempo de reacción local, llegó el fruto del buen trabajo realizado por los amarillos. Manu Trigueros, dueño del mediocampo de Mestalla, marcó el 1-2 a pase de Dos Santos, poniendo pie y medio en la quinta plaza. 

La distancia en el marcador era corta, pero muy grandes eran las diferencias entre la moral de uno y otro equipo. Y se notó en el tramo final. Nani y Zaza fueron las dos principales amenazas del Villarreal, y de ellos surgieron las dos únicas ocasiones claras de los locales (aparte del gol) en toda la segunda mitad. Los de Escribá levantaron un muro, una pared inquebrantable de ilusión que el Valencia no pudo romper. Bonera demostró que la edad es solo un número, y Álvaro que puede suplir a Musacchio y Víctor Ruíz con total plenitud de garantías. Bruno, Trigueros y Dos Santos durmieron el encuentro y embotellaron a los locales en los últimos diez minutos. La entrada de Adrián no hizo sino dar mayor verticalidad y peligro a las bandas del Submarino, y por ahí llego el definitivo 1-3 de Sansone. El cambio de Bakambu por Rodrigo supuso el cerrojo final a un triunfo que certificó la quinta posición para el Villarreal. Otro año más, el Submarino Amarillo jugará en el viejo continente por la ilusión de lograr un título.