Una vez finalizada la competición, el Villarreal continuará con un proyecto que se inició hace un par de años y que cristalizó el pasado 8 de enero con la remodelación de la fachada del estadio amarillo y su cambio de nombre al actual Estadio de la Cerámica. En este período estival, el Submarino cambiará la cara a la tribuna y mejorará todavía más la zona de prensa, para que dé comienzo las obras solamente hace falta el permiso del ayuntamiento y además el conjunto que preside Fernando Roig pedirá jugar la primera jornada de la temporada 2017/2018 a domicilio, para que las obras estén totalmente terminadas para el inicio de la competición liguera.

''Solicitaremos jugar el primer partido fuera, para que el 29 de agosto, cuando está previsto que se dispute la segunda jornada, el estadio pueda estar totalmente listo''. Fernando Roig espera que el permiso del ayuntamiento se dé cuanto antes para que las obras comiencen a la mayor celeridad posible, además avanzó alguna de las modificaciones que se van a llevar a cabo: '' Además, hay una parte que va a crecer sobre la acera de la grada de tribuna y contará con un envolvente parecido a lo que ya hay en la plaza del Llaurador''.

El Villarreal con estas remodelaciones busca que todas las personas que acudan al coliseo amarillo estén totalmente cómodas para seguir fidelizando a una afición que la temporada pasada ya acudió en un gran número. El objetivo del Submarino en la próxima campaña de abonados es que se sobrepasen la cifra de los 19.000 abonados, sin duda una cantidad que espolearía aún más el proyecto de la temporada que viene en la que los aficionados podrán disfrutar de LaLiga Santander, la Copa del Rey y la Europa League a un precio que apunta a asequible una vez más.