Un gol de Nicola Sansone en Mestalla daba por concluída una campaña apasionante en Villarreal. Grandes fichajes, nuevo entrenador, una clasificación fallida para Champions League, un arranque vertiginoso en la Liga, un comienzo desastroso del año 2017, debacle en la Europa League y un final de temporada que certifica la presencia del submarino en la próxima edición de la Europa League. Se pone fin a una temporada de sobresaltos, altibajos, grandes alegrías y decepciones. Y por tanto se pone fin al primer capítulo de la etapa de un controvertido Fran Escribà a los mandos del equipo castellonense, y que ha sembrado las dudas en el seno de una afición que volverá a disfrutar del fútbol europeo la próxima campaña.

Una nueva plantilla competitiva y de calidad

Salieron nueve jugadores y entraron otros nueve. El Villarreal reforzó su plantilla con la intención de ser competitivo en Champions League y poder cuajar un papel destacado en el campeonato doméstico. Se empoderó el fondo de armario, dotando a la plantilla (por entonces de Marcelino) de dos jugadores de calidad por cada puesto en el campo.

Dejaron el club jugadores de la importancia de Eric Bailly, Denis Suarez o Alphonse Aréola, así como Samu García, Tomás Pina, Adrián López, Leo Baptistao o Nahuel Leiva. Dejando en caja un total cercano a los 50 millones de euros, procedentes en especial de los 38 millones (más otros tres al haber ganado la Europa League) de la venta del central costamarfileño Eric Bailly al Manchester United.

Un dinero que sería reinvertido por el club en otras tantas operaciones de cara a reforzar todas las líneas del campo. En la portería, Andrés Fernández sería el elegido para suplir la baja de Alphonse Aréola, uniéndose así a Sergio Asenjo y Mariano Barbosa. El meta murciano, llegó cedido procedente del Oporto, donde había gozado de pocas oportunidades, por lo que pasó el curso anterior cedido en el Granada. Ya vestido de amarillo, tuvo un comienzo complicado de temporada, con pocas participaciones y sin mostrar un buen rendimiento, sin embargo tras la nueva lesión de Asenjo, el meta murciano se erigió como una pieza clave dentro del equipo.

En la parcela defensiva, la venta de Bailly y la plaza vacante en el lateral izquierdo que dejaban Adrián Marín en el lateral izquierdo, forzaron al Villarreal a acudir al mercado en busca de refuerzos. Primero llegó Alfred N'Diaye, petición expresa de Marcelino para el centro de la zaga, a cambio de unos ocho millones de euros del Real Betis. Sin embargo, tras la llegada de Fran Escribà al banquillo groguet, N'Diaye pasó a ser considerado pivote, de forma que en el último día de mercado se llegó un acuerdo por el central del Espanyol Álvaro González, para ocupar la plaza de central. Por su parte, junto a Andrés Fernández, llegó cedido del Oporto el asturiano José Ángel para cubrir el lateral izquierdo.

Foto: Mª José Segovia (VAVEL España)
Foto: Mª José Segovia (VAVEL España)

Más allá de N'Diaye, el mediocampo contó con dos refuerzos más. Por un lado, se dio el regreso de un jugador muy querido por el club, como Denis Cheryshev, quien esta vez llegaría en propiedad a cambio de unos siete millones de euros, y arrastrando una lesión de la que no se pudo desentender en toda la campaña. Por otro lado, la línea de medios subió un nivel en calidad con la llegada del fuoriclasse italiano Roberto Soriano, un talentoso volante que ha maravillado a propios y extraños con su calidad en su primer año como amarillo, justificando el pago de los 15 millones de euros que se abonaron a la Sampdoria.

Ya por último, en la delantera se requería de dos refuerzos que cubriesen las bajas de Adrián López y Leo Baptistao al término de sus respectivas cesiones. Llegaría primero una de "las bombas" del verano, el brasileño Alexandre Pato procedente del Corinthians a cambio de unos 3,5 millones de euros. Pese a que su estancia duraría hasta enero, dejaría muestras de su infinita calidad, aunque no con la regularidad deseada. Asimismo, se incorporó a otro italiano como Nicola Sansone por 13 millones de euros del Sassuolo, que aportaría a la postre una cifra significativa de goles, así como el colombiano Rafael Santos Borré cedido a última hora del Atlético de Madrid para cubrir la lesión de larga duración de Roberto Soldado.

Marcelino, Escribà y el Mónaco

El mes de agosto traería consigo una debacle que marcaría el curso de toda la temporada. Y es que el Submarino estaba concentrando todos sus esfuerzos en salir victorioso de la previa de UEFA Champions League y así volver a la máxima competición del fútbol europeo tras cinco años de ausencia. Plantilla competitiva y un proyecto ilusionante, nada parecía poder salir mal. Las cosas se comenzaron a torcer desde los partidos de pretemporada, ocho encuentros en los que el Submarino logró tan sólo dos victorias (ante rivales menores como L'Hospitalet y Nástic), tres empates (ante Real Sociedad, Sporting de Lisboa y de Braga), por tres derrotas (ante Oporto, Deportivo de la Coruña y Leganés). Anotando tan sólo seis goles y recibiendo ocho. Una pretemporada en la que para más inri, se sucedieron las lesiones de jugadores relevantes, tales como Roberto Soldado o Denis Cheryshev.

La debacle llegó a escasas dos semanas de la ida de la previa: la destitución de Marcelino, un acontecimiento que hizo saltar todas las alarmas en medio de un clima de incredulidad e incompresión. Numerosas son las hipótesis que se manejan sobre el porqué de tan repentina salida, y todas apuntan a roces y rencillas con directiva y jugadores. Sea como fuere, al día siguiente se conoció que su sustituto sería el valenciano Fran Escribà, quien se encontraba sin equipo tras haber sido destituído el año anterior del Getafe.

Con un nuevo entrenador, una plantilla plagada de lesiones y un clima un tanto escéptico de cara a las posibilidades de pasar a la fase de grupos de Champions, llegó el día de recibir al AS Mónaco en El Madrigal. El encuentro comenzó con el pie izquierdo, con un penalti cometido por un cuestionado Alfred N'Diaye que sería transformado por Fabinho a los tres minutos de juego. Una acción que marcaría el rumbo de una eliminatoria que, pese al empate de Pato en la primera parte, terminaría con victoria del cuadro monegasco en su partido de ida. 

Foto: uefa,com
Foto: uefa,com

Antes de viajar al Principado para jugar el encuentro de vuelta, tocaba iniciar la Liga con un encuentro ante el Granada que se cerraría con 1-1 y en el que Samu Castillejo realizó las famosas declaraciones afirmando que necesitaban un técnico como Escribà que "les hablase flojito". Con el campeonato doméstico ya en marcha, era el turno de tratar de revertir el resultado adverso de la ida de la previa. Sin embargo, el Mónaco fue fuerte en su estadio y fue capaz de inhibir cualquier intención del Submarino de llevar la iniciativa. Finalmente otro gol de Fabinho en el minuto 90' de penalti para sellar un 1-0 que dejaba al Villarreal sin la ilusión de la Champions y les obligaba a jugar la Europa League. Asimismo, sería el comienzo de la andadura de un Mónaco que se convertiría en la revelación de la competición, llegando hasta las semifinales.

El mes de agosto se cerraría con el primer encuentro de Liga en El Madrigal, el empate (0-0) ante un rival directo como el Sevilla de Sampaoli.

Septiembre invicto para hacerse notar

Con el varapalo de la eliminación europea aún presente, el equipo debía reponerse para conseguir lograr todos sus objetivos de cara al final de temporada. Y sin perder ni un solo segundo, los de Fran Escribà cambiaron la actitud y la imagen. La gran tarea del técnico valenciano en el apartado psicológico fue fundamental para que en el mes de septiembre, el Villarreal se convirtiese en un equipo a tener en cuenta. Y es que consiguieron mantenerse todo el mes invictos y luchando por las primeras posiciones.

El mes comenzó con una positiva victoria en La Rosaleda por 0-2 ante el Málaga de Juande Ramos. Rafael Santos Borré dejó su primer detalle de calidad en la jugada del primer gol obra de Jaume Costa, al que luego le seguiría la sentencia de Nicola Sansone. Las sensaciones eran muy positivas, y así se reflejaron en el debut en la Europa League, en el que los amarillos recibían al Zürich suizo. Un encuentro que comenzó con sorpresa, merced a un gol del delantero visitante Armando Sadiku al segundo minuto de juego, la genial sociedad entre Alexandre Pato y Jonathan dos Santos, con un gol de cada uno para dar con brillantez la vuelta al resultado.

Foto: Daniel Nieto (VAVEL España)
Foto: Daniel Nieto (VAVEL España)

Las sensaciones siguieron mejorando, a continuación llegó la victoria ante un rival directo como la Real Sociedad (2-1) en el que Nicola Sansone dejó uno de los tantos de la campaña con un zapatazo desde 50 metros. El Submarino se hacía notar, era un rival a tener en cuenta y así lo dejó claro en su visita al Santiago Bernabéu, su primera prueba de fuego, que solventó llevándose un punto a Castellón tras empatar (1-1) con un gol de Bruno Soriano, al que contestaría a posteriori Sergio Ramos.

La Liga siguió adelante, y era turno de recibir a Osasuna, donde el Submarino demostró todo su potencial ofensivo, cuajando uno de los encuentros más completos de la temporada en los que los tantos de Alexandre Pato, Bruno y Sansone aportaron sus goles para hacer el 3-1 final. Con este resultado, los de Fran Escribà logró sumar 12 puntos que le ponían en cuarta posición, a dos puntos del líder.

Por contra, pese a mantener la imbatibilidad, las sensaciones en Europa League no fueron igual de positivias. Las excesivas rotaciones y los largos viajes para jugar fuera de casa pasaron factura, La segunda jornada de la fase de grupos, llevó a los castellonenses a Bucarest, en donde se enfrentaron al Steaua, cosechando un decepcionante empate (1-1) dejando una pobre imagen.

Octubre de la consagración y la primera derrota

El décimo mes del año fue el de la consagración del Submarino como una alternativa real. Fran Escribà logró construir a un equipo que jugaba con criterio liderado por un sorprendente y brillante Manu Trigueros. Tras comenzar octubre con un mediocre empate (0-0) ante el Espanyol en Cornellá el Prat, el Villarreal dejaría en siguiente el encuentro contra el Celta de Vigo un partido para el recuerdo. Roberto Soriano en dos ocasiones, Bakambu, Wass (pp) y Trigueros firmaron el quinteto de tantos endosados por el equipo groguet al celeste. Un recital de juego ofensivo, una exhibición de talento que seguía incrementando las buenas sensaciones.

Si bien es cierto, la fase de grupos de la Europa League siguió siendo un asunto bien diferente a la Liga, en el que los de Fran Escribà no terminaban de carburar. Buena prueba de ello fue el empate (2-2) en su visita a Ankara para enfrentarse ante el desconocido Osmanlispor turco, un resultado que comenzó a sembrar las dudas acerca de las posibilidades de clasificación a la siguiente fase, algo que en un principio se daba por tarea fácil, en un grupo conformado por el propio Osmanlispor, el Steaua de Bucarest y el Zürich de la segunda división suiza.

Foto: Ángel Ezkurra (VAVEL España)
Foto: Ángel Ezkurra (VAVEL España)

Tras el tropiezo europeo, el regreso de la competición doméstica volvió a ser sinónimo del regreso del buen fútbol. El siguiente rival sería la UD Las Palmas de Quique Setién, que estaba realizando un excelso comienzo de campaña. El encuentro se cerró con victoria (2-1) para los castellonenses tras una remontada sobre la bocina gracias a los goles de Nicola Sansone (p) y Cédric Bakambu, con los que quedó neutralizada la obra maestra protagonizada por Tana, Jonathan Viera y Boateng para abrir el marcador. Una semana más tarde, la visita del Submarino a Ipurúa para enfrentarse al Eibar supuso la primera derrota de la campaña en Liga, siendo esta vez los armeros quienes remontaran a los de Escribà, Siete minutos (80'-87') bastaron a los vascos para sobreponerse al gol de Bruno en la primera mitad. Al término del mes, el Villarreal fue relegado por el Sevilla a la quinta posición, aunque la distancia con el liderato era de apenas cinco puntos.

El declive comenzó en noviembre

El mes de noviembre comenzó con la Europa League, una competición que el Villarreal empezó con una victoria y dos empates a pesar de que el grupo era, previsiblemente, asequible. Sin embargo, el Submarino perdió por 1-2 en el, entonces, Madrigal ante el Osmanlispor,  en un partido muy trabado en el que destacó Rodrigo, que incluso anotó su único gol en esta temporada. Este partido supuso un punto de inflexión para la temporada del canterano, que a partir de este momento, dio un paso al frente en el centro del campo.

Pese a la derrota, el equipo se rehízo con el partido del Betis, cuando el equipo logró una cómoda victoria por 2-0 también en su propio estadio. Aquella victoria supuso que el Villarreal se colocara tercero en la clasificación por delante del Barça, y permitió a Asenjo colocarse como Zamora con un promedio de 0.64 goles por partido. El Submarino se posicionaba con fuerza en la Liga Santander.

Foto: PhotoSilver (VAVEL España)
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El parón de selecciones fue un frenazo en las aspiraciones del Villarreal. Además, el equipo visitaba San Mamés un campo que siempre ha resultado difícil en las últimas temporadas. Una nueva derrota se sumaba en Liga, con un 1-0 que pudo ser peor si no hubiera sido por las apariciones de Asenjo bajo palos. Tras el duro varapalo ante el Athletic, el equipo podría haber mejorado su imagen en Europa League, ante el Zúrich en Suiza, donde pese a demostrar una clara superioridad, el Villarreal no logró pasar del 1-1 en el marcador. El equipo llegó a fallar hasta 7 ocasiones claras de gol, y se acusó al equipo de falta de actitud.

El mes de noviembre no fue nada bueno para el Villarreal. El partido en casa ante el Alavés fue un partido para olvidar. Enseguida el equipo vasco se colocó 0-2 en el marcador y el Villarreal no supo remar contracorriente. Musacchio cometió un error defensivo clave que le costó al equipo los tres puntos. Aunque el mes terminó de mejor forma, en Copa del Rey ante el CD Toledo por 0-3 donde volvió a brillar el mejor Cheryshev, aunque se retiró en el descanso por lesión.

Cerrar el año con buena cara

Tras un nefasto mes de noviembre, el mes de diciembre supuso todo un revulsivo en el Villarreal, y eso que el equipo empezó empatando a cero en el campo del Leganés, que además dejó la lesión de Castillejo durante un mes. Sin embargo, el equipo se supo reponer, y cuajó un gran mes antes del parón de navidad. El 8 de diciembre, el Villarreal tenía un partido clave en Europa League ante el Steaua de Bucarest. Solo valía ganar para clasificarse, y el equipo cumplió con un ajustado 2-1 en el que destacó Trigueros así como la lesión de Musacchio. El Villarreal se clasificó como segundo de grupo.

Foto: PhotoSillver (VAVEL España)
Foto: PhotoSillver (VAVEL España)

El punto de inflexión fue el partido en El Madrigal ante el Atlético de Madrid, donde el Villarreal parecía irreconocible al vencer por 3-0 a los rojiblancos ante su afición. El Submarino cuajó uno de los mejores partidos de la temporada y los de Simeone no pudieron con el muro amarillo en ningún momento. Tras este gran partido, la visita al Sporting fue tranquila, y se venció con solvencia por 1-3 con un gran partido de Pato, que cuajó su mejor partido del año. Así, el Villarreal llegaba al parón navideño con Castillejo, Cheryshev, Musacchio y Soldado en la enfermería. Pero antes, quedaba saldar la eliminatoria de Copa del Rey, encarrilada ante el Toledo, que terminó con un 1-1 en el marcador del Madrigal. 2016 había llegado a su fin. 

Comienzo del año en caída libre

El 2017 empezaba con la ida de la Copa del Rey ante la Real Sociedad, que sin duda, fue uno de los peores encuentros que el Submarino ha disputado esta temporada. La derrota por 3-1 dolió mucho en el equipo y la afición a pesar del regreso de Castillejo y Musacchio. Precisamente el argentino, cometió de nuevo un grave error defensivo en uno de los goles y también erró a portería vacía el posible 3-2 en el último suspiro. Aunque, si por algo será recordado este partido, es por el evitable tanto que encajó el Villarreal, cuando Mario y Asenjo no supieron entenderse y acabaron enviando el balón al fondo de la red. La vuelta de Copa del Rey el 11 de enero, fue un mero trámite para la Real Sociedad que con un solvente 1-1 logró pasar de ronda sin complicaciones.

En casa, el año empezaba mucho mejor: con el nuevo nombre del estadio, El Estadio de la Cerámica, y una nueva fachada en fondo sur, de azulejos amarillos con luces incorporadas. Para su presentación se eligió un partidazo, el Villarreal - Barcelona, que terminó con 1-1 tras el empate de los culés en el minuto 89’. Un partido, que no estuvo exento de polémica en ambas áreas, y que Iglesias Villanueva no estuvo a la altura de arbitrar.

Foto: PhotoSillver (VAVEL España)
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Una vez más, el Villarreal empataba fuera de casa, concretamente ante el Deportivo de la Coruña con un 0-0 en un partido aburrido, sin prácticamente ocasiones en ningún área. El Villarreal pasó por Riazor, ‘sin pena ni gloria’. El 21 de enero se disputó el ansiado derbi en el Estadio de la Cerámica, un partido siempre calentado por las aficiones, aunque nunca con ningún problema violento entre ellas. El Villarreal manejó al Valencia en todo, excepto en goles. Enseguida los chés se pusieron por delante en el marcador y cuando, a los pocos minutos, un fallo de Asenjo  les regaló el segundo, el Valencia ya dejó sentenciado el partido. Nada logró hacer el Submarino para cambiar la situación. El propio Jaume Costa decía en zona mixta, que era “necesario” un cambio de actitud en el equipo para lograr “girar la situación”.

Finalmente, para desquitarse de un mes con malos resultados, el Villarreal logró vencer a un pobre Granada por 2-0, en un partido que supuso el primer gol de Álvaro González con la elástica amarilla. Febrero se presentaba apasionante. 

Buscando caminos para huir de la Roma

El segundo mes del año no fue demasiado edificante para las aspiraciones del Villarreal, debido sobretodo a la debacle sufrida en la Europa League al eliminarse de manera poco explicable, tras perder (0-4) ante la Roma en la ida. Un resultado casi imposible de remontar, los amarillos en la vuelta lo intentaron, pero solo fueron capaces de ganar (0-1) con gol de Borré.

Lo cierto es que el mes de febrero no empezó del todo mal, el conjunto dirigido por Escribá logró un valioso punto al empatar sin goles en el Ramón Sánchez Pizjuán frente al Sevilla, el conjunto amarillo puso en liza un equipo muy competitivo para no perder en un escenario tan complicado. Sin embargo, una semana después volvieron las malas sensaciones en el empate ante el Málaga en el Estadio de la Cerámica, el Submarino no jugó nada bien y no pudo lograr los tres puntos en un encuentro marcado por la polémica, que esta vez favoreció a los de Escribá.

Llegaba el partido que marcaría la temporada, la Europa League volvía al coliseo amarillo con un equipo del potencial de la Roma como protagonista. La sensación en el entorno era bastante pesimista las horas previas al choque y esa sensación se trasladó al terreno de juego. El Villarreal no realizó un mal partido, pero el rival fue muy efectivo con un Dzeko que destrozó a la zaga amarilla y de paso las aspiraciones europeas del Submarino.

Foto: PhotoSilver (VAVEL España)
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Tres días después del desastre europeo, el conjunto amarillo tenía un difícil encuentro en Anoeta ante la Real Sociedad. Curiosamente en uno de los peores encuentros del Villarreal en toda la temporada, se sacó el orgullo y con un gol en el último minuto de Jaume Costa el Submarino logró unos tres puntos vitales para la autoestima y poder afrontar  la semana siguiente la vuelta de la Europa League con dignidad. El partido en el Olímpico fue muy diferente al de la ida, el conjunto de Escribá dio la cara y con un poco más de suerte se podía haber pensado en el milagro, pero el gol de Borré en los primeros minutos del encuentro fue claramente insuficiente.

Para cerrar febrero esperaba el Real Madrid en el Estadio de la Cerámica, el encuentro deparó emociones muy fuertes, ya que el Villarreal se adelantó con un 2-0, pero la épica merengue y alguna decisión arbitral que pondría al colegiado Gil Manzano en el "ojo del huracán", hicieron que el marcador final acabara siendo 2-4. Además la lesión grave de Asenjo acabó siendo la peor noticia que se podía dar.

Resurreción en marzo

El mes de marzo fue particularmente positivo para el Villarreal, el conjunto amarillo logró utilizar la debacle europea para relanzar el rendimiento en LaLiga. El Submarino en este mes logró tres victorias con el lunar de la derrota en el último partido a domicilio frente a Las Palmas, sin duda unos guarismos que indicaban que la evolución iba a ser muy positiva para seguir optando a repetir clasificación europea como unos meses después se certificaría.

El primer partido del nuevo mes iba a deparar una visita entre semana a El Sadar ante un Osasuna en una situación muy delicada que necesitaba ganar para dejar de estar en la cola clasificatoria, el conjunto amarillo hizo su trabajo y ganó con relativa comodidad a los navarros por 1-4. Tres días después llegaba el Espanyol al Estadio de la Cerámica, era un encuentro complicado debido a que el conjunto de Quique Sánchez Flores estaba muy cerca del Submarino en la pugna por asaltar los puestos europeos, el conjunto de Escribá volvió a mostrar un buen nivel ganando cómodamente superando al conjunto perico en muchos aspectos del juego.

Foto: PhotoSilver (VAVEL España)
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En el último partido antes del parón de selecciones, el Villarreal tenía que visitar el Estadio de Gran Canaria para medirse a la UD Las Palmas, un partido trampa debido a la difícil situación que venía travesando el equipo dirigido por Quique Setién. No fue un encuentro plácido para los amarillos, un par de errores defensivos al principio del partido y la expulsión de Musacchio impideron que el Submarino prorrogara la racha de tres victorias consecutivas.

La última derrota en Gran Canaria empañó el buen mes que había realizado el Submarino, volviendo así al buen nivel competitivo al que se ha vuelto tras el duro varapalo en la Europa League. Tras el parón internacional, el Villarreal tenía que seguir por la misma línea para poder conseguir el objetivo a final de temporada.

Encarando la recta final con las aspiraciones europeas intactas

El penúltimo mes de competición deparó al Villarreal un calendario muy cargado con hasta siete partidos en los que el conjunto de Escribá fue capaz de lograr cuatro triunfos y sufrir solamente dos derrotas. El Submarino volvía a mostrar una imagen muy sólida que permitía ser muy optimista de cara a que se pudiera lograr el objetivo de clasificarse entre los seis primeros y con algo de suerte soñar con una cuarta plaza que seguía ostentando el Sevilla.

Este mes no comenzaba demasiado bien para los intereses amarillos, el Eibar visitaba el coliseo amarillo y en un encuentro con mucha polémica en el que el conjunto armero fue beneficiado con determinadas decisiones arbitrales y logró ganar por (2-3) dejando al Villarreal muy tocado, ya que era la segunda derrota consecutiva. Tres días después, el conjunto de Escribá reaccionó al ganar por 0-1 en el Benito Villamarín frente a un Betis en un partido muy controlado, pero que se pudo escapar en la recta final del choque.

Foto: Daniel Nieto (VAVEL España)
Foto: Daniel Nieto (VAVEL España)

La victoria ante el conjunto verdiblanco dio alas al Submarino para el siguiente encuentro en el Estadio de la Cerámica ante el Athletic, era un partido vital entre dos equipos que estaban pugando entre sí por lograr una plaza europea, el conjunto amarillo hizo un gran partido al vencer por 3-1 a los de Valverde, que estuvieron muy lejos de sacar algo positivo del envite. En la siguiente jornada llegó una derrota inexplicable para los aficionados amarillos, el Villarreal viajaba a Vitoria para enfrentarse a un Alavés que no se jugaba nada y tras una primera parte para olvidar el conjunto de Escribá se fue de vacío de Mendizorroza.

El conjunto amarillo volvió a reaccionar y acabó el mes de marzo con tres victorias consecutivas que dispararon las aspiraciones del Submarino. En el primer partido de los tres se logró una victoria de quilates en el Vicente Calderón por 0-1 gracias a un solitario gol de Soriano en el tramo final del encuentro. El siguiente encuentro fue muy polémico, ya que el Submarino venció (2-1) al Leganés en el último minuto tras un gol con la mano de Bakambu. Finalmente otra vez en casa ante el Sporting, el Villarreal ejercició su superioridad ante un conjunto asturiano que fue doblegado con demasiada facilidad.

Europa será amarilla un año más

El último mes de la temporada regular se antojaba crucial de cara a las aspiraciones europeas del Villarreal, tan sólo tres partidos por delante en los que todo podía pasar: desde tener posibilidades de jugar la Champions League vía cuarta plaza hasta caer relegado a la séptima posición y condicionar a una hipotética victoria del Barcelona en la Copa del Rey su participación en Europa League. Tres rivales: Barcelona, Deportivo y Valencia para jugárselo todo.

En su visita al Camp Nou, el Submarino naufragó de forma estrepitosa con su derrota (4-1), aunque por suerte los resultados de los equipos rivales (Athletic Club y Real Sociedad) acompañaron. Una cadena de despropósitos defensivos desembocó en el gol inicial de Neymar, que Bakambu no tardó en empatar y dar ilusiones a los amarillos, pero posteriormente Messi, Suárez y de nuevo Messi humillaron a un equipo caracterizado  por la fortaleza defensiva. A la semana siguiente, el Deportivo de la Coruña llegó al Estadio de la Cerámica con la intención de salvarse, fue un encuentro cerrado y gris que terminó con 0-0. Una vez más, los resultados de los rivales fueron favorables.

Foto: PhotoSilver (VAVEL España)
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Quedaba jugársela todo a una, el Villarreal, igual que la pasada campaña, tenía la posibilidad de certificar su clasificación para competiciones europeas en el campo de su eterno rival, el Valencia. Y así lo hizo, necesitado de victoria, el Submarino salió a morder y al minuto de juego ya estaba por delante en el marcador con gol de Roberto Soldado. Ya en la segunda parte, empataría el valencianista Nani, pero a los pocos minutos, Trigueros pondría de nuevo a los amarillos en franquicia, para que en la recta final Nicola Sansone colocase el definitivo 1-3 y poner el punto y final a la temporada.

Se cerró una temporada de sobresaltos y renovación, cambió el entrenador, cambiaron los jugadores, pero un año más el Villarreal certificó en Mestalla que volverá a llevar por toda Europa el nombre de una humilde localidad castellonense. Todo cambió para que todo siguiese igual.