El nuevo Villarreal empieza a carburar. Después de un mal inicio con el anterior técnico, Fran Escribá, la directiva tomó la decisión de destituir al preparador valenciano y designar a Javier Calleja, entrenador del filial, como responsable del primer equipo. La situación ha cambiado por completo en Vila-real. El Submarino ha ascendido desde la primeriza decimocuarta posición liguera hasta la quinta plaza, en puestos de Europa League. Además, el fútbol del conjunto amarillo ha cambiado por completo, apostando de nuevo por un estilo vistoso y atractivo basado en el toque y la posesión de balón. 

Parte de culpa de todo esto la tiene el nuevo esquema 4-4-2 en rombo de Calleja. Y, sin duda, el engranaje principal del renovado Villarreal es Pablo Fornals. El centrocampista castellonense cuajó un inicio de Liga muy irregular, con muy poca presencia en el fútbol ofensivo del equipo. Sin embargo, se ha convertido en uno de los protagonistas de la reacción amarilla junto a los Mario Gaspar, Manu Trigueros o Cedric Bakambu. Su nueva posición sobre el verde, el nuevo estilo de juego y la mejoría general de sus compañeros de equipo le ha catapultado de nuevo al escaparate de La Liga. 

Un fichaje ilusionante y un mal inicio

El pasado 24 de julio, el Villarreal anunciaba de forma oficial el fichaje de Pablo Fornals, tras el desembolso de su cláusula de rescisión, de 12 millones de euros, al Málaga. Así, el joven futbolista castellonense regresaba a su tierra natal, llegada no exenta de polémica tras los tweets escritos por él, en los cuales criticaba a la entidad amarilla. En su presentación, Fornals prometió hacer olvidar sus comentarios del pasado con buen fútbol y grandes exhibiciones. 

Con el habitual esquema 4-4-2 con doble pivote, la posición del ex malaguista era la banda, ocupada por otros mediocentros ofensivos como Roberto Soriano. Este fue el primer factor que marcó el tramo inicial de temporada para Pablo. Después, el estilo de Escribá, más centrado en la presión alta y en la fortaleza defensiva, no casó bien con el castellonense, al que le va como anillo al dedo la posesión, el fútbol combinativo y la ofensiva. 

Fornals fue titular en seis de los siete partidos que disputó el Villarreal con Fran Escribá en el banquillo. Curiosamente, en todos ellos jugó fuera de su posición natural, el enganche. Unos de interior derecho, otros de interior izquierdo, el ex futbolista del Málaga cuajó actuaciones muy discretas, con escasa asociación con el resto de mediocampistas. Logró dar una asistencia, en la victoria frente al Real Betis (3-1), pero en términos generales su rendimiento era muy inferior al visto en el cuadro malacitano. Los números de 44,1% de pases por cada 90 minutos y las 1,2 ocasiones generadas en cada encuentro hablaban por si solos. 

El engranaje principal del nuevo Villarreal

Tras la abultada goleada sufrida en Getafe (4-0), con un conjunto amarillo desdibujado, humillado y aplastado por el ímpetu del equipo azulón, Fran Escribá fue destituido como entrenador del Villarreal. Su sustituto fue Javier Calleja, que por aquel entonces dirigía al filial en Segunda B. Sin duda, fue la mejor decisión que Fernando Roig pudo tomar. El equipo ha despertado, consiguiendo 13 de los 15 puntos disputados en Liga desde la salida de Escribá, y aupándose a la quinta posición de la tabla. 

El nuevo 4-4-2 en rombo, más dinámico y principal apoyo del fútbol combinativo amarillo, aporta más libertad a los centrocampistas y canaliza mejor el juego ofensivo del equipo. El cambio de sistema por fin permitió a Fornals ocupar su posición natural, de mediapunta y enganche por detrás de los dos puntas, y apoyado por dos medios-interiores. Esto facilita la conexión entre el castellonense y la delantera Bakambu-Bacca, sin perder de vista las continuas asociaciones con Manu Trigueros, Samu Castillejo y Roberto Soriano. 

Obviamente, el nuevo estilo del Villarreal también ha ayudado en el renacer del joven Pablo. La apuesta de Calleja por el fútbol ofensivo, la posesión de pelota en campo contrario, la asociación en zona de 3/4 y el rombo son factores clave en la recuperación del ex canterano amarillo. Su porcentaje de pases ha pasado del 44,1% a un 55,1%, lo que le convierte en aún más protagonista y en una pieza clave del trabajado centro del campo amarillo. Su vínculo con la zona de ataque del equipo también ha incrementado, con 2,7 ocasiones generadas por cada 90 minutos. Además, ha logrado asistir en tres ocasiones desde la llegada de Calleja, frente a Girona y Málaga en Liga y contra el Slavia Praga en Europa League. 

Pablo Fornals ha vuelto para quedarse. El talento del castellonense es enorme, y poco a poco está recuperando el nivel exhibido en Málaga y en la Sub-21. El Villarreal confía plenamente en un futbolista que pasó por sus categorías inferiores antes de partir hacia la capital castellonense y posteriormente a la Costa del Sol. Solo el propio Pablo conoce su techo, y la afición amarilla espera poder disfrutar muchos años de la magia del habilidoso mediapunta de 21 años. 

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