El pasado sábado Villarreal y Levante vivían un nuevo derbi que en este caso se lo llevó el conjunto de Javier Calleja al imponerse a los de Muñiz por 2-1 en un encuentro que estuvo ampliamente dominado por los amarillos que se valieron de los goles de Trigueros y Cheryshev para llevarse los tres puntos, por lo que el gol de Roger en el último minuto tan solo maquilló el resultado. Antes del partido las aficiones de ambos equipos dieron una lección de buena relación, algo que desafortunadamente en el mundo del fútbol no siempre es así.

La delegación de peñas del Levante organizaba un desplazamiento para ver el partido en el Estadio de la Cerámica y sus homólogos del Villarreal organizaron una paella de hermandad para fomentar la buena relación que hay entre ambos equipos, a dicha comida también acudieron los presidentes en un acto que sirvió además para otorgar a la agrupación de peñas del Submarino una placa conmemorativa como mejor afición visitante, sin duda este tipo de actos hace que el fútbol siga siendo un espectáculo en el que más allá de rivalidades, el respeto y la amistad siempre ha de estar presente.

Cabe destacar que el Submarino siempre ha apostado por un ambiente de fútbol en el coliseo amarillo, donde puedan acudir aficiones de cualquier equipo sin que ello conlleve ningún tipo de disputa que no hace más que enturbiar un deporte que une a millones de personas todos los días. En esa misma línea LaLiga hace varios años que se ha comprometido con erradicar cualquier tipo de comportamiento incívico que pueda generar conatos de violencia, algo que poco a poco se va consiguiendo. De hecho los insultos en los campos de fútbol empiezan a ser castigados, algo que hace tiempo se venía pidiendo por parte de los aficionados.