Un Villarreal muy combativo y luchador, no fue capaz de revertir el marcador cosechado en el partido de ida frente al Olympique de Lyon (3-1) y acabó sucumbiendo ante los galos, que se mostraron en el Estadio de la Cerámica como un equipo muy sólido y prácticamente impenetrable.

Antecedentes

Se hartó de repetirlo una y otra vez el míster del Villarreal en la previa, iban a por la remontada porque esta era posible y ellos estaban preparados para lograrlo.  El objetivo estaba claro, marcar rápidamente para meterse en la eliminatoria, y que le entrasen las dudas al Olympique.

Para este encuentro tan importante Calleja podía contar con todos sus efectivos a excepción de los lesionados de larga duración, Andrés Fernández y Bruno Soriano, a los que hay que incluir a Sansone en la fase final de su recuperación.

Calleja sabedor de la importancia del partido no cambio su dibujo sobre el césped, y volvió a apostar por formar con rombo en el centro del campo. Lo que sí que cambio fue a los jugadores, dando entrada a Javi Fuego como mediocentro defensivo desplazando a Rodri a la banda en lugar de Castillejo que de salida se quedó en el banquillo. En el eje de la defensa opto por la veteranía de Bonera en lugar de Víctor Ruiz, y la en la delantera salió con todo lo que tiene Ünal y Bacca, a la espera de que Roger Martínez recupere su mejor forma.

Análisis

El Villarreal salió muy concentrado al terreno de juego, sabía lo que tenía que hacer y cómo conseguirlo. No se volvió loco en ataque porque sabía del peligro de los atacantes del Olympique si se dejaban espacios en defensa. De salida se dedicó a mantener el orden defensivo a la espera de conectar alguna buena jugada entre su línea de medios y delanteros.

Por su parte el Olympique estaba bien pertrechado en su terreno de juego, su objetivo era esperar a los groguets para robar y salir a la contra con Fekir y Mariano.

La primera mitad fue de mucho juego en el centro del campo pero poco en las áreas, aún y así rozo el gol en un par de buenas acciones. En la primera Mario que sacó a relucir todo su potencial en una espectacular jugada por banda con autopase incluido hasta la línea de fondo, el posterior centro fue rematado por Trigueros que remato, pero su disparo reboto en un defensa cuando llevaba una buena dirección.

El submarino lo siguió intentando durante todo el primer tiempo, pero el buen orden defensivo de los galos lo dificultaba enormemente. El Olympique en este primer tiempo baso todo su juego en intentar robar y salir a la contra. En este sentido destacar el compromiso y la concentración de los jugadores amarillos, que impidieron en todo momento los acercamientos de los delanteros galos a la portería de Asenjo.

La segunda gran ocasión de los groguets estuvo en las botas de Enes Ünal, que se mostró muy participativo en ataque, cuando dentro del área recorto a varios defensas y disparó sobre la meta de Lopes que despejo de puños.

En la segunda mitad el submarino le metió una marcha más al encuentro, con el fin de romper la telaraña defensiva que había planteado el Olympique, que únicamente conseguía romper con disparos desde fuera del área. Así lo volvió a intentar el lateral Mario que disparó pero su chut se marchó fuera por poco.

Los jugadores que generaban más peligro eran los que venían de segunda línea y sorprendían por velocidad o con disparos desde lejos.

A medida que avanzaba este tiempo y debido al desgaste de los jugadores groguets por el esfuerzo realizado, comenzaron a llegar las contras de los franceses. En una de ellas a punto estuvo de marcar Fekir que se plantó delante de Asenjo lo regateo y chuto. Cuando el balón entraba en la portería apareció Bonera para evitarlo.

A poco más de un cuarto de hora para el final, llego la jugada que a la postre significaría el devenir del partido. Jaume Costa cometió una falta que le protesto al árbitro, y este le expulsó con roja directa.

Ya con uno menos sobre el campo la misión se hizo imposible, y así fue como a falta de cinco minutos para el final llegó el gol del Olympique obra de Traoré, al cual regalo el gol Fekir.

En definitiva una vez más el Villarreal perdió un partido que conlleva la eliminación de la Europa League por falta de pegada. Los partidos se deciden en las áreas y en ellas el submarino con la marcha de Bakambu ha perdido mucho más que un simple jugador. Ha perdido a un goleador, un ‘killer’ del área.

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