Están siendo unos días muy revueltos en el Villarreal, desde que el pasado miércoles por la mañana Ruben Semedo fuera detenido por la policía en su propio domicilio por delitos tan graves como homicidio en grado de tentativa, lesiones, amenazas, detención ilegal y robo con violencia, se han ido sucediendo los acontecimientos, pero la gota que colmó el vaso fue el hecho de que desde ayer el central luso se encuentre en la prisión de Picassent hasta nueva orden. En el día de hoy el club ha reaccionado y le ha suspendido de empleo y sueldo como paso previo a un despido por la imposibilidad de que el jugador portugués pueda acudir a su puesto de trabajo. A Semedo le quedan cuatro años y medio de contrato a razón de 1,3 millones de euros limpios por temporada, por lo que el Submarino va ha intentar ahorrarse indemnizarle.

A pesar de que el club amarillo libere su ficha no va a poder fichar un futbolista en su lugar, ya que no existe en la legislación actual una circunstancia como esta, lo cierto es que no existe un precedente actual en el fútbol español. Solamente en el caso de una lesión de gravedad o el pago íntegro de la cláusula permiten a un club de fútbol inscribir a un futbolista fuera de los períodos en los que se pueden incorporar futbolistas.

El Villarreal se reforzó en el pasado mercado veraniego con el futbolista portugués procedente del Sporting de Portugal a cambio de 14 millones de euros, el Submarino consiguió adelantarse a varios equipos de la Premier para hacerse con sus servicios, nadie en el entorno del conjunto amarillo se llegaba a imaginar que esto pudiera llegar a suceder. De hecho, tras los primeros casos que salieron a la luz, se hizo todo lo posible para encauzar la situación de Semedo intentando incluso cederle en este mercado invernal, pero con los escándalos hechos públicos ya era demasiado tarde.