8 de marzo

El 8 de marzo de 1857 las trabajadoras de una fábrica textil estadounidense asaltaron las calles neoyorquinas. Una ingente cantidad de mujeres llevaron a cabo una protesta que acabaría siendo violentamente disipada por la policía. Anteriormente, el 5 de marzo de ese mismo año, había dado comienzo una huelga protagonizada fundamentalmente por aquellas trabajadoras textiles que reclamaban la mejora de las condiciones infrahumanas en las que trabajaban.

La demanda se centró en la igualdad salarial, el establecimiento de una jornada laboral no superior a las 10 horas, un permiso para amamantar a sus hijos o hijas, así como el derecho a sindicarse.

Otro suceso reseñable se produjo en 1867, concretamente en la ciudad de Troy, estado de Nueva York. En esta ocasión, tuvo lugar una huelga de planchadoras que denunciaron al unísono la explotación laboral a la que se encontraban sometidas. La respuesta de sus correspondientes jefes no fue tan atroz como en el caso mencionado a continuación, si bien las amenazas, materializadas en una reducción salarial, fueron constantes.

En este marco revolucionario tuvo lugar una verdadera tragedia. Más de un centenar de mujeres fallecieron tras la quema de una fábrica estadounidense, una vez que fueron encerradas por sus superiores, quienes pretendían obligarlas a continuar con su respectivo trabajo. Existen divergencias en cuanto al día concreto en el que tuvo lugar esta desgracia, así como si realmente sucedió. Las féminas no fueron escuchadas, la ignorancia trató de sepultarlas. Sin embargo, la batalla acababa de comenzar.

Este fatídico acontecimiento tuvo una gran repercusión mediática. La lucha de las incansables trabajadoras textiles norteamericanas sirvió de ejemplo para las futuras generaciones de mujeres que todavía carecían de los mismos derechos y privilegios que sus compañeros.

Posteriormente, a principios del siglo XX, en torno a 1909, la sucesión de huelgas y protestas no se detuvo. Bajo el lema “Pan y Rosas” las calles de Nueva York se inundaron de trabajadoras hastiadas y empoderadas. El “Pan” simbolizaba la seguridad económica y las “Rosas” representaban una mejor calidad de vida, algo que verdaderamente ansiaban.

Esta serie de huelgas y masivas concentraciones producidas en Estados Unidos pueden ser consideradas como el principal motivo por el que el Día Internacional de la Mujer se estableció el 8 de marzo. Asimismo, sobresale el intento fallido de organizar un sindicato realizado por las trabajadoras de la fábrica “Triangle Shirtwaist” (Nueva York).

Una de las mujeres más representativas de la historia del feminismo, convertida en un auténtico icono feminista es Clara Zetkin. Esta auténtica revolucionaria, que curiosamente nació en 1857, año en el que dieron comienzo las protestas en Estados Unidos, propuso en la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas (Copenhague, 1910) la instauración del día 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer.

El motivo fundamental de este planteamiento reside en homenajear a las manifestantes que años atrás combatieron tenazmente por lograr una justicia y unos derechos que les eran negados a todas y cada una de las mujeres.

Clara Zetkin: Wikimedia Commons
Clara Zetkin: Wikimedia Commons

Tras el éxito de su proposición, en 1911 se celebró por vez primera el Día Internacional de la Mujer en los países de Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza. Además, las manifestaciones persistieron y las reivindicaciones de las mujeres se centraron en el derecho al voto y la ocupación de cargos públicos, el derecho al trabajo y a la formación profesional, así como la erradicación de la discriminación laboral.

Asimismo, otro de los acaecimientos más notables fue una manifestación protagonizada por las mujeres de Rusia en el contexto de la revolución rusa de 1917. Exigían “paz y pan”, como consecuencia de la muerte de dos millones de soldados rusos durante la revolución.

Días después de la celebración de la huelga, el zar Nicolás II, se vio obligado a abdicar y el gobierno provisional, dirigido por Gueorgui Lvov, concedió a todas y cada una de las mujeres el derecho al voto.

Por otra parte, en el año 1975, coincidiendo con la conmemoración del Año Internacional de la Mujer, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) celebró por vez primera el Día Internacional de la Mujer.

Finalmente, otras protestas de menor trascendencia se desarrollaron a finales del siglo XX, como la de las 187 luchadoras de Dagenham (Reino Unido, 1868), que defendieron la igualdad salarial o las diversas huelgas acaecidas en España, en regiones como Barcelona, Valencia, Zaragoza o Madrid (1905-1921).

Virginia Woolf: "Para la mayor parte de la historia, "anónimo" era una mujer"

En definitiva, puede comprobarse como la historia concede al 8 de marzo un carácter de lucha, garra, fuerza y perseverancia. Significado otorgado por aquellas mujeres, pioneras del movimiento feminista contemporáneo, que tanto arriesgaron, sufrieron y pelearon por ubicar a la figura femenina en el lugar que le corresponde. Esta invisibilidad femenina que reprochaba a la vez que denunciaba una de las escritoras más célebres del siglo XX, Virginia Woolf, es aquello que debe suprimirse en una sociedad que aspira a la igualdad.

Fuentes:

-Instituto Nacional de Tecnologías Educativas y de Formación del Profesorado. 8 de marzo. Día Internacional de la Mujer.

-Naciones Unidas. Día Internacional de la Mujer, 8 de marzo.

-Organización Internacional del Trabajo (2011). El incendio en la fábrica “Triangle Shirtwaist” y el Día Internacional de la Mujer: Cien años después.

-BBCMUNDO.com (2001). Día de la Mujer: pan y rosas.

-Podemos. Paris (2017). Tal día como hoy, o tal vez no, pero eso no importa…

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