El voto femenino; un ideal por encima de la política
Clara Campoamor/ Fuente: WikiCommons

Hace más de 75 años que se conquistó el derecho al voto para la facción femenina de la población. Este paso histórico les dio la oportunidad de convertirse en ciudadanas de pleno derecho. Probablemente las que más vivieron este acontecimiento, fueron aquellas que no estaban vinculadas a los círculos intelectuales. Estás habían adaptado como normativa el hecho malsonante de que solo su marido podía decidir sobre el futuro político del país y por ende sobre el suyo propio.

Pero este derecho, que debió ser desde un principio obvio, tuvo que ser defendido por mujeres que realmente creían en él y que de forma paradójica se toparon con mujeres que no tenían la misma idea. Sin embargo, la libertad no puede ser cuestionada como algo opcional y así lo creyeron aquellas que lucharon por conseguirlo.

Asociación de mujeres/Fuente: WikiCommons

La mujer relegada al plano familiar y doméstico no acostumbraba a participar en política, ni mucho menos a asumir roles directivos en empresas. De forma progresiva y desde hacía mucho tiempo, la sociedad la había relegado a un lugar muy concreto dentro de su engranaje, que responde, entre otras cosas, a los factores biológicos que pudiesen parecer una excusa. Pero, desde luego que no lo son. Grandes visionarias que ya entendieron en su día el concepto de ideal feminista, trabajaron por una igualdad que les pertenecía. No podemos olvidarnos, ya que resulta un personaje clave, de Clara Campoamor. Militante del partido radical, como inusual mujer que participa de forma activa en política, Clara defendió el sufragio en su afán por dar voz a todas las mujeres españolas. Su rival más directo tuvo que tener también nombre de mujer, Victoria Kent, militante del partido republicano, quien se opuso a la aprobación del voto femenino y relegó el asunto “sine die”.

Manifestación a favor del voto femenino/Fuente: WikiCommons

No es hasta 1931, con la proclamación de la República, cuando en España se empieza a poner en boga la importancia de la reivindicación feminista, ya que anteriormente la tasa de población activa femenina era muy baja, no superaba el 2%. Una tasa que se queda corta si se compara con otros países europeos, donde el 24% de las mujeres se había incorporado al mundo laboral. Esta tasa tan baja, no permitiría el desarrollo de la Asociación de Mujeres, de la que eran miembro las protagonistas de esta parte de la historia del progreso de la mujer.

Como ya se ha mencionado anteriormente, Clara Campoamor y Victoria Kent, tendrían diferentes opiniones con respecto al sufragio femenino, pero ambas defendieron sus argumentos de forma razonada. Victoria Kent tenía sus propios motivos para oponerse a lo que Clara proponía. Eran causas estratégicas y para nada desencaminadas. Victoria defendía el hecho de que si la mujer conseguía votar, proporcionaría a las urnas un voto de mayoría conservadora. Por lo tanto, aplazar el voto femenino sería una inversión a largo plazo para el proyecto de la República. Sin embargo, Clara pensaba que se trataba de un derecho natural, por lo que ningún interés político se podía poner de por medio. Por encima de cualquier estrategia para beneficiar a la estructura de la República se encontraba el derecho que acercaría las posiciones de los hombres y mujeres en la sociedad y que les devolvería un derecho intrínseco que nunca habían tenido. Además, Clara estaba convencida de que la mujer lograría darse cuenta de que solo la República podía garantizar sus derechos. Por ello, sus votos irán en pos de mantenerla y no lo contrario.

Victoria Kent. Fuente: WikiCommons

La prensa recogió este acontecimiento. Hizo uso de todo tipo de expresiones de corte machista, como el hecho de que los políticos de izquierdas no tenían control sobre las mujeres de su partido, afirmado por el periódico "La Voz" o que la supuesta tendencia de la mujer a dejarse llevar por sus emociones no la permitiría votar con claridad. Finalmente, Clara Campoamor conseguiría el voto femenino con una diferencia tan solo de cuatro votos. En realidad se impuso a los opositores dentro de su partido y fue respaldada por un grupo de derechas que pensó que el voto de la mujer beneficiaría a su partido. También votó a favor un grupo de socialistas que creía en el sufragio universal y a los Indalecio Prieto criticó por traicionar de esa manera la salud de la República. Victoria Kent pudo ver tiempo después cómo se había equivocado. El voto femenino no afectó al devenir de la República. Además, los ideales no deberían ponerse nunca en un segundo lugar.

Por lo tanto, en 1933 España se convirtió en el primer país latino que concedía a la mujer el derecho al sufragio. Pero si alguien perdió en todo este asunto fue la propia Clara Campoamor. Quizá por su posición radical de apoyo a los socialistas o por el hecho de que su partido defendiese el artículo 34, que reconocía el derecho de fundación para fines de interés general. No sería reelegida y al ganar la derecha, los partidos de izquierda la culparon, aunque realmente el voto de la mujer había sido minoritario. Tuvo que dimitir como Directora General de la Beneficencia y al terminar la segunda República, se exilió el resto de su vida a París.

Mucho se ha escrito sobre este acontecimiento, que quedó reflejado en la prensa, como se ha mencionado anteriormente. Sin embargo, cabe destacar la apreciación que Miguel de Unamuno plasmó en el diario “El Sol”, titulada “El confesionario y las mujeres de España”. Con esto pretendía criticar que el clero pudiese hacer campaña política desde el confesionario, algo en lo que sí estaban de acuerdo aquellos que no apoyaban el voto femenino. En todo caso e independientemente  del ámbito político en el que estuviera enmarcado este suceso, supone un importante avance para la posición social de la mujer. Aunque fue solo el primer paso, significó el comienzo de su andanza para la conquista de muchos otros derechos que les pertenecían y que les equiparaba al hombre, como se sigue haciendo hoy en día hasta poder afirmar que existe una total igualdad.

Imagen "Mary Poppins" Fuente: WikiCommons

-Revista "Hesperides" (asociación de profesores de Historia y Geografía en Andalucía), 2006

-"El voto femenino en España: la reacción de la prensa" (Jaqueline Westwater)Universidad de Westminster, 2005

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