El adiós de la prensa española a Adolf Hitler
Adolf Hitler realizando el saludo nazi / Fuente: EFE

Hace dos meses escasos falleció Rochus Michs. A priori, su nombre no resulta relevante, pero su historia es una de las más deseadas por todos los historiadores atrincherados en el estudio de la Segunda Guerra Mundial. El libro publicado por la editorial Taurus en 2006 así lo recoge y, bajo el título de “Yo fui guardaespaldas de Hitler”,  rememora la vida de este suboficial de las SS que se convirtió en el último superviviente que fue testigo de la muerte del dictador alemán.

Pese a testimonios como el de Michs, que se ha dado a conocer hace pocos años, que podrían suponer una fuente de primera mano para los historiadores, los recuerdos sesgados de los testigos no terminan de esclarecer lo ocurrido en el búnker de Berlín. Los documentos ofrecidos por la KGB en los años 90 confirman la muerte de Hitler, pero en ningún momento se ha aclarado qué ocurrió con su cadáver, dando lugar a las más sofisticadas teorías conspiratorias que rodean sus últimos momentos.

"El cadáver de Hitler nunca apareció, dando lugar a teorías conspiratorias"

El día 30 de abril de 1940 es uno de los más investigados en la historia, dada la importancia de lo ocurrido en Führerbunker. Desde el 16 de enero de 1945, el presidente del Tercer Reich, Adolf Hitler, dirigía en los subsuelos la defensa de la ciudad de Berlín, asediada por varios frentes y que en el mes de abril cayó en manos de las tropas aliadas. Perder la guerra fue algo a lo que Hitler no quiso sobrevivir. Firmó sentencias de ejecución, aprobó proyectos que implicaron la muerte de millones de personas y su mente auspició una persecución racial a la que nunca antes había asistido Europa y, sin embargo, la humillación de verse vencido le llevó a suicidarse. Con un tiro en el cielo de la boca, quiso ahorrarse subsistir al infierno de los vencidos.

La noticia en los medios

El día 1 de mayo, comienza a fraguarse la idea de un debilitamiento de la salud del canciller y, repentinamente, en el mismo número del 'ABC de Sevilla' en que se publican “rumores sobre el estado de salud de Hitler”, estalla la noticia de su posible muerte. Bajo el titular de “¿Ha muerto Hitler?” se informa de que la BBC ha reproducido un mensaje periodístico de la prensa de Estocolmo, según el cual  Hitler habría resultado herido el día 24 de Abril, “aunque la muerte se conserva en secreto”.

"ABC: Su acción luchando contra el comunismo fue para defender a todo el mundo civilizado"

La radio, siguiendo su trayectoria de inmediatez, fue la primera en dar la noticia desde el cuartel general del Führer: “Nuestro Führer, Adolf Hitler, ha caído esta tarde en su puesto de mando de la cancillería del Reich, luchando con el último aliento contra el bolchevismo y por Alemania. El final de todo ello, de su misma lucha y de su camino, nunca quebrado, ha sido su misma muerte heroica en la capital del Reich. Su vida no fue más que el simple servicio a Alemania. Su acción, luchando contra el comunismo, fue más allá para defender a Europa y para defender a todo el mundo civilizado”. La noticia se radió con música de Wagner, destacando “El ocaso de los dioses”, la pieza favorita del canciller, tal y como recordaría la prensa al día siguiente.

El encargado de radiar esta noticia fue el almirante Dönitz. Según relata Michel A. Musmanno en su libro “Los últimos testigos de Hitler”, el almirante le declaró que se había limitado a informar de lo que le habían comunicado. Él mismo ignoraba que “el individuo que había sido objeto de su admiración, en lugar de pelear como un soldado había muerto como una persona vulgar harta de vivir”.

Explosiones y un recuerdo “heroico”

La confirmación llega el 2 de mayo, los periódicos españoles hablan ya de su muerte sin florituras. Las informaciones sobre la muerte del Führer son más específicas en cuanto al modo en que sucumbió y comienza a barajarse la posibilidad de un suicidio. El corresponsal de “New Chronicle” informa de que, en los círculos cercanos al canciller alemán, se ha puesto en conocimiento que una bomba de relojería en el cuartel general subterráneo de Tiergarten habría sido la responsable de la tragedia en la noche del 21 de abril. Lo que habría motivado esta 'explosión' en el dormitorio de Adolf Hitler habría sido el escaso fruto de la conferencia militar celebrada esa misma mañana a la que habían asistido Himmler, Goering y Goebbels, entre otros mariscales. Durante el encuentro, se produjo una ruptura de opiniones entre la defensa a ultranza por la que abogaba Hitler, al que únicamente respaldaba Goebbels, y una rendición pactada.

Ese mismo día, también aparece la noticia en 'La Vanguardia', en este caso incluyela muerte de Hitler en la portada, aunque se dedican las primeras páginas en recuerdo al canciller bajo el titular “Como en el ocaso de los dioses”. En ellas, se hace un recuerdo especial a las figuras de Mussolinni y de Hitler. Del primero, se afirma que “estaba imbuido de humanidad”; sin embargo, a Hitler era más difícil conocerle, ya que no se dejaba arrastrar por sus pasiones. Con sobriedad, respeto y muchas denotaciones de admiración, 'La Vanguardia' lo despide con halagos a su trayectoria militar.

"Hitler se replanteó dedicarse al sacerdocio"

También, hay un espacio dedicado a su persona, aunque no se le conocían vicios, tema que enfatizan todos los periódicos. Se recuerda su frustrada pasión por las artes. Desde pequeño, había afirmado su deseo de ser pintor, aunque su padre, Luis Hitler, pretendió que siguiese su ejemplo, convirtiéndose en funcionario del Estado. Sin duda, el hecho que más resalta de este artículo es que el canciller alemán se replanteó la posibilidad de ordenarse sacerdote “debido a las pasiones místicas que lo embargaban”.

Panegíricos dedicados al Superhombre

Dentro de la prensa española, abundó la tinta corrida por las lágrimas, reales o no, que ocasionó el adiós a Hitler. Destaca el panegírico publicado por el diario madrileño 'Informaciones', bastante afín a las ideas nazis.

“Se comprenderá que nuestra pluma contenida no encuentre palabras para llorar su muerte cuando tantas encontró para exaltar la vida (…) La historia, esa señora justiciera, dobla una página y aparece una nueva era que empieza con esa referencia: 1º de mayo de 1945. Muere Adolfo Hitler por la libertad de Europa”. Se exalta su lucha contra el comunismo y, por encima de todo, la defensa de un pueblo alemán que lo siguió hasta su último aliento.

Después de Hitler

En los primeros días, se defiende la teoría de que Hitler habría caído luchando contra las tropas soviéticas o despedazado por una bomba. El ánimo bélico del canciller no daba lugar a pensar otra cosa y menos aún a un suicidio que desvelase la situación desastrosa en la que se encontraba el ejército alemán.

Tras informar de la noticia, la prensa centra su interés en el futuro de la guerra, sin prestar apenas atención sobre los motivos que llevaron al dirigente nazi a la tumba. Según lo publicado el 3 de mayo por 'ABC de Sevilla', al producirse la muerte del canciller, junto con la de Goebbels y Kreb, Himmler se hizo cargo de la situación, dando la orden de mantener en secreto lo ocurrido con el fin de ganar tiempo y poder hablar con los gobiernos de Reino Unido y Estados Unidos. La rendición en el búnker se extendería a toda Alemania y, por consiguiente, a la firma de paz.

"No se oyó hablar de Hitler después de su muerte, teníamos cosas más importantes en las que pensar"

No es de extrañar que los periódicos no quisiesen tratar en mayor profundidad la figura del canciller, puesto que, como recoge Michel A. Musmanno, no se oyó hablar de Hitler después de su muerte. “Teníamos cosas más importantes en las que pensar”, recordó Hans Messerer, uno de los testigos del final del Tercer Reich. A pesar de lo publicado, Messerer insiste en que la historia de su muerte alegró el semblante de los hombres. Es posible que la prensa alabase la figura del canciller y sus logros militares pero no olvidó que tras su muerte se podrían contar con los dedos de las manos el final del conflicto más sangriento de toda la historia contemporánea.

Fuentes utilizadas:

  • Hemeroteca ABC
  • Hemeroteca La Vanguardia
  • MUSMANNO, Michel A. Los últimos testigos de Hitler. Ed Robinbook, Barcelona (2005)
  • ARASA, Daniel. Historias curiosas del franquismo. Ed. Robinbook, Barcelona (2008)
  • HERNÁNDEZ, Jesús. Breve historia de Hitler. Ed. Nowtilus, Madrid (2012)

Imagen 1: Fotografía de la salida del búnker de Berlín donde se suicidó Adolf Hitler

Imagen 2: El almirante Döenitz junto con el canciller alemán

Imagen 3: Extracto del diario ABC el día 1 de mayo de 1945

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