Un cementerio alemán en nuestras fronteras
Cementerio alemán situado en Cuacos de Yuste/ Luz Mar Rebollo

Escondido a dos kilómetros del majestuoso Monasterio de Yuste, lugar elegido por Carlos I de España y V de Alemania para finalizar sus días, se encuentra un insólito remanso de paz donde yacen 182 cuerpos que no eligieron como destino perpetuo la provincia de Cáceres pero el destino y los conflictos del S.XX trajeron sus huesos fuera de su madre patria. Hablamos del único cementerio alemán en España que alberga los restos mortales de soldados de la Primera y Segunda Guerra Mundial.

Destacan los 38 marinos fallecidos en el hundimiento del U-77 frente a las costas de Calpe, los cinco submarinistas pertenecientes al U-966, un tripulante del U-760, otro del U-454, uno del U-447, cinco del U-755 y uno del U-955, así como numerosos pilotos y tripulantes de la Luftwaffe, la fuerza aérea nazi que controló el espacio aéreo durante buena parte de la Segunda Guerra Mundial.

Las tumbas son exactamente iguales, sin hacer distinciones en el rango de los soldados, que aparece tallado en ellas junto con su nombre y las fechas de nacimiento y muerte. Es destacable la juventud de los caídos, encontrándose muchos entre los 18 y los 20 años en el momento de su muerte. Ocho de las tumbas, sin embargo, no poseen ninguna especificación más que “Ein Unbekannter Deutsche Soldat” (Soldado desconocido) que pertenecen a restos que no se pudieron identificar.

El papel de la VDK

El camposanto se construyó entre 1980 y 1983 bajo la supervisión del Volksbund Deutsche Kriegsgräberfürsorge (VDK), organismo encargado de gestionar los cementerios de guerra para soldados alemanes caídos fuera de sus fronteras. El deseo de que los restos mortales de los soldados descansaran cerca del lugar donde lo hacen los de su emperador colocó a Cuacos de Yuste como lugar estratégico para su fundación. No fue hasta 1988 cuando se inauguró el cementerio, tras trasladar e identificar todos los restos que se encontraban esparcidos por la península.

Pese a ser el único cementerio de guerra alemán que se encuentra en España, la VDK ha operado en otros muchos países donde los caídos fueron más numerosos. La parcial neutralidad de España en los dos grandes conflictos bélicos del siglo pasado provocó que muchos de los restos llegasen por error a nuestras costas, empujados por la corriente, o pertenecientes a aviones que perdieron el control. La VDK se fundó en 1919, tras la Primera Guerra Mundial y actualmente se encarga de la conservación de más de 800 cementerios alemanes repartidos por toda Europa, fundamentalmente por Francia y Rusia e incluso existe un cementerio a 25 kilómetros de la ciudad de Túnez donde se recuerda a más de 8 millares de alemanes caídos durante la Campaña de Túnez.

Al entrar al cementerio de Cuacos de Yuste puede leerse una placa que fue colocada en 1980 al iniciarse su construcción:

“En este cementerio de soldados descansan 28 soldados de la Primera Guerra Mundial y 154 de la Segunda Guerra Mundial. Pertenecieron a tripulaciones de aviones que cayeron sobre España, submarinos y otros navíos de la armada hundidos. Algunos de ellos murieron en hospitales españoles a causa de sus heridas. Sus tumbas estaban repartidas por toda España, allí donde el mar los arrojó a tierra, donde cayeron sus aviones o donde murieron. El Volksbund en los años 1980–1988 los reunió en esta última morada inaugurada en presencia del embajador de la República Federal de Alemania en un acto conmemorativo hispano-alemán el 1 de junio de 1988. Recordad a los muertos con profundo respeto y humildad”.

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