Ni Borussia Dortmund, ni Bayer Leverkusen, ni Schake 04 habían logrado puntuar allí; de ahí que la visita del líder hoy al Volkswagen-Arena llegara envuelta de un especial interés. Y eso que el último choque de uno y otro había traído consigo resultados muy dispares. El uno, el Wolfsburgo, venía de perder por un estrepitoso 6-2 ante el Hoffenheim, y con una de sus estrellas, Luiz Gustavo, sancionado por acumulación de tarjetas. El otro, el Bayern de Múnich, llegaba después de haber pasado por encima del Schalke, y con todo su all-star, a excepción de Badstuber, totalmente disponible.

Primera parte vibrante y plagada de intensidad

El encuentro no defraudó a nadie en sus compases iniciales y arrancó con un ritmo vertiginoso. El Wolfsburgo, lejos de lo que acostumbra, salió al terreno de juego insuflado de moral, presionando muy arriba, y evitando al Bayern dominar el esférico, y por ende, el partido. Los de Hecking estaban muy intensos en el medio, no permitiendo al Bayern tocar en campo rival y haciéndoles sentir muy incómodos. Además, cada vez que robaban, salían como flechas al contragolpe, lo que llegado el minuto 18 provocaría un saque de esquina a su favor. Dicho corner logró ser despejado por la defensa bávara, que no pudo evitar que en el rechace, De Bruyne, se hiciera con el cuero, mandara un centro al segundo palo, y Naldo pusiera el primero en el electrónico.

Los de Hecking estaban muy intensos en el medio, no permitiendo al Bayern tocar en campo rival

El tanto terminó de animar por completo a un equipo y una hinchada que estaba viviendo una fiesta, algo que apretó un poco más las tuercas del coloso. Los minutos avanzaron, y como era lógico,los lobos bajaron ligeramente el ritmo frenético de presión, permitiendo mayor dominio visitante. Sin embargo, el Bayern seguía sin estar cómodo, fiando todo su potencial a acciones individuales en banda, por lo que el tanto llegó, de la única manera que podía hacerlo, a través del balón parado.

Naldo, con su gol, insufló de esperanzas a los lobos. (Imagen: facebook oficial Wolfsburgo).

Un saque de esquina desde la zona izquierda, rematado hasta en cuatro ocasiones por jugadores del Bayern, vino a parar a los pies de Müller, quien sin decoro alguno, lo incrustó dentro de las mallas de Benaglio. El gol rebajó levemente la algarabía local, y el Bayern creció en su dominio, eso sí, sin terminar de estar cómodo. Nadie en el Bayern parecía rendir a su nivel, salvo uno, Arjen Robben. El holandés se puso el disfraz de héroe y tiró del carro de su equipo, en un duelo trepidante desde la derecha frente a Ricardo Rodríguez, pero ninguna de sus acometidas terminaron en buen puerto. Ya en los últimos minutos, el Wolfsburgo volvió a crecer, pero no encontró el premio. Con este argumento, el choque se plantó en el final de sus primeros 45 minutos.

El alquimista ideó y el genio actuó

La segunda parte se inició con unos lobos, que lejos de venirse atrás, continuaron con el mismo plan que en los minutos iniciales, lo que les valió para gozar de varias oportunidades. Las ocasiones para el Wolfsburgo llegaban, pero ninguno de sus rematadores demostró estar a la altura, algo que contra el Bayern, se paga. Apenas 10 minutos después de que se iniciase la segunda parte, el alquimista bávaro sacó su libreto de fórmulas, y como no, encontró el camino. Dio entrada a Thiago yMandzukic, y sacó del campo a un gris Kroos y un voluntarioso Shaqiri. Estos dos cambios provocaron que Thiago se hiciese con el mando en el centro, y lo que es más importante, liberaron a Müller.

El alquimista bávaro sacó su libreto de fórmulas, y como no, encontró el camino

Entonces, cuando el hispano-brasileño apenas llevaba cinco minutos en el terreno de juego, filtró un pase magnífico a la espalda de un, hasta el momento, buen Naldo, que fue capturado porMüller, quien no dudó ante Benaglio. Y lo peor no fue esto, pues apenas un minuto después, con el gol aún por asimilar, Rafinha centró desde la derecha, y Mandzukic, fusiló el arco de sus antiguos compañeros. Tras esta tormenta, todos los aficionados no daban crédito a lo sucedido, nadie se explicaba cómo, casi sin darse cuenta, la apisonadora había encarrilado el partido definitivamente.

Müller, artifice del triunfo, en la acción que adelantaba a su equipo. (Imagen: fcbayern.de).

Si bien este gol no terminó de hundir al Wolfsburgo, el siguiente, obra de Riberyocho minutos después, puso la puntilla. El 1-4 daba por finiquitado un partido, donde los de Hecking remaron, pero murieron en la orilla. Antes de que concluyera el duelo, cuando ya todo el mundo sesteaba, dio tiempo a un par de tantos más, anotados por Müller, que completaba su particular Hat-trick, y Mandzukic, que no conoce de relajaciones cuando de marcar se trata.

Cayó el primer record de la era Pep

Con esto se llegaba al final de un duelo en el que, a pesar de los que refleja el 1-6 final, se pudo disfrutar de un magnífico espectáculo, con unos lobos que probablemente, y a pesar de los seis goles encajados, hayan completado uno de sus mejor choques en este 2014. Pero esto es el Bayern, y por algo juega la "Bayern liga", en la que además suma su 16ª victoria consecutiva, o lo que es lo mismo, bate el record de victorias consecutivas en la Bundesliga, que ostentaban ellos mismos. La próxima semana, los chicos de Hecking, intentarán sacar todo lo positivo que les deja una gran primera hora de partido en su visita a Augsburgo. Por su parte, los muniqueses, recibirán en el Allianz a un Leverkusen que anda a la deriva, sumido en una importantísima crisis de resultados, y cuyo próximo rival, no parece vaya a ayudarles a superarlo.

Así lo vivimos

RESUMEN DE LOS GOLES DEL PARTIDO: 1-0, NALDO. 1-1, MÜLLER. 1-2, MÚLLER. 1-3, MANDZUKIC. 1-4, RIBERY. 1-5, MÜLLER. 1-6, MANDZUKIC.