Para despedirse, había que hacerlo a lo grande. Este día, ante su público y en un ambiente perfecto para la ocasión, el Bayern de Múnich dejó atrás su racha de tres derrotas consecutivas y venció 2-0 al Mainz 05 en el último partido de la temporada. Lewandowski, de penal, abrió el marcador que cerraría Bastian Schweinsteiger, por mucho, el mejor jugador del partido. La victoria, más allá de servir como aliciente para la celebración posterior, fue el regreso de la mejor versión del Bayern de Múnich y de la recuperación de buenas sensaciones, algo que permite digerir de mejor forma el doloroso cierre de temporada que los dejó fuera de la final de DFB Pokal y de la UEFA Champions League. Con esto, el Bayern cerró su tercer campeonato local consecutivo y ratificó su actual hegemonía absoluta en el balompié germano.

Salir a ganar sin opción alternativa

Desde su formación, las intensiones de Guardiola y el Bayern de Múnich eran claras. Schweinsteiger salía junto a Lahm y Xabi Alonso en el mediocampo, formando equipo por tercera vez en toda la temporada. Además, Götze y Müller acompañaban a Lewandowski, dejando atrás a Weiser o Gaudino, dejando en claro que las intensiones eran ganar y evidenciar un mejor fútbol que el mostrado anteriormente. Por su parte, Martin Schmidt también dejaba sus intensiones claras desde el comienzo, armando dos líneas fijas de cuatro muy juntas entre la zaga defensiva y el mediocampo, con de Blases como único hombre en punta, acompañado por Jairo.

El partido arrancó con el dominio del Bayern sobre terreno del Mainz y con la monopolización clara del esférico

El partido arrancó con el dominio del Bayern sobre terreno del Mainz y con la monopolización clara del esférico por parte de los locales. Sin embargo, el traslado no fue tan horizontal como en otras y ocasiones y, al 5', un desborde de Rafinha sobre derecha le permitía colocar un centro al borde del área que Lahm remataba, para sorpresa de todos, a manos de Karius. Bernat y Götze intentaban desbordar sobre izquierda pero, al 10', una enorme combinación entre Götze y Schweinsteiger le permitió al último filtrar el balón por encima de la defensa, aunque el control de Müller no fue el mejor y la intensión acabó en las manos de Karius.

Lewandowski mandaba por encima de portería un cabezazo peligroso tras centro de Müller al 12' y Schweinsteiger conectaba apenas desviado, también de cabeza y tras centro de Lahm, al 18' para presagiar la apertura en el marcador, la cual llegó justo al minuto 24. La jugada fue precedida por otra gran combinación de Schweinsteiger y Xabi Alonso, que le permitió a Schweini mandar un balón al área a Lewandowski. El polaco controló y, al hacer el autopase, el balón encontró la mano de Bungert y el árbitro sancionó el penal que el propio Lewandowski transformó en el primero del partido. El gol, producto del dominio bávaro, liberaba el estrés perceptible en los locales y soltaba la euforia en las gradas.

Tras el gol, el Bayern se acomodó completamente y tomó absoluto control del partido, llegando incluso a no sufrir en el contragolpe, algo muy señalado las últimas semanas en los conceptos defensivos del 'RékordMeister'. Apenas un disparo de Geis a manos de Neuer al 33' era todo el peligro que el Mainz generaba, sin poder conectar entre líneas y sin poder enfilar en velocidad, gracias a un inspiradísimo Xabi Alonso colocado como piedra angular de Boateng y Dante en el fondo. El central brasileño y Schweinsteiger respondían de cabeza al 34' y 35' pero, en ambas ocasiones, Karius respondía de gran forma para mantener intacta su portería.

Tras el gol, el Bayern se acomodó completamente y tomó absoluto control del partido

Geis volvía a probar de larga distancia a un acertado Neuer al 43' y, con esa jugada, el partido diluía sus acciones ofensivas, con un Bayern controlando el juego y evitando una posible reacción del rival con su mejor arma: la posesión absoluta del balón. Por su parte, el Mainz no creaba sensaciones de peligro sobre la puerta de Neuer y dejaba tocar con demasiada comodidad al Bayern desde el fondo, lo que derivaba en una esterilidad defensiva que se solventaba únicamente por el deseo local de conducir la fiesta a medio vapor y comenzar a concentrarse en el final del partido más que en el desarrollo.

Schweinsteiger dictamina sentencia pre-celebración

El segundo tiempo arrancaba con los leves intentos del Mainz que adelantar líneas y con la introducción en escena de Weiser por Müller, generando mayor verticalidad por derecha y una profundidad más concentrada en la velocidad del juvenil que en el juego de posiciones del delantero bávaro. Con dicha profundidad, al 47', un desborde de Weiser acababa con centro al área para Lewandowski. El polaco no podía controlar de mejor forma y terminaba por taconear hacia atrás para la llegada de Schweinsteiger, quien colocaba magistralmente el botín derecho para enviar el balón al fondo de la red. El golpe final estaba dado. El Bayern quería celebrar y olvidarse de todo lo sufrido durante la temporada.

El golpe final estaba dado. El Bayern quería celebrar y olvidarse de todo lo sufrido durante la temporada.

Con el 2-0 el Bayern entró en una perspectiva totalmente fuera del partido. Más allá de conseguir algo más, los bávaros buscaron mantener el control y no permitir reacción alguna de parte del rival. Sin embargo, el Mainz entendió que el pensamiento bávaro estaba ya fuera del partido y buscó adelantar líneas para encontrar algo más. Geis volvía a probar desde fuera del área al 51' y de Blasis, al 54', generaba ya la primera internada en la zona baja del Bayern, pero su centro era bien rechazado por Bernat. Lewandowski respondía con un cabezazo por encima de portería al 57' y Bernat lo intentaba con un disparo desviado al 59'.

Al 60'. Boateng se desprendía de la zona baja y mandaba un centro largo que Schweinsteiger no pudo conectar de volea, pero, al 66', Rode encontraba algo más peligroso con un zurdazo que era ligeramente desviado por Bungert, tras una gran acción individual de Lewandowski. De Blasis lograba colarse entre los centrales al 67' para rematar de cabeza, pero Neuer aparecía muy bien ubicado para contener el intento. Guardiola volvía a mover sus piezas y daba paso a Pizarro para encontrar aire fresco en ataque y, al 72', en la primera acción del peruano, Karius aparecía a tiempo para rechazar con el pie el intento del "Bombardero de los Andes" frente a portería.

Pero, al 73', de Blasis sacaba un misil directo a portería de Neuer, pero el gran guardameta bávaro hacía la estirada del partido y enviaba el intento hacia tiro de esquina para mantener su portería imbatida por 20° partido en esta temporada. Pizarro respondía con un cabezazo al ángulo al 74', pero Karius le devolvía la maniobra a Neuer con un paradón en el aire de primer nivel. Tras estas acciones, el partido entró en sus últimos diez minutos con un Bayern controlando el esférico y empujando más hacia los costados que hacia el frente, buscando el final y el poder dar rienda suelta a la celebración en su campo y ante su gente.

Con este resultado, el Bayern de Múnich celebró su 25° título de Bundesliga y el tercero de manera consecutiva, siendo el segundo con Pep Guardiola al frente.

Con este resultado, el Bayern de Múnich celebró su 25° título de Bundesliga y el tercero de manera consecutiva, siendo el segundo con Pep Guardiola al frente. Tras las caídas ante el Borussia Dortmund y Barcelona en la Pokal y Champions League, respectivamente, los bávaros logran celebrar su único título de esta temporada, esperan poder solventar y salir adelante de la plaga de lesiones que los invadió en los últimos meses y que tocó sensiblemente su rendimiento. Por ahora, para el Bayern solo queda ver hacia el frente y prepara la temporada que se aproxima, con el único objetivo que los bávaros siempre se trazan: ganar todo título que tengan frente a ellos.