“Está destrozado. Me dijo que no quería venir porque se pasaría el día llorando”. Esta frase la pronunció ayer Jorge Guillén, el médico de la selección Olímpica, poco después de hacerse oficial la baja de Thiago Alcántara para los Juegos Olímpicos. El prometedor mediocampista azulgrana no ha podido superar el edema óseo que se produjo en la tibia derecha durante la disputa de la final de la Copa del Rey, y las pruebas a las que se sometió ayer en Barcelona le han hecho renunciar de manera definitiva a la cita de Londres. Asier Illarramendi es el elegido por Luis Milla para ocupar el inmenso vacío que deja el primogénito de Mazinho.

En pleno litigo por la presencia de Jordi Alba en la lista de Milla, el Barcelona decidió realizar a su futbolista unas pruebas médicas para determinar su estado la víspera del día impuesto por el seleccionador para iniciar la concentración. Por la tarde, el club blaugrana emitía un comunicado en el que confirmaba que su jugador “no podrá recibir el alta médica antes de los Juegos Olímpicos”. “Los resultados confirman que la lesión no está superada y que el jugador deberá continuar su proceso de recuperación durante las próximas semanas”, concluía el escrito.

La noticia no puede tener peor repercusión para una plantilla que hoy ha iniciado el asalto al tercer metal del fútbol estatal en unos Juegos. El propio doctor Guillén, quien ha estado en contacto permanente con los galenos del Barcelona en las últimas semanas, afirmaba que a Thiago le restan “dos meses de baja”. Según el propio médico, “las fracturas por sobrecarga tienen estas cosas, que no va, no va y hay que esperar”. La lesión, producida el 25 de mayo en el Calderón, empezó siendo un edema distal que tenía un importante riesgo de agravarse, según comunicó su club días después de hacerle la primera exploración.

Con ficha en el primer equipo del Barça desde el pasado verano, Thiago es un bastión fundamental en el equipo de Luis Milla. Debutante en la sub21 con 19 años, el futbolista de origen brasileño y nacionalizado español fue pieza fundamental en la conquista del Europeo del pasado verano en Dinamarca, disputando la totalidad de los minutos y anotando el gol que certificaba el triunfo en la final ante Suiza.

Un año después, su crecimiento dentro del equipo ha sido notable, lo que le permitió debutar con la absoluta en septiembre. Desde el europeo, Thiago ha disputado al completo los dos de los seis partidos que ha jugado el combinado sub21, pese a lo cuál su compañero Koke le define como “un jugador fundamental”. Su excompañero en el filial culé, Montoya, va más allá, y reconoce que su ausencia “es una pena porque todos sabemos que es el mejor del equipo”.

Pese a ser estar al tanto de su precario estado físico, Milla decidió incluirlo en la primera convocatoria, de 22 futbolistas, a la espera de las pruebas médicas que los galenos le informaron que se le realizaría. “Le vamos a esperar hasta el último momento”, afirmó el turolense minutos después de hacer pública la lista de convocados. Con Thiago fuera de combate, Milla ha seleccionado al realista Asier Illarramendi (Mutriku, Guipúzcoa; 1990), subcampeón del mundo con la sub17, para completar la convocatoria. El mediocentro, que esta semana inició la pretemportada con el equipo txuri urdin, abandona los entrenamientos a las órdenes de Montanier para tratar de llenar un vacío sensible para los campeones de Europa.