A las 13 horas de este mediodía, Honduras y Marruecos inauguran en el estadio Hampden Park el campeonato de fútbol correspondiente a los Juegos Olímpicos de 2012. Por delante aguardan treinta y dos partidos que se extenderán hasta el día 11, cuando el City of Coventry Stadium de Londres rinda tributo al sucesor de Argentina, campeona en 2004 y 2008.

Hace 104 años fue cuando, precisamente en Londres, se celebró el primer torneo Olímpico de fútbol masculino. Desde entonces, 22 ediciones han dejado diecisiete campeones diferentes, entre los que destacan Hungría y Reino Unido, con tres medallas de oro para cada uno. En prácticamente todos ellos ha existido un paralelismo: arrancaron la competición sumando un triunfo.

La primera campeona, Gran Bretaña en 1908, debutó el torneo apabullando por 12-1 a Suecia cuatro días antes de la final que ganó a Dinamarca (2-0). Cuatro años después, en Estocolomo, los británicos volvían a deshacerse de los daneses tras haber debutado, también cuatro días antes, vapuleando a Hungría (7-0). Desde entonces, las siguientes siete selecciones que alzaron el oro entre 1920 y 1956, lo hicieron arrancando de manera inmaculada su expediente en la competición.

Sin embargo, dicha estadística era condición sine qua non para todo aquel equipo que quisiese ser campeón, puesto que el torneo consistía en una sucesión de eliminatorias directas. En los Juegos que Roma acogió en 1960 ya se introdujo la Primera Fase, previa a las semifinales, y se eliminaron todas las rondas preeliminares.

En la capital transalpina, Yugoslavia acabó colgándose el oro en el cuello tras sumar tres puntos en el partido inaugural, circunstancia que repitieron Hungría, en 1964 y 1968, y Polonia, en 1972, en las posteriores tres ediciones. El primero de los tres combinados que ha salido victorioso de una Olimpiada sin haber vencido en el partido inaugural fue la antigua República Democrática Alemana que, en 1976, no pudo pasar del empate frente a Brasil (0-0). No obstante, la victoria frente a España (1-0) días después le hizo acceder a semifinales como segunda de grupo, para posteriormente derrotar a la Unión Soviética y Brasil en las semifinales y la final respectivamente.

Los últimos dos casos se registraron en 1984 y 1988. El primero de ellos tuvo a Francia como protagonista. El equipo galo debutó en Los Ángeles empatando (2-2) con Qatar, pero, tras vencer a Noruega (1-2) y repetir empate con Chile (1-1), pudieron hacerse con la primera plaza del grupo debido a su mejor 'goal average'. A los cuatro años, la Unión Soviética sumó su segundo metal Olímpico tras no poder romper el tanteador inicial en su debut frente a la República Checa.

En total, 19 de los 22 campeones en la historia de los Juegos Olímpicos arrancaron con una victoria, es decir, el 86,36% de los casos, mientras que el 13,63% restante (3 de 22) firmó tablas en su estreno. De esta forma, se contempla que ninguna selección que no haya sumado puntos en la primera jornada haya ganado posteriormente el título.