Es el talento en el precipicio. En el All England Club de Londres, Fernando Verdasco debate contra un espejo. Cierto es que está Denis Istomin al otro lado de la red, un peligro cuando asoma la hierba. Pero la lucha del español es contra sí mismo. Su brazo escupe fuego como pocos. Su cabeza, en cambio, es pura anarquía. Así, con un arma nuclear sin instrucciones, el decimocuarto favorito de la cita olímpica cayó precipitadamente (6-4 y 7-6(9)) en 95 minutos con el rostro desencajado. Suyos fueron los puntos para el recuerdo. Suyas las recuperaciones imposibles (salvó dos bolas de partido). Incluso la osadía brotaba de su raqueta (36 ganadores por los 18 de su rival). Aunque al final, todo su esfuerzo se vio reducido a dos acciones. Con el marcador a su favor (9-8 en el desempate), regaló el partido tras cometer una doble falta y una volea irregular. Un desenlace tan desafortunado como habitual.

Y es que Verdasco bien sabe lo que es dispararse sobre su propio pie cuando roza la excelencia. Ya le sucedió este año en el Abierto de Australia ante Bernard Tomic cuando desaprovechó dos sets de ventaja. O incluso en Roland Garros (Andreas Seppi) y Wimbledon (Xavier Malisse), ambos encuentros decididos a cinco mangas y en los que se diluyó cuando mejor estaba. Porque frente a Istomin, el número 34 del mundo, el madrileño volvió a lucir su carcasa ciclotímica. Con la igualdad en el luminoso, apenas propone. Pero con el horizonte sombrío, sus golpes se transforman. Así, en el ‘tie-break’ del segundo parcial, apuró tanto sus posibilidades que terminó despidiéndose después de cometer hasta 29 errores no forzados. Demasiados.

De este modo, la delegación española pierde antes de tiempo la primera de sus opciones individuales de medalla. Diferente fue el caso de Anabel Medina, que rozó la remontada (6-2, 4-6 y 7-5) ante la belga Yanina Wickmayer. De hecho, la torrentina dispuso de una opción clara de cerrar el encuentro a su favor al servir con 5-4 en el tercer acto. Por otro lado, en la disciplina de dobles, la pareja compuesta por Marc López y Marcel Granollers sucumbió (7-6(5) y 7-6(3)) ante el dúo israelí formado por Jonathan Erlich y Andy Ram. El tándem español, campeón hace una semana en Gstaad, pagó cara su inexperiencia sobre hierba, en la que apenas suman una victoria juntos.

Con estos resultados, los capitanes españoles, Alex Corretja y Arantxa Sánchez Vicario, barajarán sus opciones en las próximas horas de cara al cuadro de dobles mixto que se sorteará este próximo lunes día 30. Esta modalidad, la cual se estrena en una cita olímpica aquí en Londres, estará compuesta por 16 parejas y España podría disponer de hasta dos posibles elecciones. O lo que es lo mismo, tres victorias garantizan medalla. Será mejor que no preparen aún las maletas.