Guillermo Martínez, ganador del I Premio Hispanoamericano de Cuento Gabriel García Márquez
Guillermo Martínez. Foto: bbc.co.uk.

Bordean la línea tenue que separa la locura de la cordura, la fatalidad de la coincidencia, y el sueño de la pesadilla”. Así define el jurado del I Premio Hispanoamericano de Cuento Gabriel García Márquez el conjunto de relatos de la obra ganadora, Una felicidad repulsiva, del autor argentino Guillermo Martínez.

El viernes pasado tuvo lugar en Bogotá el galardón que pretende rendir homenaje al Nobel colombiano que comenzó como cuentista y, posteriormente, experimentó con la crónica y la novela –como es el caso de la célebre obra, Cien años de Soledad-. El premio, que fue convocado por el Ministerio de Cultura y la Biblioteca Nacional, con la colaboración del Instituto Cervantes de España, nació tras la muerte del homenajeado Gabriel García Márquez, el 17 de abril de este año.

El ganador del premio, Guillermo Martínez, cogió la pluma con 14 años y, desde entonces, no ha vuelto a soltarla. Es doctor en Ciencias Matemáticas por la Universidad de Buenos Aires (UBA), pero su gran pasión, fomentada por su fallecido padre, siempre ha sido la literatura: "Pensaba que con la literatura no podría ganarme la vida, aunque fue él quien nos inspiró a mí y a mis hermanos el amor por la literatura".

El jurado del galardón estuvo compuesto por Antonio Caballero, Horacio Castellanos, Mempo Giardinelli e Ignacio Padilla, y presidido por la escritora española Cristina Fernández Cubas

El escritor argentino compitió entre más de 123 obras publicadas en España y Latinoamérica, y fue seleccionado de entre un total de cinco finalistas donde se integraban la autora argentina, Carolina Bruck, con Las otras; el mexicano Héctor Manjarrez con su obra Anoche dormí en la montaña; el español Óscar Sipán, con Quisiera tener la voz de Leonard Cohen para pedirte que te marcharas; el escritor chileno Alejandro Zambra, con Mis documentos; y, finalmente, el ganador, Guillermo Martínez.

Una felicidad repulsiva, que tardó diez años en elaborarse, es una compilación de once cuentos que “pueden llevar por leves pendientes de una felicidad familiar perfecta al descubrimiento más macabro, o encontrar derivaciones dramáticas insospechadas de la fricción entre ciencia y religión, o debatirse entre el sexo y la muerte”. Estos, además, presentan una extensión variable que oscila entre dos o tres páginas y cincuenta, como es el caso del último cuento que da fin a la obra.

Como características de su prosa, fueron elogiadas la unidad, la solidez, la sutileza y el equilibrio, así como el dominio del cuento, que  en su obra “son historias de lo cotidiano, pero en un momento se transforman en algo cercano a lo siniestro, a la pesadilla, a la locura, de que algo terrible va a pasar”. De este modo, encontramos un relato que narra el último día del político ruso, Trotski, y otro que relata la sobreprotección que ejerce una madre sobre su hijo evitando exponerlo a la luz solar.

“Este libro refleja, además, una mirada peculiar en la que el absurdo, el horror, lo fantástico y lo extraño que arranca de lo cotidiano, son tratados con absoluta maestría”

Publicados por la Editorial Planeta, Guillermo Martínez ha escrito dos libros de cuentos, Infierno grande y Una felicidad repulsiva, y cinco novelas: Acerca de Roderer, La mujer del maestro, Crímenes imperceptibles –que se convirtió en una obra cinematográfica dirigida por Alex de la Iglesia-, La muerte de Luciana B. y Yo también tuve una novia bisexual. Además, en su trayectoria laboral se incluyen estudios postdoctorales en Oxford, la autoría del libro de ensayos, Borges y la matemática, y la docencia en la Maestría de Escritura Creativa de la Universidad Nacional de Tres de Febrero (Untref). Tenemos que decir, también, que ha sido premiado con relevantes galardones como el Fondo Nacional de las Artes, el Konex y el Premio Planeta en 2003.

El premio, cuya entrega consiste en un total de 100.000 dólares (80.000 euros) tiene como finalidad devolver al género literario del cuento su prestigio tradicional, actualmente en detrimento frente a otros géneros. En esta cuestión se pronunció la directora de la Biblioteca Nacional, Consuelo Gaitán, que considera que “el cuento tiene ahora un galardón a su medida”, así como el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, que se presentó en la celebración argumentando que “el cuento ha sido una tradición mayor en Hispanoamerica” y que los relatos “forjaron el imaginario universal, alimentando la curiosidad y las fantasías de niños y adultos”.

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