El frío vuelve a azotar a Europa y sus estragos empiezan a notarse en el mundo del turf. Las pistas del sudoeste europeo comienzan a verse impracticables y muchos son los preparadores que guardan sus armas prefiriendo prevenir antes que lamentar. Muchos de los grandes caballos que debían haber hecho ya sus reapariciones no han tenido la oportunidad por la peligrosidad en la que se encuentran las pistas, tanto del territorio español como del territorio francés. En este último caso, hipódromos como el de Saint-Cloud han tenido que echar la persiana durante varios días debido a las condiciones climatológicas tan desfavorables con las que se han encontrado en el transcurso de esta semana. Todo ello ha sido el desencadenante principal de la escasa participación española sobre tierras galas, aunque por muy poca que sea siempre da alegrías y esperanzas suficientes. El turf español sigue de dulce, y ni el frío ni nadie consigue pararlo.

Eva Imaz se divierte bajo la nieve

Nevada incontenible sobre el Hipódromo de Saint-Cloud, de esas que es mejor verla desde la ventana de casa, pero es que Eva Imaz no entiende de mal tiempo y con el mono de trabajo puesto, se presentó sobre la pista francesa en busca de otra victoria. Muchos pensarán que está loca y que hay muchas oportunidades durante la temporada como para arriesgar de esa manera, realizando un gran número de kilómetros para encontrarse esas condiciones. Pero de loca no tiene un pelo, y es que Eva Imaz no es más que una espléndida estratega, una gran profesional y una enamorada de su trabajo y es ahí donde radica el éxito de su figura. Cuando aparece la oportunidad, hay pocas que la aprovechan mejor que ella.

Bajo aquel manto blanco que cubría gran parte del territorio galo, y en especial el Hipódromo de Saint-Cloud, se plantó la preparadora lasartearra con Vaerya, para realizar su primera actuación en un reclamar sobre 900 metros. Fue adquirida por 5.000 euros en la subasta ACPSIE y se convertiría así en la primera dos años del patio de la familia Imaz en debutar.

La gran densidad de la nieve que caía y la tremenda fuerza con la que lo hacía, no dejaba reconocer a los participantes, y tanto los aficionados allí presentes, como los espectadores reunidos mediante soporte electrónico, no podían hacer otra cosa que perseguir sombras durante prácticamente la totalidad del recorrido para acabar divisando algo en el poste de meta. Poco que comentar sobre el transcurso de la carrera, focalizándose toda la expectación sobre esos últimos metros en los que Vaerya remató con gran energía acabando la prueba en segunda posición. Fue un visto y no visto y nunca mejor dicho, tanto por las condiciones de la prueba, como por el transcurso de la yegua en la cuadra de la familia Imaz, dado que tras la consecución de la prueba Vaerya fue reclamada en 22.222 euros cambiando así de propietario y pasando a la preparación de C. Fey. Un negocio prácticamente perfecto, que vuelve a evidenciar el gran ojo y la gran mano de la preparadora española.

Vaerya en segunda posición bajo la tremenda nevada durante su carrera en el Hipódromo de Saint-Cloud. / Fuente: zeturf.
Vaerya en segunda posición bajo la tremenda nevada durante su carrera en el Hipódromo de Saint-Cloud. / Fuente: zeturf.

Roberto Cocheteux vence a los pupilos de Eva Imaz

Dejando de lado el blanco Saint-Cloud, toca trasladarse al Hipódromo de Toulouse para ver la última batalla Cocheteux-Eva Imaz, la cual se saldó con una prometedora victoria a favor del primero. El propietario español presentaba a una de sus piezas más codiciadas dentro del abanico de sus ejemplares de tres años, Patascoy. Reaparecía pletórico, después de un 2017 asombroso, en el que consiguió sendas victorias, además de dos colocaciones en carreras de categoría listed.

Dos eran las condiciones que se habían mantenido intactas durante el transcurso de su primer año. La primera de ellas, es que todas sus actuaciones fueron sobre territorio francés y la segunda es que ninguna de ellas sobrepasó la distancia de la milla. La primera condición se mantenía intacta dado que sería el Hipódromo de Toulouse el encargado de desplegar el telón a su 2018, pero era la segunda la que experimentaba cierta modificación, y es que dejaba distancias de 1400 y 1600, para subir hasta los 2000 metros, un test de altura capaz de medir el límite del pupilo del propietario español.

Por el otro lado, en esa carrera se iba a encontrar a dos ejemplares con firma española, exactamente bajo la firma de Eva Imaz. El primero de ellos, Fly D'Aspe, uno de los tres años más prometedores del panorama español, y junto a él, Valle Inclán, el único de los tres que ha corrido hasta el momento sobre tierra española, el cual tuvo que emigrar a pistas francesas en busca de batallas de más calibre, debido a la superioridad que demostró en verano en el Hipódromo de Lasarte. Carrera de Clase 1 y los tres llegaban con grandes chances de llevarse el gato al agua, aunque sobresalían las opciones de Patascoy y Fly D'Aspe, que serían a la postre dos de los ejemplares que se jugarían la victoria, sobre las de Valle Inclán, el cual mejorará con la bajada de nivel.

La carrera fue comandada como de costumbre por uno de los pupilos de Eva Imaz, Valle Inclán. Su carrera pasaba por coger la punta, marcar su ritmo y aguantar hasta que se le agotara la gasolina y así lo hizo. Comandó el grupo durante toda la prueba, hasta que a la salida de la curva su gasolina comenzó a evaporarse y comenzó a verse sobrepasado por sus perseguidores, los cuales tenían gasolina para rato. Toda la recta final ante ellos, y Patascoy y Fly D'Aspe junto con Wetrov, el otro favorito de la prueba, se encontraban delante teniéndose que jugar la victoria entre ellos.

La recta final fue una lucha sin cuartel, a Patascoy parecía que se le harían muy largos los metros que tenía por delante, en cambio a su derecha, junto a las vallas, Wetrov parecía agrandarse a cada zancada que daba y, por el otro lado, por el carril exterior, Fly D'Aspe parecía venirse sobre el comandante teniendo dentro algo más que sus rivales. Pero los metros pasaban, el poste de meta se acercaba y las posiciones no experimentaban ningún cambio. Los jockeys arreaban sus monturas en busca de una victoria de mucho valor, que finalmente se la acabó llevando el pupilo propiedad del español Roberto Cocheteux. Patascoy, aguantó todos y cada uno de los envites de Wetrov, que finalmente fue segundo y de Fly D'Aspe no pudo colarse en la gemela. Un diamante en bruto es lo que tienen en la cuadra de Roberto Cocheteux, al que le faltan muy pocas cosas por pulir. A su vez, Fly D'Aspe no acaba de explotar todo lo que parece llevar dentro, aunque tarde o temprano y por mucho que se resista, su patio conseguirá sacarle todo y más, y será en ese momento donde se verá al verdadero Fly D'Aspe.

Patascoy (azul y negro) y Fly D´Aspe (azul y blanco) cruzando en primera y tercera posición respectivamente, la Clase 1 realizada en el Hipódromo de Toulouse. / Fuente: Jour du Galop.
Patascoy (azul y negro) y Fly D´Aspe (azul y blanco) cruzando en primera y tercera posición respectivamente, la Clase 1 realizada en el Hipódromo de Toulouse. / Fuente: Jour du Galop.