Un evento central inesperado, que anticipaba lo que podría venir, pactado en último momento como un combate sin descalificación, y desplazando a las luchas titulares en el horario del evento, parecía ser el final de la leyenda conocida como The Undertaker, sin embargo, John Cena ha lanzado un último reto.
El enterrador fue partícipe de una gran batalla real en 2017, entrando en la posición 29 sorprendió con sus múltiples eliminaciones, cuatro en total (Sami Zayn, Baron Corbin, The Miz y Goldberg), siendo el segundo con mayor número de éstas, detrás de Braun Strowman (7), sin embargo fue eliminado estrepitosamente por el último en ingresar, un no muy bien recibido Roman Reigns, quien en la misma noche compitió por el Campeonato Universal y fue el último en salir por encima de la tercera cuerda para la victoria de Randy Orton.
“This is my yard” fue la frase que desencadenó la rivalidad, al Roman afirmar que el ring era su patio, una referencia que por muchos años Taker hizo propia. El careo fue en el programa RAW del 6 de marzo, donde una mirada al cartel selló el enfrentamiento, y una garra a Reigns finiquitó la discusión.
Para cerrar la velada llena de emociones se presentó un combate atípico, el príncipe de las tinieblas no era el favorito ante un “emperador romano” que asistía por tercera vez al hilo a un evento estelar de la vitrina de los inmortales. Undertaker fue el primero en imponer condiciones, ante un Roman que tomaba precaución ante el oponente.
La acción era descrita en Orlando por Jim Ross cuando en inmediaciones de ringside Undertaker recibe la primera lanza con la que impacta en una mesa de comentarios, la cual no detuvo a The Phenom. Para contrarrestar, el enterrador uso una silla con la que debilitó a Reigns aplicando una garra de ultratumba impactándolo en ella y seguido por una tumba rompecuellos, pero el exmiembro de The Shield se recuperó antes de la cuenta a tres.
El resto del combate fue para Roman, quien aplicando un Super Man Punch quiso acabar con su oponente pero por poco caía en las puertas del infierno. Sin embargo cuatro lanzas más y pese a resistir a varios conteos, la quinta y última lanza acompañada de un reforzado impulso en las cuerdas dejó tendido al Undertaker en un escenario de esta magnitud por segunda ocasión ante un final nostálgico donde ante la mirada del mundo, el legado del veterano luchador parecía haber llegado a su fin.
