El espectáculo de la NCAA está muy bien pero ¿Cómo se financia todo esto? Con las matrículas de los demás alumnos, mayormente. Compartir clase con Ryan Lochte, Morozov o Ian Crocker tiene un precio, y hay que pagarlo. Además, la NCAA tiene una serie de patrocinadores de postín, como Coca-Cola, Capital One Bank o AT&T, que a buen seguro soltarán una buena suma para financiar la organización de todos los campeonatos. Finalmente también están las entradas, aunque por el precio que cuesta ver la natación -10€ una sesión de finales- es dudoso que se acerquen siquiera a financiar algo más que el agua de las duchas.

Una vez que tienes a los mejores nadadores, fundamentalmente jóvenes y tienes el campeonato montado, con patrocinadores incluidos, te falta la gente. Pero eso no es problema, en EEUU hay mucha gente, tanta que cualquier deporte minoritario puede contar con una legión de seguidores dispuesta a dar mucho ruido. La natación en EEUU es mucho más seguida que en otros países como España, México o Argentina –por citar a tres hispanohablantes- aunque no deja de ser un deporte minoritario al lado de otros como el baloncesto o el béisbol. Aun así, subsisten un gran número de webs especializadas en dar cobertura a la natación, incluyendo a los campeonatos de la NCAA. Estas webs ofrecen un seguimiento a los campeonatos universitarios que no desmerece al que famosos diarios deportivos hacen de acontecimientos de primer orden deportivo mundial. Ofrecen entrevistas, clasificaciones, estadísticas, partes de lesiones y todo lo que un buen fan del deporte –y de la natación en concreto- puede necesitar.

Coca-Cola, Capital One o AT&T patrocinan a la NCAA

La más veterana de todas estas webs es SwimmingWorldMagazine.com, aunque llamarle web sea casi una falta de respeto a una publicación tan veterana en el deporte estadounidense y mundial. Swimming World es una revista mensual dedicada exclusivamente a la natación, publicada por primera vez en enero de 1960. Mucho ha llovido desde entonces, pero Swimming World ha sabido adaptarse a la perfección a los nuevos tiempos. Durante toda su existencia ha brindado una cobertura de lujo a la natación universitaria, manteniéndola en nuestros días. Es gracias a esta revista y a otras muchas publicaciones que la natación en general y la universitaria en particular goce del arraigo cultural que tiene en nuestros días. Sin duda el olimpismo estadounidense tiene mucho que agradecerle.

Ya tienes a grandes deportistas, tienes financiación para que puedan desarrollarse en condiciones óptimas y tienes la atención del público. Si metes todo esto en una coctelera y agitas adecuadamente te saldrán niños que quieren ser como “ese que nada tan rápido”, o como “ese que salta tan alto”, como quieran. El objetivo es poner a los deportistas en el punto de mira. Otros deportes quizás no han tenido tanto éxito en EEUU como la natación, por el motivo que sea, pero en el caso que nos ocupa está claro que hablamos de un modelo muy trabajado y sin duda, a imitar en todo el mundo.

Si miramos la lista de nadadores que están en actualmente posesión de récords de la NCAA corremos el riesgo de caernos de espaldas: Cesar Cielo, Peter Vanderkaay, Ryan Lochte, Allison Schmitt, Natalia Coughlin o Katinka Hosszu. Nada más y nada menos, y esto sin mentar a los que alguna vez ostentaron un récord, caso del ilustrísimo Mark Spitz.

Mark Spitz fue varias veces campeón universitario

Por equipos, en categoría masculina el de Auburn ha sido el más laureado en los últimos veinte años, con ocho campeonatos. En féminas la cosa está más igualada: cinco campeonatos de Auburn por seis de Stanford, aunque en ambas categoría se aprecie un cierto dominio por parte de California en el último lustro.

Aquí podemos ver un vídeo del nadador universitario Jimmy Feigen, velocista capaz de enfrentarse a los mejores en los Grand Prix estadounidenses, plantando cara a dos gigantes como Nathan Adrian y Anthony Ervin:

Y aquí el legendario Mark Spitz nadando una final de los 200 mariposa en 1971:

Todo lo que necesitas saber de la NCAA (I)