El partido comenzaba con una enorme carga emocional, después de que el TD Garden de Boston rindiera homenaje a los afectados en las explosiones ocurridas en la maratón de la ciudad con un espeluznante himno de los Estados Unidos cantado a capella desde el inicio, que le dió una energía extra notoria al equipo local, y es que durante los 10 primeros minutos del partido, Boston tenía las riendas del partido muy bien cogidas, mantenían a Pittsburgh encerrado en su zona y a Vokoun ocupado con muchos tiros. Por si la inercia de este inicio del partido no fuera suficiente, Matt Cooke, de Pittsburgh se iba al banquillo de los expulsados por un hachazo a Greg Campbell. Esto acabó de decantar la balanza hacia los locales, siendo Marchand quien pusiera a los Bruins por delante tras una brillante arrancada desde la banda izquierda, cruzando la pista directo hacia Vokoun, quien pudo frenar la pastilla con su brazo, pero no evitar que esta acabara cruzando la línea de gol.

Esto pareció levantar a Pittsburgh y que empezaran a ver más campo contrario, pero Rask se mantenía sólido hasta el final del periodo. En el minuto 17 de partido se registró la segunda pelea de este tan intenso partido, nada menos que Jarome Iginla y Nathan Horton, dos auténticos Heavyweights, se vestían de agitadores por unos minutos.

En el segundo periodo, Boston seguía cómodo en el partido, consiguiendo salir de su zona a menudo y con poca dificultad, teniendo más ocasiones. Aún así, sería Tanner Glass, en el minuto 5 de la segunda parte, quien ganaría una importante pastilla en las barreras tras la portería, que dejaría para Niskanen en defensa quien veía como su disparo impactó en un cuerpo delante de Rask, y el rebote lo aprovechó Jokinen para igualar el partido. Igualdad que seguía viéndose en el juego, y es que, mientras los Penguins empezaban a asomarse en campo rival, Boston también conseguía combinar y crear claras ocasiones de gol, en especial Seguin y Marchand, dos atacantes vitales para la campaña de los Bruins.

Ya en el último periodo, tras cinco minutos de juego, Brad Marchand perdía su poca paciencia con Jussi Jokinen tras una jugada ofensiva de los visitantes, en la pausa después de que Rask realizara la parada, Marchand agarró a Jokinen y le quitó el casco mientras se soltaba los guantes, ganándose una expulsión que podía ser decisiva en el tercer periodo con el partido igualado. Pittsburgh sin duda aprovechó esta situación, y fue Iginla con un disparo potente quien batió a Rask por bajo, Kunitz aportó la impecable pantalla para inhabilitar al portero de Boston, y Jokinen fue quien asistió a Iginla después de intercambiarse dos pases.

Cuatro minutos después, también en inferioridad, Bergeron ganaba su enésimo face-off, la pastilla quedó sin receptor en las barreras, a las que acudieron demasiados hombres de Boston, quienes ya estaban con un hombre menos, lo que propició que al sacar la pastilla los Penguins, Letang y Iginla, en la línea azul, tuvieran todo el tiempo del mundo para sacar un buen disparo. Sería Letang quien pusiera el 1-3, engañando bien con el pase y soltando un preciso disparo de muñeca. Justo después del gol, Brad Marchand pudo acercar a los Bruins en el marcador en una escapada, pero se encontró con las guardas de Vokoun.

El resultado final de 2-3 lo puso Seguin a dos segundos para el final, demasiado tarde para tener opción a llevar el partido al tiempo extra.