Se enfrentaban dos equipos que en la primera jornada habían logrado ganar. Zaragoza y Puente Genil fueron los rivales que sucumbieron ante Granollers y Cuatro Rayas y que provocaba que uno de estos dos equipos no pudiera seguir por la senda de la victoria. Nacho González, técnico vallisoletano, había apelado durante toda la semana al trabajo diario e ir partido a partido que lleva haciendo gala durante toda la pretemporada para así evitar fantasmas del pasado que sus pupilos se lo toman a al pie de la letra.

Comenzaba el encuentro con una salida en tromba del Granollers que pasaba por encima de su rival sin apenas despeinarse. El planteamiento defensivo que plantearon los catalanes nublaron toda la posibilidad de ataque del Cuatro Rayas que veía como al poco de empezar el partido, el contrario le aventajaba en tres goles. La defensa amarilla estaba prácticamente a la deriva y los locales se sentían como pez en el agua viendo que de manera fácil su ventaja no descendería de los tres o cuatro goles.

El Cuatro Rayas notaba como su rival era infinitamente superior sobre la pista pero tiró de garra para evitar que el partido quedase tan pronto sentenciado. Paco López sustentaba la ofensiva visitante mientras que Álvaro Ruíz y Resina eran los que bombardeaban la portería de Yeray Lamariano. Así, el partido seguía en la misma tónica que en el principio y los catalanes se mostraban cómodos dominando el marcador viendo como los vallisoletanos eran incapaces de acercarse y poner el peligro su victoria. A pesar de todos los errores cometidos por los visitantes y que el Granollers llegó a tener rentas de cinco y seis goles, la raza de los pupilos de Nacho González provocó que se marcharan a los vestuarios todavía con opciones de cara a la segunda mitad (14-10).

El paso por los vestuarios surgió el efecto contrario a los intereses pucelanos. El Granollers volvió a tener un inicio de mitad espléndido que le llegó a poner seis goles arriba y prácticamente sentenciar el partido con mas de veinte minutos por disputarse. Esto llevó a que ambos equipos se viesen en la misma situación de la primera mitad, y como en ella sucediese, el Cuatro Rayas no bajó los brazos en ningún momento. En el ecuador de este periodo, el conjunto castellano y leonés recortó la distancia hasta los tres goles que ponía en aprietos a los catalanes.

Después de tener el partido casi cerrado, el Granollers veía como su victoria estaba amenazada con un batallador Cuatro Rayas que no iba a vender su derrota de forma barata. Tras un partido relativamente cómodo para los locales, los últimos minutos del encuentro se convirtieron en un verdadero espectáculo para el espectador. Los vallisoletanos se pusieron a falta de un minuto para el final a tan solo un gol de diferencia y la tensión y presión caía para el ataque de los catalantes. Con una jugada muy forzada en la que Salinas logró anotar bajo pasivo, los visitantes no consiguieron marcar y Resina certificó de contraataque la victoria local.

Así, el Granollers se mantiene con un dos de dos en victorias mientras que el Cuatro Rayas tendrá que esperar para conseguir su segunda victoria en esta Liga Asobal.