El partido se presentaba como igualado y con dos equipos que sin duda lucharán por el campeonato de división. Una disputa con aires de revancha, ya que la franquicia canadiense fue destrozada el los últimos playoffs frente a los norteamericanos. Algo parecido sucedió durante la madrugada de ayer. Los Canucks volvieron a sucumbir.
Todas las miradas apuntaban a un jugador, Tomas Hertl, la joven promesa cuajó en la última jornada un partido increíble frente a los Rangers. Con tal solo 19 años ya es uno de los líderes de la liga, con 7 puntos en su haber (4 goles en el último partido). Sin embargo, los visitantes empezaron demostrando algo más. Con unas líneas ferreas y comenzando jugadas desde atrás, se hicieron con el control sobre el hielo. Tras una jugada colectiva, el defensa M. Vlasic remataba un buen pase de Brent Burns. A falta de un minuto para concluir el primer tercio, tras un error incomprensible de la defensa local, San Jose puso el 2-0. Robo de James Sheppard detrás de la meta de Luongo y Matt Pelech fulmina la portería.
Comenzaba el segundo periodo, Vancouver lo intentaba. El conjunto de John Tortorella salió motivado y con ganas de remontar. Frente a ellos, un activo Antti Niemi que paró todo lo que pudo. Rápido y con muchos reflejos, el finlandés cuajó un partido cuanto menos, serio. Hasta que Mike Santorelli, aprovechó un rechace del puck y perforó la red visitante. Se recortaban distancias en el marcadoR y los locales debían apretar cuanto antes. Poco duró la esperanza para Vancouver, tan solo un minuto más tarde, los Sharks respondían. Tras una buena jugada de Tyler Kennedy, revolviendose ante dos defensas rivales, el ex penguin lanzó un certero pase a su capitán, Patrick Marleau, para que pudiera colocar el 3-1.
El tercer y último tercio se antojaba tranquilo para los de California. Controlaban el puck a su antojo, demostrando la solvencia de cada una de sus líneas. Los canadienses parecían flojos, faltos de ideas y con respuesta tardía. J. Tortorella vió a sus chicos con falta de empuje y sin aires de franquicia ganadora. San Jose era la otra cara de la moneda, tranquilos y solidos durante los tres periodos. Tanto, que tres de sus líneas habían marcado durante el partido, faltaba una. Ahí se encontraba el “barbudo” Brent Burns para cerrar el 4-1 a puerta vacía. Fantástica resolución del choque por parte de San Jose, un tanto para cada línea y un partido fácil frente a un rival directo.