Los Blues llegaban al choque tras una derrota, también en la prórroga frente a los Jets. Por su parte, los Canucks, tras un arranque flojo (4 derrotas en los primeros 5 partidos), empezaban a coger la forma habitual de equipo aspirante al título de División. Se antojaba un choque fuerte, con carácter. Por un lado, el equipo canadiense con una delantera sublime, calidad de sobra. Por la otra, unos Blues con una defensa cargada de potencial. Igualdad a raudales en el Scottrade Center de Missouri.

Apenas el puck se había deslizado por hielo, y la dupla David Backes-Alex Pietrangelo se marcaba una jugada de campeonato. Asistencia del norteamericano que el joven defensa no logra culminar con gol. Frente a ellos, el joven Eddie Lack, intuyendo la difícil noche que le esperaba. Durante el primer periodo, la portería visitante fue apabullada, pero sin un final esperado; los locales se encontraron con un inspirado goalie. El novato Eddie Lack realizó bien su labor. A falta de 3 minutos de concluir el tercio, Chris Higgins, sin oposición, coló un disparo por la escuadra de Jaroslav Halak. Lento el guardameta eslovaco ante el disparo.

Comenzaba el segundo tercio. Después de dominar el juego durante los primeros 20 minutos y a pesar de ello ir perdiendo, St Louis seguía en sus trece, atacando la meta rival pero sin llegar el gol. Vancouver, al contrario, en cada presión era un peligro patente. Mientras tanto, Sestito hacía de las suyas buscando el contacto e, imponiendo su juego físico, lo encontró, con una pelea a los 3 minutos. A los 9 minutos llegó el 0-2. Gran robo de Santorelli a la espalda de Halak, que asiste a R. Kesler para que anote su primer tanto de la noche. St. Louis debía marcar cuanto antes, y así lo hizo. Justo en el mejor momento llegó Alexander Steen, en superioridad numérica, para colocar el 1-2. El gol llegó a tan solo un minuto del final del periodo.

Último tercio. St. Louis arrancó de forma agresiva y con esperanzas; funcionó de sobremanera. En un minuto ya habían igualado el encuentro, dando la vuelta al marcador. Concluyendo una superioridad numérica y aprovechando el despiste conjunto de Eddie Lack y Christopher Tanev, la pastilla se coló para rematar el 2-2. El marcador se mantuvo hasta el final, forzando la prórroga.

Fue entonces cuando apareció la figura de Ryan Kesler. La estrella de Michigan plantó el 2-3 final gracias a un rechace y un toque magistral, para así colar el puck en las redes de J. Halak. El conjunto canadiense cuajó un partido serio pero que se pudo escapar durante el último periodo. Con factores pendientes de pulir, como los despistes defensivos y una mayor presión ofensiva, Vancouver se planta en segundo lugar en la reconvertida División Pacifica.