Máxima expectación en el Nassau Veterans Colisseum de New York para ver el debut de la estrella austríaca Thomas Vanek, quien jugó con John Tavares en el centro y Kyle Okposo en la banda derecha de inicio con su nuevo equipo. Lundqvist descansaba hoy tras la derrota por 2-0 ante Montreal justo la noche anterior, y para ser su segundo partido en dos noches, New York no parecía falto de oxígeno, tal vez la entrada en la alineación de nuevo de Carl Hagelin ayudó en ese aspecto, y es que los Rangers, al inicio del partido, gozaron de muchas posesiones en campo rival, una de ellas propició que Chris Kreider, utilizando su cuerpo como pantalla y su stick para re direccionar una pastilla, sacara un suculento rebote de Evgeni Nabokov para poner a su equipo uno arriba, lejos de ésta acción, se vieron bonitas combinaciones entre Vanek y Tavares a las que Talbot estuvo muy preparado, con Nabokov también realizando paradas de mérito para los locales.

El segundo periodo tuvo compases de ida y venida constantes, con los Rangers teniendo las mejores oportunidades, pero sería Cal Clutterbuck con su primer gol ésta temporada quien batiera a Talbot con un excelente disparo después de ganar una carrera a Marc Staal, quien no pudo controlar un pase que saltó sobre su stick. Aun así, los visitantes mantuvieron el dominio del partido hasta la mitad del mismo, a partir de entonces los Islanders empezaron a gozar de más dominio y tiempo en zona atacante, Bailey, jugando minutos con Vanek y Tavares, tuvo una gran oportunidad que Talbot paró y Radek Martinek, solo ante el guardameta decidió hacer un pase en el último segundo ante un Tavares que era lo último que esperaba. Finalmente fue Peter Regin quien, en una rocambolesca sucesión de rebotes, veía su disparo entrar para poner a los suyos uno arriba antes de acabar el segundo periodo.

Nada más empezar el tercer tiempo, los Islanders cometían un error en el cambio de líneas que les puso con 6 patinadores en el hielo, dando paso a una penalización por too many men on the ice y un tanto en superioridad de Ryan McDonagh, quien batió a Nabokov con un potentísimo disparo de slap.

El partido entonces volvió a coger una dinámica de ida y venida, en la que ambos porteros exhibieron un muy alto nivel de juego, pero fue entonces cuando el recién renovado Radek Martinek cometió un error de principiante al ir a buscar una carga que falló, dejando un hombre libre en la zona que acabaría decantando el partido, fue Benoit Pouliot quien selló la merecidisima victoria para Cam Talbot.