Como si de dos encuentros diferentes se tratase. Así se puede resumir el partido que enfrentó ayer al Cuatro Rayas frente al Huesca en el Polideportivo Huerta del Rey. Con un primer acto de muy buen balonmano por parte de los de Nacho González, el segundo se convirtió en una actuación solitaria de los de José Francisco Nolasco.

Comenzaba el espectáculo del lado visitante. El Huesca demostraba porque es un conjunto que huele a Liga de Campeones y en un abrir y cerrar de ojos ya se colocaban dos goles por encima de su rival (1-3). Pero los vallisoletanos no estaban por la labor de que el duelo se acabase tan pronto. Sin echar de menos a Yeray Lamariano con un César Pérez muy entonado bajo palos, los de amarillo igualaron el choque (3-3).

La defensa 5-1 planteada por los locales era como una montaña rusa. Eso era aprovechado por los de rojo que en cuanto flojeaba la zona de atrás del Cuatro Rayas se ponían a dominar el encuentro en un abrir y cerrar de ojos. Con una renta de dos goles, el técnico local se vio obligado a solicitar tiempo muerto para espolear a los suyos.

No surgió el efecto esperado y con un férreo sistema defensivo los aragoneses dominaron prácticamente todas las facetas del juego. Pero era el turno de los vallisoletanos. Con un Corzo inspirado e Isma Juárez acertado, este último consiguió con un siete metros poner a su equipo por delante (10-9). La igualdad se convirtió en la protagonista por lo que el encuentro se fue al descanso con un 12-12 que dejaba la batalla muy interesante.

El segundo acto aparecía con los locales muy enchufados que les llevó a lograr un parcial de 3-0. Viendo la situación, los visitantes empezaron a demostrar el porqué de su posición en la tabla y con un Eloy muy intenso en los 6 metros, el encuentro empezaba a cambiar de dinámica (20-20).

En este momento la pájara llegó al seno pucelano. Como si de un motor gripado se tratase, el equipo de Nacho González desapareció del encuentro. A esto se suma que el conjunto de Nolasco comenzó a jugar de manera excelente. Velocidad en la primera línea, precisión en los pases y acierto de cara a portería se unía a una magistral defensa. El partido empezaba a sentenciarse antes de tiempo.

Tal es así que los locales anotaron tan sólo 5 goles en quince minutos. Así, el encuentro finalizó con un 25-31 que demuestra que unos están a años luz de los otros.

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