¿Qué clase de análisis se podría hacer tras el partido disputado ayer en el Consol Center de Pittsburgh? La única deducción lógica parece ser que los Toronto Maple Leafs parecen sufrir algún tipo de bloqueo cuando el rival recorta distancias en partidos que parecen completamente cerrados y que a los Penguins les vale con hacer un período de buen juego para seguir demostrando que puede estar arriba en los pronósticos. Y todo esto puede extraerse tras ver como los Leafs desperdiciaban una ventaja de tres goles durante el segundo y el tercer período del partido.

Durante el transcurso del primer tercio, las cosas no pintaban mal para Toronto. Pese a haber comenzado abajo en el marcador tras un gol tempranero de Chris Conner, los Leafs se las arreglaron para darle la vuelta al marcador y tomar ventaja gracias a los goles de James van Riemsdyk y Nazem Kadri. Las cosas iban a ponerse mucho peor para los Pens nada más comenzar el segundo período. Marc Andre Fleury cometió el error de la noche y fue incapaz de despejar o pasar efectivamente el disco desde detrás de la portería, circunstancia que aprovechó van Riemsdyk para anotar el tercero para los Maple Leafs y el segundo en su cuenta particular. La jugada le costaba caro a Pittsburgh y al mismo Fleury, que fue sustituido por Jeff Zatkoff. Este tampoco empezaba de una forma brillante, ya que tan sólo 29 segundos después de estar sobre el hielo recibía otro tanto, esta vez tras un robo y una brillante combinación entre Tyler Bozak y Phil Kessel, que anotaba su decimotercer gol de la temporada. La Blue Nation se las prometía felices, pero los Pens no habían dicho la última palabra.

Pittsburgh tensaba la cuerda del partido y se acercaba en el marcador con sendos goles en power play de Evgeni Malkin y Kris Letang, pero todo el trabajo duro realizado por los de Pittsburgh se iba a evaporar cerca del final del segundo período cuando Zatkoff no fue capaz de controlar un disparo de Van Riemsdyk y el rebote posterior lo aprovechaba Bozak para recuperar la amplitud de ventaja en el marcador por parte de Toronto. Se ponía así punto final a uno de los períodos más extraños para ambos equipos en todo lo que va de liga, aunque iba a ser el antecedente de los mejores 25 minutos de los Pens en todo el año.

La debilitada defensa de Pittsburgh, que había perdido por lesión a Paul Martin ese mismo día, tomó medidas drásticas y permitió que Malkin, Crosby y compañía realizasen su trabajo en ataque. James Neal marcaba su sexto gol en los últimos cinco partidos, llevando a Pittsburgh a acercarse en el marcador. Menos de cuatro minutos más tarde, Malkin empataba el partido de una forma llamativa cuanto menos, "rematando" primero a Jonathan Bernier e introduciendo luego el disco en la portería por debajo del portero. El partido se iba al tiempo extra, en el que nada se movería en el simultáneo. El partido se decidiría en la tanda de penaltis, donde Zatkoff detuvo los intentos de Bozak y David Clarkson mientras que Crosby y Malkin anotaban los suyos frente a un cansado Bernier, que había recibidor 48 disparos en contra con un parcial en esta estadística de 19-0 favorable a los Pens durante los últimos 25 minutos del partido.

En declaraciones posteriores, el entrenador de los canadienses, Randy Carlyle manifestó que "recibimos durante todo el tercer período. Dejamos de patinar, dejamos de golpear, dejamos de hacerlo todo." Mientras que Dan Bylsma, el entrenador de los de Pennsylvania, se mostraba contento con el resultado, pero no con la forma de llegar hasta él. "Cometimos cuatro errores puntuales con el disco y sin él que nos costaron goles", aseguró. Un partido extraño para unos y para otros, desde luego.

HIGHLIGHTS DEL PARTIDO