Lo anunciaba el entrenador asturiano en la rueda de prensa previa al partido, llegar vivos a los últimos minutos era la clave para intentar dar la sorpresa en Logroño, y casi lo consiguen. El Villa de Aranda a punto estuvo de remontar un partido en el que fue perdiendo por hasta 9 goles en el inicio de la segunda parte. La gran defensa de los ribereños fue la clave de los últimos minutos, junto a un Álvaro Cabanas que marcó 5 de los últimos 7 goles de su equipo.

Gran imagen arandina en el primer tiempo

Los arandinos se sintieron muy cómodos en el Palacio de los Deportes de la Rioja, donde jugaron un partido sin ninguna presión, y rindieron a un nivel muy alto. El comienzo de partido fue muy igualado, el Villa de Aranda se sentía cómodo en ataque gracias a los goles de Oswaldo, Diego Camino, Sladic y Martín Doldan. Con el paso de los minutos Logroño consiguió una diferencia de dos goles en el marcador (12-10).

Cuando el partido estaba a punto de entrar en la recta final de la primera mitad, los hombres de Jacobo Cuétara consiguieron dar la vuelta al marcador, con un parcial de 0-4 gracias a los goles de Javi Muñoz, Moyano y Cabanas (12-14). Incluso los arandinos tuvieron balón para ponerse tres arriba, pero lo desaprovecharon. Ya en los últimos cinco minutos, el Naturhouse tiró de la calidad de su plantilla y consiguió una ventaja de tres goles con la que se llegó al tiempo de descanso (18-15).

Logroño, demoledor al inicio de la segunda mitad

El paso por los vestuarios no sentó muy bien al Villa de Aranda, que desapareció de la pista. Los ribereños no estaban acertados en ataque, y tampoco rendían suficiente en defensa como para frenar el vendaval riojano. En diez minutos, el conjunto dirigido por Jacobo Cuétara solo consiguió anotar tres goles, obra de Oswaldo, Martín Doldan y Sladic, lo que hizo que Naturhouse consiguiese una diferencia en el marcador de hasta nueve goles (27-18).

Jacobo se vió obligado a solicitar un tiempo muerto para buscar una reacción, o de lo contrario Logroño sentenciaría el partido. Y la reacción llegó, y de qué forma. El Villa de Aranda comenzó a defender de forma mucho más agresiva, provocando errores en el conjunto riojano, y aprovechando para salir al contraataque. Las diferencias en el marcador se fueron reduciendo con el paso de los minutos, aunque lo más sorprendente estaba todavía por llegar.

En apenas diez minutos, el conjunto ribereño logró casi remontar los 9 goles de diferencia que llegó a tener Naturhouse, con un Álvaro Cabanas muy destacado y que anotó cinco de los siete goles de su equipo en el tramo final. El nerviosismo comenzó a llegar al conjunto riojano, y Jota González se vio obligado a solicitar un tiempo muerto. No era para menos, Aranda se había puesto a tan sólo dos goles cuando restaban menos de 2 minutos para el final del choque (33-31).

A partir de ahí, un gran Gurutz Aguinagalde bajo palos y los goles de Luisfe, Thiagus Petrus y Tioumentsev hicieron que Logroño maquillase el marcador con el 36-31 final.

Nueva derrota del Villa de Aranda que le hace caer a los puestos de descenso tras la victoria del BM Valladolid, aunque gran imagen la que dejó el conjunto ribereño en el Palacio de los Deportes de La Rioja. Ahora los hombres de Jacobo Cuétara, tendrán que centrarse en su próximo partido que será también a domicilio, y visitarán al Ademar de León en tierras leonesas.

El Naturhouse sigue tercero en la clasificación, a dos puntos del Granollers. En la próxima visita visitarán el Príncipe Felipe de Zaragoza para enfrentarse al BM Aragón.