La edad humana depende de cómo se la encare. La edad de los objetos, de con qué se la compare. El pabellón de La Salobreja cumplirá en 2015 su cuarta década desde que se inaugurara en 1975, es decir, se trata de una de las instalaciones más vetustas en la LNFS. Llegar a los 40 años para una persona no es un síntoma alarma por empezar a preocuparse de cuánto hay que hacer cuántas veces para evitar que las arrugas amarguen el ánimo. Sin embargo, tener 40 años para un pabellón deportivo sí que puede desprender más efectos negativos por el simple hecho de que estará más manoseado que una persona de su misma edad. Se supone.

El domicilio del Jaén Paraíso Interior tiene esa magia de las cosas viejas, esa ternura del "cuántas cosas habrán visto y escuchado estas paredes" y ese buen aspecto cuando no para de entrar gente a sus asientos (hasta superar el millar, pero poco más: de los que menos acoge en la LNFS). En el retorno del equipo amarillo a la Primera División se la maquilló con parqué nuevo y pintura, dándole un aspecto más juvenil para lo que estaba por venir. La temporada pasada, la ilusión por volver a la élite la dotó de un aspecto portentoso, pero es en esta campaña, con la buena marcha del equipo y el buen juego desplegado, cuando La Salobreja voltea al pasado y recuerda los tiempos en los que sus gradas también se presentaban bellísimas y su rostro era joven.

Aunque fundado en 1980, fue a la década de vida, bajo el nombre de Jaén Fútbol Sala Oliva Secavi, cuando encarriló sus primeros logros, aún sin el amparo de la FIFA (FIFUSA) ni estar incluido en la Liga Nacional de Fútbol Sala (que arrancó en 1989). Las dos primeras ediciones del Campeonato Europeo de Campeones de la UEFS, en 1991 y 1992, que reunía a los vencedores de los países afiliados a la organización, fueron cosa del Jaén FS, que venció en casa al Correio da Manha portugués y, un año más tarde, en Lisboa, al Estrelas da Avenida, también luso. La Salobreja albergó el primero de esos dos torneos europeos que posibilitan que, más de 20 años más tarde, la afición jiennense siga cantando "Cómo no te voy a querer, si fuiste campeón de Europa por segunda vez".

De esas gradas abarrotadas a esta parte se produjo un bajón sin éxitos, lo que dio con el Jaén FS en categorías inferiores, como la Segunda B, hasta que volviera a la élite. Eran tiempos en los que el equipo se desplazaba hasta los municipios de destino en furgonetas y el foco mediático no encontraba electricidad en la tierra de los olivos, sólo aislantes de corriente. Tuvo momentos oscurísimos, como en las temporadas que el Real Jaén facilitó equipaciones a la institución para intentar sobrellevar parte de los gastos. Hace cinco años, Nicolás Sabariego decidió tomar las riendas del club gracias a la empresa Fuconsa, y reunir a patrocinadores locales para sufragar las cifras económicas mínimas para salir a competiciones nacionales. Incluso, hubo inscripciones que se aplazaron en dos pagos para así dar facilitar la viabilidad.

Se confeccionó una plantilla con protagonismo de jugadores andaluces para lograr el ascenso a Segunda División (que se produjo en Centelles en 2010). A partir de ahí, hubo una temporada de estabilización en la entonces División de Plata hasta que, al año siguiente, lograron la temporada del ascenso a Primera División y , en la segunda, ya batieron récords estadísticos para firmar la mejor campaña de la institución desde que se fundó. Actualmente, La Salobreja vuelve a sonreír porque ha encontrado otra nueva ilusión, como si le inyectaran colágeno y estirara sus atributos para recibir a todos los que van a revivir épocas pretéricas. Suelen pasearse en los partidos del Jaén Paraíso Interior camisetas añejas, de otras épocas, amarillas y relucientes, que hacen las veces de despertador para no olvidar los orígenes de un club que sufrió para reestructurarse. Y que lo logró.

Ahora, la camiseta que visten firmó la mejor vuelta de la historia del equipo, al finalizar quintos en la tabla de la Primera División y, sobre todo, ser el primer equipo andaluz que disputara la Copa de España en su XXVI edición. Los 28 puntos cosechados en los primeros 14 encuentros, de hecho, superan los 27 conseguidos en toda la temporada anterior, cuando jugaron el doble de encuentros para terminar la fase regular. El equipo de Dani Rodríguez, además, no contento con mejorar la dinámica en esta segunda vuelta (cuartos, 47 puntos, 97 GF y 62 GC), levantó la Copa de España en su temporada de debut como si aquella gesta fuera accesible. Antes de comenzarla era utópico, si quiera, que pasaran de ronda. Hasta que lo hicieron y de repente un millón de enchufes devolvió a la escena popular la provincia jiennense como la mayor gesta deportiva de su historia.

El presupuesto fue de casi 600.000 euros en una plantilla con una media salarial de 1.100 mensuales. El que más cobra está en torno a los 1.400 y el MVP del torneo, José López (33 años), es maestro en el colegio Ramón Calatayud de Jaén. Con este panorama, olvidaron el billetaje blaugrana sobre la pista del Quijote Arena de Ciudad Real y encontraron el resquicio por el que colarse en la historia del fútbol sala español. La Supercopa de España es otra puerta que se abre para la institución, a celebrar a finales de agosto o principios de septiembre, y cuyo rival conocerán al término de los playoffs por el título. Si es que no los ganan también.

Redondear la temporada con las eliminatorias por el título es una conversación inútil en estos momentos. No lo es, en cambio, admitir que el actual Jaén FS ha volteado la historia para trasladarla a su mayor esplendor en la actualidad. Jaén respira fútbol sala y ahora recuerda qué feliz le hace. La Salobreja, nostálgica y con canas, se da cuenta de que a los 40 años todavía es posible hacerle cosquillas en sus entrañas y, sobre todo, hacerle soltar una lagrimita de felicidad.