Después de proclamarse la jornada pasada campeón de la Liga ASOBAL, el FC Barcelona visitaba a un Cuatro Rayas Bm Valladolid inmerso en los puestos de descenso tras su derrota en Huesca. Primero frente al antepenúltimo o lo que es lo mismo, uno de los mejores equipos del mundo ante otro inmerso en plena crisis económica y deportiva. 

Con los descartes de Víctor Tomás y Daniel Saric, los azulgranas jugaban teniendo en mente el duelo vital de cuartos de final de la Liga de Campeones ante el Rhein Neckar Lowen. Fruto de ello llegó la superioridad local en los primeros compases de la batalla. El Cuatro Rayas lograba neutralizar los ataques visitantes que contaba con un precipitado Sarmiento en la dirección del juego. 

Con el portero César Pérez acertado, la afición olvidaba por momentos la lesión de Yeray Lamariano. Tan solo la actuación en la otra portería de Arpad Sterbik lograba frenar los ataques amarillos (5-3). Muchos de los presentes se frotaban los ojos al ver que el equipo local estaba por delante en el marcador del todopoderoso Barcelona.

Con un Pablo Cacheda volviendo a demostrar su calidad, Xavi Pascual decidió realizar un cambio de cromos. Superestrellas por superestrellas fueron sustituidas en el parqué de Huerta del Rey. Algo que resultó esencial en la vuelta que tuvo el electrónico. Karabatic y Lazarov no entienden de vacaciones y, a pesar de que la intensidad no era la misma, maniataban al conjunto vallisoletano. 

Sin Paco López ni Guillermo Corzo, el Cuatro Rayas veía como el rival empezaba a ser inalcanzable. Con una defensa impecable y un ataque que finalizaba con una velocidad endiablada el conjunto de Pascual consiguió una ventaja cómoda para irse al descanso por 10-14. Tan "solo" 4 goles de ventaja tenían los azulgrana ante el conjunto de Nacho González.

La segunda mitad comenzaba con Raúl Entrerríos en pista. Después de no haber disputado un solo minuto en el primer acto, el asturiano entró por la puerta grande. Como si de una autopista se tratase, el central del Barcelona jugaba a su antojo ante la defensa vallisoletana. Esta situación llevó a una de las máximas distancia en el marcador (14-21).

En este momento Nacho González jugó con la situación. Cabada y David Fernández junto al ya habitual Nico disfrutaron de minutos en el partido. Premio al trabajo de los más jóvenes que se convirtió en el atractivo del encuentro y el público vitoreaba cada gol o parada que realizaban. 

No hubo más historia. El Barcelona sigue intratable en la ASOBAL y con esta victoria por 25-35 sigue inbatido en la competición. 25 victorias y 0 derrotas es el bagaje del conjunto de Xavi Pascual. Por su parte, el equipo de Nacho González siguen en puestos de descenso y tendrá que realizar un buen papel en las jornadas que quedan.