El Polideportivo Municipal de Huesca albergaba uno de esos partidos que todo el mundo quiere ver. El segundo clasificado, el Naruthouse la Rioja, visitaba la cancha del cuarto con la intención de consolidar esa segunda plaza. O lo que es lo mismo, ser el primero de la otra liga puesto que la superioridad del Barcelona Intersport es abismal.

Ambos conjuntos llegaban de manera diferente al encuentro. El conjunto de Nolasco había hecho historia al clasificarse por primera vez para la Final Four de la Copa del Rey. Por su parte, los chicos dirigidos por Jota González no había disputado dicha competición por lo que aterrizaban en Huesca después de haber tenido un fin de semana para preparar la cita.

Así, comenzaban los primeros treinta minutos. Con los visitantes muy activos tanto en ataque como en defensa, pronto se pudo apreciar que los de Logroño iban a dominar el encuentro. Bien es cierto que en distintas partes del partido los pupilos de Nolasco intentaron acercarse en el electrónico, pero los riojanos, mucho más concentrados, no permitían llegar a la igualada.

Con un Tioumentsev pletórico y que se fue hasta los siete goles, los visitantes campaban a sus anchas. Además esto se unía a la debilidad defensiva que mostraban los locales. Prueba de ello son los 18 goles que encajó el BM Huesca en los primeros treinta minutos. Una primera mitad que terminó con un resultado que dejaba una segunda parte desigual (14-18).

Tras la reanudación, todo hacía prever que iba a ser un trámite para los de Jota. Pero no fue así. El BM Huesca salió mucho más enchufado al encuentro y, en apenas cinco minutos, se pusieron a tan sólo un gol de su rival. Mucho pundonor demostraron los pupilos de Nolasco en este arranque de mitad ayudados por la buena actuación de Rodrigo Corrales. 

Pero el Naturhouse no quería sustos. En un abrir y cerrar de ojos el conjunto logroñés dio otro salto de calidad y, apoyado en continuos errores oscenses, volvieron a coger una ventaja de 3-4 goles que iba a sentenciar el encuentro. Luchar para morir en la orilla pudieron pensar los aficionados del Bm Huesca que no entendian como después de hacer un gran inicio en la segunda parte se volvieron a ir abajo.

Uno de los momentos claves fue cuando el conjunto local sumó un total de tres exclusiones consecutivas. Ahí la polémica llegó a la pareja arbitral y descentró, un poco más, a los jugadores locales. Factor aprovechado por los visitantes para despegarse todavía más en el marcador y certificar una victoria que les lleva a disputar, un años más, la Liga de Campeones (26-33).

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