Muchos dirán que “crisis” es la palabra que mejor puede definir al balonmano español de un tiempo a esta parte. Pero, ¿en todos los ámbitos? Es evidente que la Liga ASOBAL ha vivido un retroceso espectacular desde hace unos años, en especial, a partir de 2011. Ahora, los grandes jugadores franceses, alemanes, suecos no quieren venir a jugar a la aburrida liga española, en la que ya se conoce el campeón de las cuatro competiciones con demasiada antelación.

Ahora son los grandes jugadores españoles los que tienen que emigrar, ya sea a la liga alemana, véase Gedeón Guardiola en el Rhein Neckar Löwen; a la LNH francesa, con el conocido como “Spanish” Nantes, que tiene entre sus filas a Valero Rivera Folch, Jorge Maqueda o Alberto Entrerríos; pero también a otras ligas en proceso de ascenso, como la de Polonia, con Julen Aguinagalde en el Kielce, la de Macedonia, con Álex Dujshebaev en el HC Vardar, o a la húngara, donde los españoles son multitud, tanto en el Pick Szeged (Roberto García Parrondo, Niko Mindegia, José Manuel Sierra), como en el Veszprem, con Cristian Ugalde o Chema Rodríguez.

Sin embargo, la selección española llega a estos últimos grandes campeonatos y siempre da que hablar. Siempre tiene grandes partidos y ha conseguido éxitos. Quizás, el quid de la cuestión está en que ahora los jugadores no se quedan en la Piel de Toro, sino que emigran y cuando llegan a la selección aportan lo aprehendido en esas ligas emergentes y aportan todo ello al juego del combinado español.

Para mayor muestra del gran momento de forma que vive la selección española de balonmano basta con acercarse al palmarés de los últimos torneos internacionales. Dejando de lado los Juegos Olímpicos de Londres 2012, en los que la selección fue sexta, desde 2011 España no se ha perdido ni una sola semifinal de un gran campeonato. Desde entonces, dos medallas de bronce, un cuarto puesto y un título mundial.

Una gran historia reciente

El balonmano español comenzó a tener relevancia a nivel internacional a partir de los años '70. Anteriormente, su participación en grandes campeonatos internacionales se había reducido al Mundial de 1958, disputado en la República Democrática de Alemania. Los españoles consiguieron una más que meritoria novena plaza, ya que en la fase de grupos les tocó medirse a dos de las potencias del momento, tanto Polonia, que terminó quinta el campeonato, como Suecia, que acabaría levantando el trofeo de campeón mundial.

El primer gran campeonato de España fue el Mundial de 1958

Pero fue en la década de los '70 cuando España comenzó a hacerse habitual en los grandes torneos, como los Juegos Olímpicos de Múnich (acabaron decimoquintos). Además, desde 1974, la selección española de balonmano no se pierde ni una sola fase final del Campeonato del Mundo. También es cierto que los éxitos no llegaron durante esa década, los resultados fueron más bien discretos y nunca pasaron de la décima posición final.

Quizás fueron los '80 los tiempos del despegue definitivo del balonmano en España. Grandes jugadores como Cecilio Alonso, Lorenzo Rico o Muñoz Melo; la final de la Copa de Europa del Atlético de Madrid frente a la Metaloplastika yugoslava; y los primeros ‘brotes verdes’ de la selección nacional ayudaron a que el balonmano creciera en la Piel de Toro. En aquella época, el combinado español no bajó del octavo puesto en los Mundiales y consiguió una más que relevante quinta plaza en el Mundial de Suiza en 1986.

Pero si los '80 fueron los años del despegue, los '90 lo fueron del asentamiento. Fruto del despliegue económico y deportivo que hubo en España con motivo de los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, el balonmano vivió una época dorada que se reflejó en varios aspectos, como las siete Copas de Europa del FC Barcelona de Valero Rivera, pero, también, en los primeros éxitos en forma de medalla del combinado nacional. En los Juegos disputados en la Ciudad Condal, el nivel era todavía demasiado alto para los españoles, pero en los siguientes, los de Atlanta (1996), España consiguió su primera medalla en unos Juegos Olímpicos. Pero, meses antes, había logrado su primera medalla en un campeonato: la plata en el Campeonato de Europa que se disputó, precisamente, en España.

Los '90 fueron los del inicio del éxito

Un bronce y una plata en un mismo año. Algo que supo a oro en aquel momento y que, mirándose con perspectiva, fue mucho más que dos metales: fue el inicio de todo un tiempo que aún no ha terminado y que ha dado muchísimos éxitos al balonmano español. A partir de ese momento, España comenzó a ser considerada una de las ‘grandes’ de este deporte, junto con las ya asentadas Suecia, Alemania, Francia o Rusia.

Los años 2000. Esos diez años fueron la cumbre del balonmano en España. Comenzaron con la repetición del bronce en otros Juegos Olímpicos, los de Sidney en el año 2000; y con más medallas en Europeos. Pero aún quedaba la espina del Mundial, ese que siempre se había resistido a dar una medalla al combinado nacional. Todo hasta que en 2005 la suerte estuvo de cara para los hombres que entonces dirigía Juan Carlos Pastor y pudieron levantar el primer Campeonato del Mundo para España en Túnez. Aquel 6 de febrero de 2005, aquel partido frente a una Croacia plagada de estrellas, aquel 40-34 quedará grabado para siempre en la memoria del aficionado al balonmano de este país.

Fuente: El País.

El nivel, a partir de entonces, se mantuvo más o menos parejo, llegando a los momentos importantes de los campeonatos, aunque sin tanto éxito como en 2005. Habría que esperar hasta 2013, otro gran campeonato en España, y muchísimas esperanzas puestas en, quizás, uno de los mejores grupos que jamás había llevado la selección a un torneo de este nivel. El campeonato que hizo la selección de Valero Rivera fue digno de admirar, sólo cayeron frente a Croacia en un encuentro ya intrascendente por la primera plaza del grupo, para después derrotar con más o menos claridad a todos sus rivales hasta llegar a la final. En el Palau Sant Jordi se enfrentaron a una Dinamarca que se vio completamente vapuleada por el siete español en uno de los mejores encuentros que ha podido realizar la selección española en su historia. El 35-19 que reflejó el luminoso al término de los 60 minutos es bien representativo de lo que se vivió en el 40x20 aquel 27 de enero. Otra cita histórica para el balonmano español.

Fuente: RTVE.

Y esa historia de triunfos que lleva viviendo este país con el balonmano desde hace casi 20 años puede seguir en Qatar, donde España es una de las grandes favoritas a hacerse con el triunfo final, junto con selecciones como Dinamarca, Francia o Croacia, los nombres que siempre están en las quinielas.

Equipo prometedor

La selección española que acuda a Qatar va a ser un combinado de garantías, con hombres fuertes en todas las líneas, y en alguno de los casos España cuenta con los mejores en su puesto. Pero, quizás, el fuerte de esta selección es el colectivo por encima de los nombres, el jugar en equipo sin grandes estrellas que destaquen por encima del resto. Aunque eso también puede convertirse en un hándicap en determinados partidos importantes, en especial durante las últimas jornadas del campeonato. Bien es cierto que algunos jugadores están comenzando a tomar esa actitud en sus respectivos clubes, tal es el caso de Joan Cañellas en el THW Kiel, pero aún queda por demostrar si lo pueden o saben hacer con su selección.

La selección española se basa en el colectivo

En portería, se aúnan la experiencia y la veteranía con la juventud y la ilusión. José Manuel Sierra y Gonzalo Pérez de Vargas son los elegidos.

En la zaga, hay un sitio seguro para uno de los mejores defensas del mundo: Viran Morros. El jugador del FC Barcelona demuestra temporada tras temporada por qué es considerado uno de los mejores y si tiene el mismo nivel que demostró en el último Mundial, la selección española tendrá mucho ganado. Debe ser el baluarte en el centro de la zaga, tanto en la versión en 6:0 como en la 5:1. A su lado tendrá grandes escuderos, como Gedeón Guardiola, aunque el del Rhein Neckar Löwen no se incorporó a la selección hasta la segunda fase de la concentración, por lo que puede carecer de algo de rodaje.

Si una de las principales armas del equipo español es la defensa, el contraataque es la deriva lógica de las buenas acciones en la parte de atrás. Y para correr al contragolpe, Manolo Cadenas tendrá a varios grandes extremos (a los que se pueden unir, como ya han demostrado muchas veces, Viran Morros o Gedeón en esas carreras interminables con sus largas piernas de gacela). Entre ellos cabe destacar a Víctor Tomás y Valero Rivera Folch. Ambos parecen indiscutibles titulares, aunque tendrán a Albert Rocas y Cristian Ugalde detrás. Pero no sólo del contragolpe viven los bajitos del mundo del balonmano. Si España se atasca en ataque también tendrá buenos finalizadores desde los extremos.

El contragolpe es uno de los puntos fuertes de España

Otro de los puntos fuertes del combinado que dirige el también entrenador del Wisla Plock polaco está en el pivote. Ahí, España tiene muchas de las posibilidades de conseguir triunfos. En esa posición, Julen Aginagalde es, probablemente, el hombre más fuerte del mundo. El jugador del Vive Tauron Kielce sabe moverse a las mil maravillas por los seis metros y prácticamente todas las acciones en las que trabaja concluyen con algo positivo para el equipo, ya sea gol, siete metros o exclusión para el siete contario. Cadenas también ha llamado a filas a Juan Andreu.

La primera línea siempre ha sido uno de los talones de Aquiles del combinado español. Siempre a remolque en este sentido, buscando en demasía el juego con el pivote, la penetración o el mover el balón hasta llegar a los extremos, sin tener un lanzamiento exterior de calidad. Parece que de un tiempo a esta parte se ha mejorado en esa faceta, en especial con jugadores de la talla de Joan Cañellas o Antonio García desde el lateral izquierdo o Álex Dujshebaev o Maqueda con sus zurdas.

La primera línea española cada vez tiene más lanzamiento

Lo bueno de Cañellas es que además puede llevar la manija del equipo como el mejor central, así que será uno de los hombres capitales para Cadenas. Pero en el centro de la faceta ofensiva España también juega con cartas muy diferentes. Puede probar con el juego más individualista de Chema Rodríguez o bien con el juego que despliega el central del FC Barcelona, Raúl Entrerríos.

El objetivo, las medallas

Desde hace varios años, el objetivo de la selección española de balonmano en cada campeonato es conseguir una medalla. O, al menos, estar en las semifinales de los grandes torneos. El equipo que lleva Manolo Cadenas a Qatar puede hacer soñar con una medalla dorada, pero hay demasiados grandes equipos en la pugna por el metal más preciado (Croacia, Francia, Dinamarca…).

El combinado español tendrá que desplegar su mejor versión y tener un poco de suerte en su devenir durante el torneo si quiere auparse con su tercer Mundial, el segundo de manera consecutiva, con lo que emularía a grandes selecciones como la francesa en 2009-2011 o los campeonatos de Rumanía en los '60 y '70.

El entrenador: Manolo Cadenas

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El técnico leonés debutará en un Mundial en Qatar. Tiene toda la responsabilidad de hacer que los éxitos logrados con el exseleccionador Valero Rivera continúen y hacer que España pueda convertirse en campeona del mundo por tercera vez.

Este leonés, de apariencia tranquila, ahora es a la vez seleccionador de España y entrenador del Wisla Plock polaco. Pero su andadura en los banquillos comenzó hace casi 30 años en Leganés, una localidad de la periferia sur de Madrid, desde donde marchó al BM Naranco de Oviedo.

Sus primeros triunfos los consiguió en el Teka Cantabria, con el que logró, ya en su primera temporada, la Recopa de Europa y la Copa ASOBAL. Después marchó al BM Valladolid para acudir más tarde al que sería el equipo de su vida: el Ademar León, con el que ha logrado sus mayores logros, una Liga ASOBAL, dos Recopas o una Copa de Rey. Estuvo en el conjunto ademarista doce años, desde 1995 hasta 2007, año en el que fichó por el FC Barcelona, equipo con el que no tuvo grandes éxitos y del que fue cesado en 2009.

Tras un breve paso por el BM Granollers y una efímera estancia en el Ademar León, puso rumbo al Wisla Plock cuando ya había sido nombrado seleccionador de España. Así pues se une a la lista de entrenadores-seleccionadores, que tan de moda se ha puesto en el balonmano de un tiempo a esta parte.

La estrella: Julen Aginagalde

Foto: Jaime Galindo

Si uno buscase en la Enciclopedia de Diderot y D’Alambert la palabra pivote, muy probablemente, al lado aparecería una ilustración de Julen Aginagalde Akizu moviéndose en los seis metros. Es todo un espectáculo verle bailar por esa delgada línea que él tan bien conoce. Su 1,95 metros y 110 kilos de peso asustan hasta a la defensa más pintada (pregúntenles a los defensores daneses en la final del último Mundial en el Palau Blaugrana).

Su actuación no se queda únicamente en la faceta goleadora, en la que también destaca, sino que el pivote de 32 años saca algo positivo de prácticamente todas las acciones en las que interviene y casi siempre con saldo positivo para los suyos. Ya sea un penalti, una exclusión al contrario o una diana más que subir al luminoso del pabellón correspondiente.

El irundarra es uno de esos jugadores que, quizás, no fue bien reconocido hasta que pasaron algunos años. Jugó en el equipo de su ciudad, el histórico Bidasoa Irún, hasta que cumplió los 24 años, momento en el que fue llamado por el Ademar León para dar un pequeño salto en su carrera. En el conjunto ademarista vivió sus primeros pequeños éxitos y fue llamado por la selección nacional por primera vez en su vida. También consiguió allí su primer título, la Copa ASOBAL de 2008.

Al año siguiente dio su siguiente gran salto, al BM Ciudad Real, en el que terminó de explotar por completo, en especial en el apartado individual. Con los manchegos consiguió ser nombrado mejor pivote de la Liga ASOBAL durante las dos campañas que se mantuvo el equipo en la ciudad castellanomanchega, además de mejor jugador de la ASOBAL en la 2009/2010. Pero también caben destacar los campeonatos logrados a nivel colectivo (Liga, Copa del Rey, Copa ASOBAL…). A la par, se fue convirtiendo en un habitual de las convocatorias de la selección nacional y en uno de los hombres fuertes con la camiseta de España.

Aguinagalde es uno de los pivotes más determinantes del momento

En 2011, el equipo se convirtió en el BM Atlético de Madrid y los éxitos del equipo siguieron acompañando a Aginagalde, que, paralelamente, se iba convirtiendo en el pivote más determinante del mundo. El irundarra ya era la estrella que merecía ser, como demostró el galardón como tercer mejor jugador del mundo que consiguió en 2012, quedando solo por detrás de Daniel Narcisse y Mikkel Hansen e igualado con Filip Jicha y Kim Andersson. Todos ellos jugadores de indiscutible calidad. También en 2012 estuvo dentro del siete ideal de los Juegos Olímpicos de Londres.

2013 tuvo que ser un año agridulce para el pivote. En enero se convirtió en campeón del mundo, pero a mediados de año se conocía la desaparición del Atlético de Madrid. Esto obligó al pivote a convertirse en uno de esos tantos inmigrantes que tiene hoy día este deporte. Aginagalde puso rumbo a un proyecto ilusionante, el KS Vive Tauron Kielce de Polonia, que, por aquel entonces, todavía dirigía Bogdan Wenta. Y desde entonces allí vive días de gloria, pues ha levantado los dos títulos ligueros que ha disputado y continúa haciéndose un nombre en la historia de los pivotes. También continúa con su buen hacer en la selección y fue nombrado mejor pivote del Campeonato de Europa disputado en Dinamarca en 2014.

Probablemente, Julen Aginagalde sea el hombre franquicia de España, dejando de lado que el español es un siete basado en el grupo como punto fuerte.

Jugadores clave: Joan Cañellas y Víctor Tomás

Si Aginagalde es el Quijote de la selección española de balonmano, debe tener varios escuderos que le sirvan de apoyo cuando él esté en momentos de debilidad. Los dos hombres más importantes en el esquema de Cadenas, después del pivote del Kielce, son, sin lugar a dudas, Joan Cañellas y Arpad Sterbik.

Marca.

El central-lateral del THW Kiel está viviendo un momento dulce en su club, en el que está empezando a coger galones de jugador importante, grande y, por momentos, casi indispensable. Es un hombre que puede dirigir el equipo desde la posición de central, pero sin descuidar la faceta goleadora con una gran variedad en el lanzamiento exterior, además de penetraciones y fintas. Además, ayuda, y de qué manera, en el aspecto defensivo. Por lo que para Cadenas también será importante permitirle descansar, pues su aportación será cada vez más importante según avance la selección en el campeonato.

Mundo Deportvo.

Uno de los puntales principales sobre los que se asienta el juego de la selección española es el contraataque. Y en la faceta finalizadora del mismo destaca, por encima del resto, un nombre, el de Víctor Tomás. El capitán del FC Barcelona es uno de los máximos anotadores con el combinado nacional, con 430 goles. Pero no solo a la carrera es letal el más bajito de la lista que dio Manolo Cadenas, también se muestra más que eficiente finalizando el ataque posicional. Además, se le ha visto, en ocasiones, llegar a lanzar desde posiciones de lateral o defender en el mismo puesto de la zaga.

Calendario primera fase

Día Hora Rival
16 de enero 15:00 Bielorrusia
17 de enero 15:00 Brasil
19 de enero 15:00 Chile
21 de enero 17:00 Qatar
23 de enero 15:00 Eslovenia

Convocatoria

Nombre Equipo Posición Talla Peso Nacimiento Partidos Goles
Gonzalo Pérez de Vargas FC Barcelona Portero 1,89 93 10-01-1991 125
José Manuel Sierra Pick Szeged (Hungría) Portero 1,94 92 21-05-1978 111
Raúl Entrerríos FC Barcelona Central 1,93 92 12-02-1981 184 402
Joan Cañellas THW Kiel (Alemania) Central 1,98 100 30-09-1986 104 282
Chema Rodríguez MKB Veszprem (Hungría) Central 1,87 90 05-01-1980 113 150
Antonio García Pick Szeged (Hungría) Lateral izquierdo 1,91 93 06-03-1984 47 91
Virán Morros FC Barcelona Especialista defensivo 1,99 99 15-12-1983 137 33
Jorge Maqueda HBC Nantes (Francia) Lateral derecho 1,97 105 06-02-1988 87 214
Álex Dujshebaev HC Vardar Skopje (Macedonia) Lateral derecho 1,87 88 17-12-1992 7 13
Valero Rivera HBC Nantes (Francia) Extremo izquierdo 1,85 88 22-02-1985 45 125
Cristian Ugalde MKB Veszprem (Hungría) Extremo izquierdo 1,87 81 19-10-1987 105 235
Víctor Tomás FC Barcelona Extremo derecho 1,78 85 15-02-1985 131 430
Albert Rocas Naturhouse La Rioja Extremo derecho 1,88 84 16-06-1982 162 555
Julen Aguinagalde Vive Tauron Kielce (Polonia) Pivote 1,95 110 08-12-1982 120 328
Gedeón Guardiola Rhein Neckar Löwen (Alemania) Pivote 2,00 103 01-10-1984 61 76
Juan Andreu Hannover Burdorf (Alemania) Pivote 1,97 113 20-01-1985 38 74