Se esperaba ya el partido inaugural del XXIV Campeonato del Mundo de balonmano. La anfitriona, Qatar, llena de jugadores extranjeros nacionalizados, partía con cierto favoritismo frente a la Brasil de Jordi Ribera, que no cuenta con ningún jugador de primer nivel, pero que tiene un gran juego colectivo que le permite luchar ‘de tú a tú’ con casi cualquier conjunto.

Qatar Handball.

Salió mucho más tranquilo el conjunto de Valero Rivera. Sabedores de que estaban ante su afición y muy centrados, en especial en defensa. El 6:0 que ha impuesto el técnico español desde su llegada a la Península Arábiga se nota bien trabajado y dificulta mucho el ataque en estático de sus rivales.

Daniel Saric fue el mejor de su equipo

Así lo notaron los brasileños, que no lograban dar con la tecla para perforar la zaga qatarí, y cuando lo hacían se topaban con un inconmensurable Daniel Saric bajo los palos. Pero lo más destacable durante los primeros minutos fue el buen hacer de la defensa árabe, que robó varios balones y pudo salir al contraataque con un gran Hassan Ala finalizando, que dejaron el 3-0 en el marcador.

Pero los de Jordi Ribera se quitaron todos los nervios en ataque, con Diego Hubner llevando la manija del equipo en el posicional, y dando la responsabilidad goleadora al extremo derecho del BM Guadalajara, Fabio Chiuffa, que, prácticamente en solitario, iba a poner a los suyos a un gol (4-3).

Volvieron los nervios al cuadro sudamericano. Volvió a cerrarse la defensa 6:0 qatarí de manera casi perfecta. Y volvió a surgir la figura de Saric. Las pérdidas de balón se multiplicaron entre los cariocas y las acciones fáciles de gol llegaron para los de Valero Rivera que volvieron a marcharse en el marcador hasta el 7-3. La ventaja de cuatro tantos obligaba a Jordi Ribera a pedir el primer tiempo del Mundial cuando apenas se llevaban 12 minutos de encuentro.

Las pérdidas de balón fueron uno de los hándicaps de Brasil

No mejoraron los suyos, que cada vez intentaban presionar más en defensa con su 5:1, dejando más huecos en las zonas interiores y que facilitaban el trabajo de los qataríes en ataque. En lo ofensivo, Pozzer dejó el liderazgo a Patrianova, pero el joven primera línea no podía tirar de su equipo en solitario.

Qatar seguía dominando con total facilidad, sobre todo en facetas ofensivas, y en el minuto 18 ya doblaba a su rival en el luminoso (12-6). Ahora era Markovic el que cogía la responsabilidad del gol.

Reacción brasileña

Fue entonces cuando comenzaron a percibirse las carencias del cuadro qatarí. Daba la sensación, por momentos, que no estaban especialmente compenetrados en el ataque posicional y terminaron embarullándose y perdiendo varios balones. Todo ello no hizo más que permitir el acercamiento de Brasil en el electrónico, merced, también a dos exclusiones casi consecutivas que vio el cuadro de Valero Rivera, que cuando vio el 14-11 en el marcador pidió su primer tiempo muerto.

El minuto de asueto frenó la sangría a pocos minutos del final del primer periodo y permitió a los suyos marcharse a los vestuarios con una renta de tres tantos (15-12).

Brasil quiere, pero no puede

Casi empezaba un partido nuevo en los 60 segundos minutos, tras las ventajas que habían logrado los qataríes (con hasta un +7) y la remontada brasileña. Saltó al 40x20 muy metido el cuadro carioca, con un Joao Pedro Silva estelar, con dos goles consecutivos y dirigiendo el juego brasileño a las mil maravillas.

La mejora de los de Jordi Ribera obligó al técnico de Qatar a pedir un tiempo muerto cuando apenas se llevaban cinco minutos de segunda mitad. El aragonés volvió a frenar el ímpetu de los sudamericanos. Ahora las defensas y los guardametas (Saric seguía en guarismos cercanos al 50% de efectividad bajo palos, y ‘Bombom’ Almeida, el cancerbero del BM Gudalajara) frenaron la deriva goleadora y dejaron el marcador el 18-15 durante varios minutos.

En cuanto se rompió ese resultado, Qatar volvió a apretar en defensa y Saric exasperó a los brasileños. Los cariocas retornaron a los malos momentos defensivos, con demasiados huecos en su 3:2:1, y en ataque no movían el balón lo suficiente como para lograr posiciones claras de lanzamiento. Así las cosas, los qataríes se iban a marchar en el marcador hasta el 21-16.

Qatar tiene visos de ser una de las revelaciones del campeonato

Thiagus Petrus, que había estado nefasto durante todo el encuentro, puso dos goles y robó un balón que dejó a los suyos a solo dos tantos de Qatar (21-19). Fue entonces cuando uno de los mejores de los anfitriones, el central Kamalaldin Mallash, recibió un fuerte golpe fortuito por parte de Petrus y tuvo que ser trasladado en camilla fuera del 40x20. La lesión del central y un gol de Chiuffa que ponía a Brasil a uno obligaron a Valero Rivera a pedir un nuevo tiempo muerto.

Qatar Handball.

Mejoró Qatar y volvió a marcharse de cuatro tantos cuando ya sólo quedaban tres minutos para el final. Ahora, los anfitriones sólo tenían que aguantar el resultado y lo hicieron de la mejor manera que pudieron: con ataques largos y no poniéndose nerviosos en defensa. Con el 28-23 final, los qataríes demuestran de lo que son capaces y que no organizan este campeonato por aburrimiento, el equipo de Valero Rivera puede ser una de las grandes revelaciones de este Mundial.