Llegaban ambos conjuntos, tanto Brasil como España, sin haber mostrado su mejor versión en sus respectivos debuts en este Mundial de Qatar. Así pues, este segundo partido parecía trascendental para ambas escuadras en su devenir futuro en el campeonato. Y aunque España partía con la vitola de favorito, Brasil daba la sensación de ser capaz de dar bastante más que lo ofrecido frente a la anfitriona Qatar.

Qatar Handball 2015.

Se notaba tensión en el 40x20 de Doha, los dos equipos se respetaban y ninguno quería correr riesgos. España salía con ‘Chema’ Rodríguez en el centro del ataque y Cañellas y Maqueda como escuderos, una mezcla de kilos y velocidad, que no tuvo el efecto esperado sobre el 3:2:1 que plantea el español Jordi Ribera con la selección brasileña.

Pese a que los cariocas comenzaron teniendo la primera renta (3-2), rápidamente los hombres de Manolo Cadenas pusieron un punto más de intensidad en defensa, el que les faltó en el que encuentro frente a Bielorrusia, y pudieron salir al contraataque para poner el 3-6 en el luminoso, con un Valero Rivera Folch sensacional. España no terminaba de carburar en ataque posicional, pero el contragolpe, su principal arma goleadora, funcionaba como no lo hizo en el debut.

España llegó a tener seis goles de renta

Jordi Ribera tuvo que pedir tiempo muerto para frenar la estampida española. Pero de poco sirvió el minuto de arengas del español a los suyos. España, hoy, sí parecía tener su día, comenzaba a funcionar la zaga, y en ataque, aunque con problemas, el balón fluía mucho mejor que en el partido del viernes.

La exclusión a Felipe Borges por un golpe en el rostro de ‘Chema’ Rodríguez acabó por rematar a los brasileños, que, en inferioridad, se vieron amplísimamente superados y España llegó casi a doblarles en el marcador (6-11).

Una exclusión que da vida

Pero una inferioridad para los Hispanos dio vida a los de Jordi Ribera, que se colocaron a sólo tres tantos, con un gran Guilherme Valadao, que fue el que se echó el equipo a la espalda, lo que obligó a Cadenas a pedir un tiempo muerto.

El siete brasileño encontró el hueco en el 6:0 español, circulando mucho mejor el esférico y llegando hasta los extremos. Pero la mejora carioca se notó, en especial, en la parte trasera, donde el 3:2:1 cada vez se hacía más agobiante, con numerosas pérdidas de balón de los hombres de Cadenas, y ‘Bombom’ Almeida, el guardameta del BM Guadalajara, comenzaba a aparecer bajo palos (con una parada con el rostro incluída).

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El parcial de 7-2 dejaba una sensación de igualdad tremenda en el campo. Y, pese a la fugaz aparición del guardameta José Manuel Sierra, España veía cómo Brasil se acercaba cada vez más y más hasta el 13-14 a falta de poco menos de tres minutos para el final del primer periodo, ventaja de un solo gol, que iba a mantener hasta el descanso (14-15).

Brasil amenaza durante toda la segunda mitad

Los minutos de descanso no limitaron la capacidad ofensiva de los brasileños, que seguían muy metidos en el encuentro. Pero España volvió a anotar y controlaba el marcador, pese a tener a dos goles a los brasileños. Tres pérdidas consecutivas de balón, dos de ellas de ‘Chema’ Rodríguez, dieron la posibilidad a los sudamericanos de dar la vuelta al electrónico que en apenas dos minutos vislumbraba un 19-18.

Fue Joan Cañellas, el hombre del THW Kiel, el que tuvo liderar a los Hispanos. Dos goles consecutivos devolvieron el dominio a España (20-21), pero el intercambio de golpes en el que se convirtió el encuentro no favorecía a nadie más que a Brasil. Una doble exclusión para los hombres de Jordi Ribera atemperó el partido y los españoles pudieron volver a colocar la igualada en el marcador (22-22), y después ponerse por delante.

Cañellas empieza a ser el jugador franquicia de la selección

El físico comenzó a hacer mella en los brasileños, el desgaste físico que provocaba una defensa tan presionante como la que planteó el combinado de Brasil hizo que las piernas cada vez fueran a menos. España tenía, cada vez, más renta, con un metidísimo Joan Cañellas, que, poco a poco, comienza a sentirse el alma mater del equipo y su jugador franquicia. El catalán terminaría el encuentro con nueve tantos y con esa sensación de liderazgo.

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Volvió el nerviosismo al banquillo español cuando los brasileños tuvieron balón para ponerse a un solo gol a falta de menos de 60 segundos. Pero apareció Sierra, detuvo el balón de los brasileños y dio la victoria a España, que sigue sin convencer, sigue sufriendo y puede sufrir aún más en el futuro de este Campeonato del Mundo, si no sabe remediar sus carencias.

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