Piedra a piedra el castillo inglés está recobrando el lustre del pasado. El renacido XV de la Rosa venció a Italia, la última en llegar al espectáculo del VI Naciones, tirando de consistencia defensiva. El ‘foráneo’ Eddie Jones volvió a aleccionar a los suyos con giros de efecto que llegaron desde el banquillo y que permitieron al equipo de las islas británicas desquitarse de la intranquilidad generada en la primera parte, en la que los azzurri, tal y como sucediera contra Francia, creyeron en sus posibilidades. Se fueron a descanso perdiendo de dos y con la esperanza de dar un mazazo histórico.

Pero en el rugby, donde la figura del conjunto es fundamental, las sorpresas sólo son posibles si los genios se arrastran o si los faros se apagan. No fue el caso de Jonathan Joseph. El center del Bath puso la directa y anotó tres ensayos en la segunda mitad que asombraron al Olímpico de Roma. El feudo italiano vivió una montaña rusa emocional que acabó descarrilando ante un rival que tiene la obligación moral de vencer -o morir en el intento- el VI Naciones.

Italia arrancó con una marcha más

Poco tuvo que ver el inicio del duelo con el desenlace. La escuadra italiana salió presa de una fuerza inusitada que le llevó a percutir duramente a Inglaterra, que tardó en levantar el parapeto defensivo. Tomaron ventaja los muchachos de Jacques Brunel al transformar Carlo Canna un golpe de castigo.

El apertura del Zebre, que apenas roza la decena de caps, ha sido una de las sensaciones de los transalpinos en este inicio del VI Naciones. Ha conseguido anotarlas desde ángulos difíciles y soportar la presión que ello requiere, con apenas 23 años. También se había mostrado infalible Owen Farrell ante Escocia en la primera jornada, pero un golpe estuvo a punto de dejarle K.O superada la media hora de juego. 

Farrell y Ford fabricaron el único ensayo del acto inicial

Farrell es otro de los motivos para no dejar de ver nunca este deporte. Fue el jugador más joven en debutar en el rugby profesional inglés en 2008 cuando se vistió la elástica de los Saracens con apenas 17 años. El honor le fue sustraído por George Ford, otro de los lanceros de la Inglaterra del presente y futuro. Juntos fabricaron el primer ensayo visitante.

A esta primera machada, Italia sumó dos lesiones sensibles. Primero el flanker Alessandro Zanni, y después Gonzalo Colorado García tuvieron que decir adiós antes de tiempo. Frente a las bajas, más ración de Canna para transformar todos los golpes de castigo. Inglaterra resbaló una y otra vez en el primer tiempo, cayendo en infracciones que mantuvieron en buena posición a Italia.

Gonzalo García, ante Anthony Watson | Foto: Andrew Medichini.
Gonzalo García, ante Anthony Watson | Foto: Andrew Medichini.

Carta blanca para Joseph

Los dos puntos de ventaja con los que se marchó Inglaterra al descanso resultaron engañosos. Los azzurri habían impuesto su ritmo. Pero una vez más, la ausencia de un ensayo, al igual que Escocia en la primera jornada, les había lastrado.

El cuento cambió en la segunda parte al mudar los protagonistas y la actitud de otros que permanecieron en el campo. Este fue el caso de Dylan Hartley, capitán de la renacida Inglaterra, quien mostró un juego insulso, impropio de la responsabilidad que le toca asumir. Los galones fueron mejor portados mejor por Sergio Parisse. Hasta que le duró el combustible al líder italiano su equipo supo caminar por la cuerda floja.

Italia no ha ganado a Inglaterra en 22 partidos oficiales

Hasta que llegó el diluvio de Jonathan Joseph, tras el primer fallo de Canna que anticipaba el final de utopía. Así, de un 12-11 se pasó a un 9-18 que supuso el desmoronamiento del equipo local. Una patada de Danny Care. Un robo ante una mala salida de balón de Italia. Todo le valió a un jugador que firmó un hat-trick en poco más de diez minutos. Y a su vera un Farrell seguro de sí mismo que con un ensayo final, tras fallar una transformación, elevó el marcador hasta el 9-40.

Italia firmó otro tratado de la derrota ante Inglaterra, a la que no ha ganado en ninguno de los 22 enfrentamientos oficiales en los que se han visto las caras. Es el único rival que le queda por derrotar de los que participan en el VI Naciones. Le tocará esperar, porque el entrenador del conjunto inglés parece dispuesto a que nadie manche el honor de la escuadra inglesa como sucedió en el último Mundial.

La próxima jornada, Italia se jugará el pan frente a Escocia en uno de los duelos que decidirán, casi con toda probabilidad, la cuchara de madera de este torneo. Inglaterra se batirá el cobre frente a Irlanda, que todavía no conoce la victoria.