Gran movimiento el realizado por los Calgary Flames este lunes. Brad Treliving se sacaba un nuevo truco de su chistera y se hacía con los servicios de Hunter Shinkaruk (Vancouver Canucks) a cambio del también delantero Markus Granlund. Granlund en el último año de su contrato de nivel de entrada será RFA este verano mientras que Shinkaruk, por su parte, se encuentra en la primer año de su ELC de tres años y está bajo contrato hasta el 2018.

Granlund puede considerarse un buen center para la tercera o cuarta línea.Granlund, una segunda ronda del draft de 2011 por los Flames, ha disputado 86 encuentros en la NHL. En los 48 disputados la temporada pasada ha registrado 18 puntos (8 goles y 10 asistencias). Esta temporada ha contribuido con 4 goles y 3 asistencias en 31 partidos. Su madurez en la NHL es mucho mayor que la de Shinkaruk, algo que en Vancouver valoran de cara a la recta final de la temporada. Granlund aunque tiene menos potencial puede considerarse un buen center en la 3ª o 4ª línea de ataque, por lo que puede decirse que es una apuesta segura.

Con más potencial que el finés, Shinkaruk es una incognita debido a su tamaño.Shinkaruk fue seleccionado en primera ronda del draft de 2013 por los Canucks. Parece que el joven jugador canadiense ha explotado en su segunda temporada en la AHL. Si las sensaciones en su primera temporada con los Utica Comets fue bastante buena, esta temporada lo está rompiendo con 21 goles y 18 asistencias 45 juegos. La duda que puede surgir sobre Shinkaruk no es por su potencial o su productividad sino por su tamaño. Su poca corpulencia puede ser un hándicap para él en un liga tan dura como la NHL pero tendrá el apoyo de "los suyos" y es que el joven jugador canadiense es natural de Calgary.

Grandlund no ha llegado a cuajar en las llamas y tendrá con los Canucks una segunda oportunidad para despegar. Bien es cierto que se ha encontrado en Calgary con jóvenes jugadores que han destacado desde un primer momento, lo que le ha llevado a tener una presión añadida ante el buen rendimiento de sus compañeros en sus primeros años. Si Shinkaruk sabe dejar de lado la presión y centrarse en su evolución, Calgary puede ser un buen destino.