Movistar Inter estará en una nueva final de la Copa de España por décima tercera vez en su historia tras imponerse en un bonito encuentro a Burela por 6-3, en lo que ha significado la revancha de lo sucedido hace apenas doce meses en Ciudad Real.

El duelo comenzó con un claro dominio interista, que manejaba el balón en cancha rival ante un Burela FS que se dedicaba a esperar en defensa el posible fallo de los de Torrejón de Ardoz para intentar cazar alguna contra peligrosa. Un disparo de Ricardinho y otro de Carlos Ortiz, que estuvo cerca de repetir el golazo del pasado jueves contra Palma Futsal, fue lo único que pudo poner en riesgo la igualdad en el marcador.

Pero el empate se rompió cuando pasado el minuto siete, Chino -en la primera acción ofensiva de los gallegos- ejecutaba a Jesús Herrero con un gran disparo cruzado. Fue a partir de ese instante cuando comenzó un carrusel de goles que dieron lugar a un gran espectáculo.

Apenas un minuto después, Chano asistía a Hélder, que volvía a batir a Jesús Herrero. Con 2-0, Burela FS estaba en la misma situación que hace un año ante Jaén en Ciudad Real. A su vez, a los aficionados interistas se les empezaba a aparecer los fantasmas de la ciudad manchega, cuando su equipo fue mejor pero Burela terminó llevándose el cruce de cuartos de final.

A los de Jesús Velasco no les entró el pánico ni la ansiedad. Quizás por el hecho de que tan solo sesenta segundos después, Cardinal asistía en saque de falta a Carlos Ortiz para que recortara diferencias. Esto fue un mazazo para los de A Mariña, que vieron como poco después era Rafael el que lograba el 2-2 tras el pase de Ricardinho.

Después de la locura goleadora, llegó una tensa calma a la pista alcarreña. Movistar Inter se tomaba un respiro y Burela FS lo agradecía momentáneamente. Así se entró a los últimos cinco minutos de la primera mitad. Fue entonces cuando los gallegos se plantaron en cinco faltas y Daniel Ibañes colocó a Iago Rodríguez como portero-jugador, con el objetivo de tener la pelota y que el tiempo pasara lo más rápido posible.

La fórmula no salió y en el primer ataque la pelota acabó en las manos de Jesús Herrero. El torrejonero aprovechó para marcar el 3-2 para Movistar Inter. Fue el propio portero el que, en la siguiente jugada, pudo ampliar las diferencias repitiendo la acción, pero esta vez la pelota acabó estrellándose en la escuadra. Quién si acertó a marcar fue Borja, poco antes del descanso, para hacer el 4-2 con el que Movistar Inter se iba con una suculenta ventaja en el marcador.

Tras el intermedio, Cardinal pudo ampliar la renta en la primera jugada de la segunda mitad, la cual prosiguió con un ritmo lento hasta el instante en que Iago Míguez batía a Álex -que jugó los últimos veinte minutos en lugar de Jesús Herrero- para devolver toda la emoción a la primera semifinal de esta Copa de España de Guadalajara.

Con el 4-3 en el marcador, el choque continuaba con el mismo derrotero. Movistar Inter controlaba la pelota, rozaba el tanto en varias ocasiones, pero Burela seguía vivo en el encuentro, esperando volver a pillar alguna en cualquier acción.

Fue perdonando Inter, que falló un penalti -Rivillos-, un doble penalti -Ricardinho, que en el rechace se encontró con la madera- y un poste -Daniel-, hasta que encontró el gol por medio de Cardinal, que culminaba al segundo palo una magnífica asistencia de Carlos Ortiz.

A falta de cuatro minutos -con ambos equipos ya con las cinco faltas en sus casilleros-, Daniel Ibañes volvió a arriesgar con Iago Rodríguez en el juego de cinco. El tiempo corría en su contra y a pesar de los intentos nunca llegó el gol que diera esperanzas reales de remontada.

Lo rozó Chano, que se topó con Álex en la ocasión más clara para el cuadro gallego. El partido quedó definitivamente cerrado cuando Ricardinho, volvió a disponer de un lanzamiento desde el punto de los diez metros. En esta ocasión, el portugués no perdonó y sentenció al hacer el 6-3 el pase definitivo de Movistar Inter a la final, en la que buscará una nueva Copa de España.