Después de un pequeño descanso para almorzar, la acción volvía a la Pista Central del Palacio de los Deportes de Gijón con un encuentro de nivel, en el que estaban por un lado Jordi Muñoz y Fernando Poggi, y por otro Juan Manuel Vázquez y Borja Yribarren. Por delante, como mínimo dos sets de auténtico padel en el que ninguna de las dos parejas entregaría la cuchara, teniendo las gradas del Palacio un aspecto fabuloso, volcándose en cada punto con los jugadores.

Muñoz y Poggi sals de un duro primer set

Las espadas estaban en todo lo alto, y es que después de quince minutos de calentamiento el ritmo de juego estaba totalmente adquirido en los cuatro jugadores. El comienzo fue frenético, y hasta el 2-2 la igualdad era máxima, con puntos no solo largos, sino también de nivel, lo que provocaba el júbilo de los aficionados presentes en las gradas del Palacio de los Deportes de Gijón.

A pesar de mostrarse cómodos sobre la pista, ni mucho menos lo estaban Juan Manuel Vázquez y Borja Yribarren, que veían como a las primeras de cambio el binomio Poggi-Muñoz no solo lograba una rotura de saque, que les colocaba con 3-2 a favor, sino que la consolidación de esta rotura llegaba a continuación, yéndose hasta el 4-2 sin mayores problemas. No quedaba ahí el dominio de Jordi y Fernando, que lograban una nueva rotura para ir en volandas a por el primer parcial, el cual se terminaban llevando de forma cómoda por 6-2.

Una muerte súbita de infarto sonríe a Poggi-Muñoz en detrimento de Vázquez-Yribarren, que mueren con la cabeza alta

Todo cambió después de un primer set totalmente claro en favor de Poggi-Muñoz, y es que ni mucho menos se habían dado por vencidos Vázquez e Yribarren. Las roturas estuvieron a la hora del día, pero nada se movió a partir de la igualdad con la que se llegó al 5-5, siendo los nervios los que jugaban un papel importante. Poggi y Muñoz se aseguraban la muerte súbita, como mínimo, pudiendo cerrar el choque al resto, pero no lo permitían Vázquez e Yribarren, que se venían arriba para igualar la segunda manga a seis juegos, quedando por delante tan solo el tie break.

No había marcha atrás, la muerte súbita estaba servida y podían pasar dos cosas, que en el camino de ambas parejas apareciera el tercer set, o que por contra fueran Poggi y Muñoz los encargados de llevarse el partido. La suerte era un factor a tener muy en cuenta, dado los pocos puntos que había por jugar y la necesidad que estos requerían. Tuvieron que sufrir, tuvieron que saber tirar de experiencia y de cabeza, pero al final Jordi Muñoz y Fernando Poggi, que se llevaban la muerte súbita por 7-6, haciéndose con el partido por 6-2 y 7-6, accediendo así a la siguiente ronda, que se llevará a cabo este jueves.