La presión era inmensa. En un solo partido, estaba en juego el trabajo de los últimos cuatro años. Los Juegos Olímpicos son la cita ineludible por excelencia para un deporte como el waterpolo, el evento en el que más visibilidad tiene y aquel que despierta las mayores pasiones y anhelos en jugadores y afición. El combinado nacional cumplió con la obligación, y estará en Río de Janeiro. Todo ello gracias a un coraje espectacular, un juego fluido y un López Pinedo sublime en la portería.

Buena imagen de Canadá, que ha progresado mucho en los últimos años

Canadá había quedado segundo de su grupo, siendo tan solo superado por Hungría. Es una de las selecciones que más ha progresado en los últimos años, y demostró que lo ha hecho gracias a un grupo sólido y sin fisuras. Juego combinativo y defensa férrea, que le mantuvieron en la pomada hasta el último cuarto.

España dio el zarpazo en el tercer cuarto

El inicio fue titubeante por parte de ambos conjuntos nacionales. Eran conscientes de la importancia del partido, y acusaron los nervios a causa de ello. Se adelantó en el marcador Canadá con un buen gol fruto de una exclusión. España se vio en inferioridad hasta en tres ocasiones durante el primer cuarto, pero supo defender bien e irse con un gol de ventaja. Lo consiguió gracias a un gran trabajo en el pivote, que se tradujo en un gol y un penalti provocado y convertido.

López Pinedo seguía frenando las acometidas canadienses, con paradas impresionantes que hicieron de su marco una muralla inexpugnable. No lograba irse en el marcador España, a pesar del buen rendimiento general. El partido se fue al descanso con un 4-3 para España, yendo a remolque Canadá y siendo mantenida por el acierto de Boyd.

El guardameta español, López Pinedo, fue el héroe del partido con paradas inverosímiles

Todo cambió en el tercer parcial. España se desató, se desembarazó de la presión y comenzó a jugar mucho más suelta. Pudo hacer ataques en transición, y Echenique y Mallarach estuvieron acertados de cara a puerta. Un parcial de 3-0 dió a España una ventaja supondría definitiva, y le permitió contemporizar el juego y esperar la finalización del encuentro.

Los canadienses no se desmoralizaron a pesar de toparse con el muro de López Pinedo una y otra vez. En el último cuarto, recortaron tímidamente la ventaja, pero llegaron a los últimos dos minutos con tres goles por debajo en el marcador. España defendió bien, manejó el tempo del partido y evitó sustos. El último gol canadiense fue casi sobre la bocina, por lo que el resultado no ha de engañar acerca de la calma con que vivieron los nacionales el tramo final.

España estará en Rio de Janeiro, y lo hará con serias aspiraciones de obtener un metal. Habrá de permanecer en Trieste para jugar las semifinales del torneo, aunque el resultado de las mismas no sea ya significativo de cara a la clasificación. Puede ser un buen rodaje, y fomentar la convivencia de un grupo llamado a hacer historia.

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Sobre el autor
Diego Jiménez Rubio
Fui Coordinador General de Más Deportes y Viajes, y miembro del Consejo de Dirección de VAVEL España. Me encanta comunicar mi pasión por el turismo y el deporte, y hacerlo con responsabilidad y profesionalidad.