Tras mucho buscar y rebuscar en el mercado invernal, Roberto y Juan Carlos encontraron en Cristian lo que estaban buscando: un pívot zurdo. El alicantino venía de jugar once partidos con el Elche en la primera vuelta, en los que había anotado dos goles, pero el cambio de técnico en el banquillo ilicitano redujo sus minutos sobre la cancha. El jugador estuvo dos días entrenando en Cartagena a modo de prueba mientras que los técnicos comprobaban si merecía la pena su fichaje, y él les acabó convenciendo. En el último de esos dos entrenamientos, un compañero le pisó involuntariamente y le lesionó el tobillo, lo que ponía en duda su estreno en el siguiente partido, que era en casa frente al Prone Lugo. Pero al final sí debutó ese día. Y de qué manera.

El partido estaba muy atascado. El Plásticos era muy superior a los lucenses, pero eran incapaces de superar el entramado defensivo impuesto por estos. La estrategia de los de Manolo Vázquez era clara: encerrarse atrás y esperar su oportunidad al contragolpe. A falta de cinco minutos para el descanso, con el empate a cero en el marcador, Juan Carlos Guillamón decidió sacar a Cristian para que jugase sus primeros minutos con la elástica de la trimilenaria. Prácticamente en el primer balón que tocó, cuando apenas llevaba un minuto sobre el parqué, Cristian logró burlar la defensa y batir al guardameta rival para adelantar a su equipo. Él fue el encargado de abrir la lata para que los tres puntos se quedasen en ‘La Bombonera’.

El fichaje había generado dudas debido al estado físico del ‘27’, operado de los ligamentos de las dos rodillas y obligado a dejar el fútbol por las continuas lesiones. Esa era otra de las incógnitas de Cristian: su trayectoria deportiva se había basado en el fútbol once, sobre el césped, en lugar de las pistas de fútbol sala. Las lesiones estuvieron a punto de acabar con su carrera, pero encontró una vía de escape en el fútbol sala: "Yo jugaba al fútbol, y estoy operado dos o tres veces de los ligamentos cruzados de ambas rodillas, y hubo una época hace un año o así que de tantas lesiones yo acabé hasta el gorro. Hablé con mi familia, con mis padres, con todo el mundo y quería dejar el fútbol. De hecho, hablé con una persona que es muy íntima amiga mía y me dijo que no hiciera eso y que por qué no esta opción. Y bueno, yo probé y me gustó”. Todas las dudas quedaron disipadas el día de su debut.

A partir de ese momento, Cristian entró en todas las convocatorias del Plásticos Romero hasta final de temporada, a excepción de la del choque frente al Betis. No pudo volver a perforar ninguna portería rival nuevamente, pero dejó buenos movimientos fijando defensas rivales. Habrá que ver si es suficiente para que se quede la próxima temporada.

La anécdota de la temporada

El pívot contó los momentos más especiales para él durante su etapa en Cartagena: “Para mí, la anécdota o el mejor momento fue el partido ante O Parrulo, que lo teníamos controlado, nos remontaron y volvimos a remontar con portero-jugador. El partido del Betis también, fue la sensación de que teníamos que estar en Primera División. ¡Y sobre todo mi debut, que ganamos y debuté con gol!”.

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